El colosal tamaño del indio
montado a caballo resulta verdaderamente impresionante, por decir lo
menos. Se muestra aquí la escultura como aparecerá en el
año de 1979, cuando termine de esculpirse en la ladera de una
montaña un grandioso monumento con el que los norteamericanos
quieren honrar el valor de Crazy Horse, intrépido jefe de los
indios Sioux que derrotó al general Custer en la famosa batalla
de Little Big Horn. Será más alto que el Monumento a
Washington y de proporciones mayores que las de la más grande de
las pirámides de Egipto. Es posible que llegue a considerarse
como la octava maravilla del mundo e, indudablemente, como la
más duradera de todas. El granito del cual se está
tallando podrá resistir las inclemencias del tiempo durante unos
50,000 años, por lo menos. |