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Estás leyendo parte de la revista de Abril de 1955
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Después del Átomo. . . La energía Solar
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Los sacerdotes del antiguo Egipto
adoraban al Sol, a quien llamaban Amen-Ra, el dios de los dioses. Y
tenían razón, pues es la fuente de energía
más poderosa que se conoce. Las radiaciones que este llameante
globo de gases lanza al espacio vacío perduran eternamente. Una
parte infinitesimal de esa energía radiante cruza 150,000,000 de
kilómetros y desciende sobre este insignificante
corpúsculo de materia en que habitamos, y al cual se le llama
Tierra.
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Fuente: Revista Mecánica
Popular - Volumen 16 - Abril 1955 - Número 4 |
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