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| Gracias a sus estudios sobre estrellas variables, el astrónomo
Harlow Shapley ha revolucionado los conocimientos sobre la estructura del
universo. Entre otras cosas ha demostrado que la Vía Láctea
es 1.000 veces mayor de lo que se creía. Fue director del Observatorio
de la Universidad de Harvard y se dedica a la enseñanza e investigación. |
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El Momento Culminante |
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Por Harlow Shapley |
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TODOS LOS MOMENTOS en que estoy despierto encierran emociones
para mí, y aún hallo emociones en las horas en que sueño.
Al despertar es emocionante advertir que la Tierra ha girado sobre su eje
y de nuevo ha producido un cálido sol que despunta en el horizonte.
Es emocionante sentir deseos de comer y pensar que, mientras dormía,
el extraordinario proceso de metabolismo en mi cuerpo ha consumido el combustible
de ayer. y toda esta obra de magia se ha realizado sin intervenir yo en
ella. Es emocionante verificar que los mismos mecanismos que han dado acción
a mi cuerpo activan a la alondra posada en el árbol ante mí,
así como al árbol. Está hecho el árbol de los
mismos elementos que el pájaro y yo, principalmente de nitrógeno,
oxígeno, hidrógeno y carbono. Así, pues, soy hermano
de las aves, primo de los árboles y un pariente algo más lejano
de esas rocas allá en la colina y hasta de la atmósfera.
Es motivo de continua emoción para mí pertenecer a un mundo
que contiene cosas tan maravillosas como montañas y océanos.
fotones. estrellas y fuerza de gravitación. Y me emociona aún
más pensar que, no obstante nuestras diferencias, hay algo que me
une a los átomos, a las estrellas, a las plantas ya los animales;
y ese algo es la lucha por evolucionar, por participar en una evolución
universal. No sólo los elementos primitivos del reino animal y del
reino vegetal se desarrollan y evolucionan para transformarse en formas
más complejas, sino que los átomos de los cuales están
compuestos se han transformado de simple hidrógeno en elementos más
pesados, luego en moléculas y después en conjuntos moleculares
de maravilloso potencial, incluyendo la vida.
Pero es posible que los momentos más emocionantes para mí
en este mundo maravilloso en que vivo sean aquéllos en que encuentro
tiempo para pensar, para escribir sobre mis momentos de continua emoción
y transmitir a otros algo de la satisfacción que embarga mi espíritu. |
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Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 28 -
Enero 1961 - Número 1
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