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Estás leyendo parte de la revista de Febrero de 1972
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¡CUIDADO! La Electricidad Casera Puede Matarle |
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La electricidad hace fácil el trabajo
en el hogar y contribuye a nuestro entretenimiento, pero incluso una corriente
ligera, es capaz de causar un daño físico serio. Sepa de que
manera tal cosa puede pasar y cómo evitar ese peligro |
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UNA SACUDIDA eléctrica es siempre
peligrosa. y lo peor es que todos estamos expuestos a recibirla de muchas
formas diferentes. Aún una corriente de intensidad muy baja. casi
imperceptible. puede convertirse de pronto en una amenaza mortal para nuestra
vida. Si usted siente un pequeño cosquilleo en sus dedos cada vez
que utiliza la tostadora de pan. tenga cuidado: en los Estados Unidos de
América mueren anualmente unas mil personas como resultado de esa
sacudida aparentemente inofensiva.
Veamos lo que pasa con una sacudida
eléctrica de sólo un segundo de duración. Si la corriente
entra en el cuerpo por una mano y sale por la otra fluye justamente a través
del pecho con una gran posibilidad de que afecte al corazón y las
vías respiratorias. y precisamente. el fallo del corazón y
la parálisis de la respiración. son las principales causas
de muerte cuando se recibe una sacudida eléctrica.
Comencemos por la corriente de intensidad
más baja que una persona puede sentir. Generalmente se acepta como
promedio la de 0.001 Amperes a través de la piel intacta, aunque
hay personas que pueden notar la cuarta parte, mientras que otras necesitan
tres o cuatro veces dicha cantidad. Una corriente de esa intensidad produce
un ligero hormigueo en la parte más cercana al contacto eléctrico
y la sensación no puede considerarse como desagradable. Normalmente.
esta corriente no es dañina, a menos que la sorpresa la haga saltar
y se lastime con algún mueble cercano. Pero si usted nota ese cosquilleo
mientras usa alguno de los utensilios eléctricos de su hogar, considérelo
como un susurro de advertencia que puede convertirse en un verdadero grito
de muerte si no se atiende debidamente.
Cuando la intensidad de la corriente
alcanza los 0.015 Amperes, resulta imposible abrir la mano para eludir el
contacto. Esta corriente es peligrosa, aunque el peligro radica más
que en la corriente misma, en las contracciones musculares de la victima
y en el brinco involuntario que ésta da al recibir la sacudida. Usualmente,
el salto es suficiente para romper el contacto, pero puede traer como consecuencia
cualquier otra lesión secundaria si la persona cae de lo alto de
una escalera, de una ventana, de un tejado. etc.
Si usted recibe una sacudida eléctrica
con una intensidad mayor que la anterior, los resultados son muchísimo
más graves. Una sacudida en el campo de los 0.05 Amperes, es algo
que le costará trabajo olvidar. El dolor. el debilitamiento y la
pérdida del conocimiento son bastante malos de por sí, pero
no pueden compararse con el daño de lesiones internas que llevan
aparejados. Las poderosas contracciones musculares a que da lugar una sacudida
de esta envergadura, pueden causar una lesión grave a distintos órganos
internos sin hacer mención del daño externo que puede recibir
la víctima al ser lanzada contra el suelo, una pared o las ruedas
de una máquina en movimiento. Y, sin embargo, aún se trata
de una corriente débil que probablemente no afecte su corazón
o vías respiratorias, aunque. en determinadas circunstancias, puede
causar la muerte.
La dosis mortal de electricidad está
contenida entre los 0.1 y los 3.0 Amperes. A estos niveles. cuando la corriente
pasa a través del pecho. el corazón pierde su ritmo al producirse
la llamada "fibrilación ventricular". En un corazón
normal y saludable. todos los músculos ajustan sus movimientos a
los de su vecino. pero cuando el corazón es víctima de la
fibrilación, cada uno de esos músculos se mueve a un ritmo
distinto y, como resultado, el corazón deja de bombear sangre, el
oxígeno cesa de circular por el cuerpo y sobreviene la muerte en
cuestión de pocos minutos.
Este tipo de sacudida da lugar a muchas
muertes ocasionadas por una herramienta eléctrica defectuosa o por
el contacto de un taladro con un cable oculto en el interior de una pared.
En tales casos, la tragedia podría haberse evitado con un simple
enchufe de tres cables. unido aun tomacorriente de tres contactos. Esta
combinación conecta a tierra las partes metálicas de la herramienta
y evita que la corriente pase a través del cuerpo del que está
trabajando.
Si la corriente alcanza un nivel mayor
que el anterior. digamos unos 6.0 Amperes. la situación cambia de
nuevo. En lugar de producir la fibrilación del corazón, lo
paraliza por completo y lo mantiene así durante el tiempo que la
corriente esté fluyendo. Después que la corriente cesa, el
corazón -con un poco de suerte- reanuda sus latidos después
de descansar por unos segundos, como si nada hubiera pasado.
Pero la víctima aún continúa
en peligro. Aunque la sacudida no haya dañado el corazón,
unos cuantos minutos con la circulación detenida, pueden causar un
daño irreparable al cerebro. Aún si la corriente fue cortada
rápidamente y el corazón de la víctima comenzó
a latir a tiempo de evitar una lesión cerebral, la persona seguirá
inconsciente y sus músculos respiratorios pueden estar paralizados.
En situaciones como esa, la respiración artificial ha salvado cientos
de vidas.
De esto se deduce que no es el amperaje
lo que resulta mortal, sino la corriente eléctrica. En realidad.
la corriente depende tanto del voltaje como de la resistencia eléctrica
del cuerpo. Si su cuerpo tiene una baja resistencia, la corriente que pasa
a través de él será alta. mientras que si tiene una
alta resistencia. la corriente será baja.
Si su cuerpo está haciendo un
buen contacto con la tierra, por ejemplo, cuando cambia un fusible con los
pies desnudos en un piso húmedo, entonces su "resistencia"
será tan baja que la muerte puede sobrevenir a un simple contacto
con la línea eléctrica de abastecimiento. De ahí que
resulte tan peligroso conectar un aparato de radio mientras está
bañándose. La resistencia durante el tiempo que está
en la bañadera es tan baja, que aún la pequeñísima
cantidad de corriente escapada de un radio, puede ser mortal.
Para empeorar las cosas, la frecuencia
de la línea eléctrica más normal en las casas, es de
60 ciclos, justamente la frecuencia a la que el corazón se muestra
más sensible y la más adecuada para producir la fibrilación
ventricular. Esto no quiere decir que las líneas de 25 y 50 ciclos
sean más seguras. Aunque con corriente directa, el calor promedio
es un 20% más sensible, mientras que con frecuencias más altas
-de alrededor de 1,200 ciclos- se reduce la sensibilidad a un 10% .Con frecuencias
superiores a los 100,000 ciclos, el único efecto es de calor sin
que se produzca ninguna sensación de corriente eléctrica.
Esto nos lleva a otro asunto: la trayectoria
seguida por la corriente. Si la corriente fluyera directamente al corazón,
como pudiera ocurrir durante una operación de corazón abierto,
el peligro sería mil veces mayor. Pero si la corriente entra y sale
del cuerpo por puntos muy alejados del corazón y cercanos entre sí,
el peligro se reduce enormemente.
A la larga, por supuesto, lo mejor que
puede hacerse contra las sacudidas eléctricas, es evitar recibirlas.
Pero como esto no es siempre posible, los accidentes siguen ocurriendo.
Cuando uno de estos accidentes sucede, he aquí los tres pasos a seguir
inmediatamente:
1) Separe a la víctima del punto de contacto.
2) Aplíquele respiración artificial si su corazón o
respiración se han detenido.
3) Solicite ayuda médica.
Para separar a la víctima del punto de contacto, se debe antes desconectar
la corriente o apartarla con un madero u otro objeto fabricado con material
no conductor.
Si la víctima no respira, aplíquele
cualquier método de respiración artificial, preferentemente
el de boca a boca. Esto le ayudará a mantener su abastecimiento de
oxígeno hasta que se restaure la respiración. y no olvide
que este proceso puede durar minutos u horas.
Si la respiración de la victima
se ha detenido, colóquela sobre su espalda, ponga la parte baja de
la mano sobre su esternón y empuje con firmeza cada uno o dos segundos.
Apóyese en la mano con todo su peso. Quizás pueda romperle
una costilla, pero es mucho más importante mantener el flujo de aire
en sus pulmones y obligar a la sangre a que circule.
Si tanto el corazón como la respiración
se han detenido, aplique ambos métodos a la vez en forma alterna.
Sin embargo, unas precauciones elementales
y sencillas, le ayudarán eficazmente en la prevención de los
accidentes aquí apuntados.
Para comenzar, si usted utiliza en su
hogar algún utensilio eléctrico que tenga un pase de corriente,
por pequeño que sea, arréglelo inmediatamente
o tirelo al cesto de desperdicios. No abuse de su suerte. Si por casualidad
tocase usted la llave de agua mientras recibe la corriente del utensilio
defectuoso, podría pasar un gran susto.
Revise concienzudamente los cables de
cada lámpara, radio, aparato de televisión. plancha y cualquier
otro adminículo eléctrico que use en su casa. Si alguno de
estos cables está caliente. reseco, partido o rajado, o si hay algo
anormal en su enchufe, sustitúyalo. Esto es particularmente importante
cuando hay niños en la familia. En este caso, también es buena
idea cubrir los tomacorrientes con placas de seguridad para alejar a los
deditos demasiado curiosos de una sorpresa desagradable.
Cerciórese de que sus herramientas
eléctricas tengan un enchufe de tres líneas. Conecte a tierra
-una tubería de agua fría, por ejemplo- su equipo eléctrico
pesado: lavadora, refrigerador, congelador, sierra. taladro de mesa, etc.
Finalmente, entrene a los miembros de
su familia para que puedan reconocer cualquier aviso de peligro y enséñeles
cómo actuar en un caso de emergencia. Es muy conveniente mantener
los números de teléfono del médico, hospital, policía
y bomberos en el lugar más accesible para un caso de necesidad.
Cuando usted haya hecho todo esto, no
crea que puede olvidarse de los peligros que le rodean a diario. Sólo
significa que usted y los suyos están seguros por el momento. Una
vigilancia continua y cuidadosa, será la mejor salvaguardia para
usted y su familia contra los graves peligros que encierra la electricidad
hogareña. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 25 -
Febrero 1972 - Número 2
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