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Estás leyendo parte de la revista de Diciembre de 1984
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El coleccionar sellos de correo es una de las pocas aficiones que no tiene
reglas fijas. Exceptuando unos pocos cuidados en el trato de los sellos,
existe bastante libertad para que haga cada uno sus propias reglas. Se pueden
coleccionar los que le agraden y desechar los que no sean de su gusto, colocando
su colección a su propio agrado. Aunque unos métodos sean
mejores que otros, dentro de parámetros más profesionales,
es su método personal, su agrado y complacencia con lo que está
haciendo lo que debe prevalecer.
Claro que para un mayor disfrute personal, y cuando enseñamos nuestra
colección a los demás, se debe desechar el reunir sellos dañados,
sucios o rasgados. y si aún queremos perfeccionar la colección
un poco más. se deberán buscar sellos bien centrados, con
la figura o viñeta bien enmarcada por márgenes iguales alrededor,
y con la cancelación no muy fuerte. Eso sí, sellos cancelados
en los que pueda leerse lo mejor posible la cancelación. Los sellos
cancelados tienen ese misticismo histórico de haber cumplido una
misión, pues adheridos aun sobre hicieron posible que una carta viajara.
La mayoría de las personas
empiezan por ser coleccionistas de sellos en general. Pero, como casi diez
mil sellos nuevos se emiten anualmente, ningún filatelista moderno
puede tener la esperanza de reunir una colección completa del mundo
entero. Pero, bueno, una solución sería limitarse a hacer
una colección de un país, de su país de origen o del
país donde reside, empezando con las emisiones actuales y aumentarlas,
con el fin de completar series, incluso adquirir series anteriores, según
lo permita el presupuesto de cada uno.
Un método muy difundido de coleccionar sellos es el de coleccionarlos
por temas. La elección de una temática es bien amplia y variada,
pues no existe tema humano imaginable que no haya sido honrado por la filatelia.
y que identificación más agradable para un deportista que
comienza a coleccionar sellos, al ver que puede seguir disfrutando de todos
sus deportes favoritos, o uno en particular, reflejados en su colección
temática. Y lo mismo sucede con un miembro de los Boy Scout, un pintor,
un jinete o un religioso. Si fuese usted miembro del Club de Leones o es
Rotario, amante de los peces o las aves, si gusta del colorido de las mariposas
o se ha desenvuelto dentro del mundo ferrocarrilero, si toca algún
instrumento musical, encontrará en el coleccionismo temático
una prolongación de lo que usted ama, coleccionando sellos que se
identifican con su tema favorito.
Anímese a coleccionar sellos. Comience a pedirles a todos sus familiares
y amigos que le guarden las cartas que les lleguen. Vaya a una casa filatélica
y compre un paquete de sellos mezclados, que generalmente se venden muy
baratos. Acérquese a la oficina de correo local y, si posee sección
para filatelistas, mucho mejor, y comience a comprar los sellos recién
emitidos. Averigüe si en su localidad hay un club filatélico
y lléguese por el mismo para tomar ideas de otros coleccionistas.
Escoja el método o manera
que a usted más le plazca y convenga; pero eso sí, anímese
a coleccionar sellos y verá que usted también dirá
conmigo esto que se dice por acá: "Esto de coleccionar sellos
está en algo". |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 37 -
Diciembre 1984 - Número 12
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