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Submarino Personal - Julio 1990
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Hace treinta años, el
teniente de la Marina de los Estados Unidos Donald Walsh y el
oceanógrafo suizo Jaccques Piccard se encontraban colocados de
cuclillas dentro de una esfera de acero de 50 toneladas, observando por
primera vez el fundo del mundo. Después de una sumersión
de cuatro horas y media, el batiscafo Trieste de la Marina se
posó en el fondo de la Hoya de las Marianas, a una profundidad
de 11,740 m (38,520 pies) en el Pacífico, para luego ascender
durante tres horas hasta la superficie. Desde ese día, el 23 de
enero de 1960, nadie ha regresado a ese mismo lugar.
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Fuente: Revista Mecánica
Popular - Volumen 43 - Julio 1990 - Número 7 |
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