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Estás leyendo parte de la revista de Septiembre de 1983
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Inglaterra fue el primer país en emitir sellos, los que fueron
puestos a la venta y en circulación el día 6 de mayo de 1840,
y llevaban impresa la cabeza de la Reina Victoria a la edad de 15 años.
Dos fueron los sellos emitidos: de un penique, en color negro, y de dos
peniques, en color azul. Al primer sello, por haber sido impreso en color
negro, se le conoce con el sobrenombre de el "penique negro" (penny
black ). A Sir Rowland Hill, maestro de escuela y estudioso del sistema
postal inglés, se debe la invención o creación del
primer sello postal, para de esta forma cobrar previamente el costo del
servicio de correo. Anteriormente, la correspondencia se pagaba al ser recibida
por el destinatario. El primer país en nuestro continente (y el tercero
en el mundo) en tener sellos fue Brasil, que hizo su primera emisión
el día 1° de julio de 1843.
La filatelia es la ciencia que trata del Coleccionismo de los sellos postales;
y aunque puede considerarse filatelia al simple hecho de guardar y conservar
sellos, no se llena a cabalidad el significado de la palabra filatelia si
no se coleccionan los sellos con cierto orden, arte y estudio. A los que
coleccionan sellos se les denomina filatelistas, y es un filatélico
aquél que comercia con sellos.
Generalmente, se divide a los filatelistas en tres categorías: principiante,
medio y avanzado. Los sellos pueden ser coleccionados en diferentes formas
y maneras, pero las más usuales son: las cartas enteras con el sello
o sellos que sirvieran para su franqueo, los sellos usados o cancelados
tras despegarlos de las cartas y los sellos nuevos, con su pegamento original,
tal y como los venden en las oficinas de correo.
Para despegar un sello de una carta franqueada, se recorta de la misma un
pedazo mayor que el tamaño del sello, a fin de no cortar o dañar
el mismo; se sumerge en agua el pedazo de sobre con el sello adherido; se
espera 5 ó 6 minutos; se despega el sello del papel y nuevamente
se sumerge en agua limpia por dos minutos. Para secar los sellos, se van
retirando del agua limpia y se les coloca sobre hojas de papel absorbente
con la parte impresa hacia abajo. Cuando se note que los sellos están
casi secos, se les debe poner otra hoja encima, a fin de que entre las dos
hojas de papel queden planchados al secarse definitivamente.
Es aconsejable el coleccionar o guardar los sellos de una manera ordenada.
El libro clasificador es usado para guardar los sellos dentro de las bolsas
que traen sus páginas. Para sellos nuevos, se recomienda un clasificador
con bolsas de acetato; para los que estén usados, se puede usar un
clasificador con bolsas de cartulina. Si, por el contrario, decide seriamente
coleccionar sellos, debe comprar o hacer un álbum para montar o pegar
sus sellos. Claro está
que, lo más fácil es comprar un álbum, en el cual ya
aparece un espacio enmarcado con la reproducción fotográfica
del sello que debe colocarse encima. Existe una gran cantidad de casas dedicadas
a la confección de estos álbumes, ya sea para coleccionar
sellos de un país específico, de los países de un continente
o para coleccionar sellos de todos los países del mundo. También
se publican álbumes para coleccionar sellos sólo sobre una
temática (éstos pueden ser sobre aviación, o sellos
en los que aparecen aviones; sobre la flora, o sellos en los que aparecen
flores, etc.). Por casi treinta
años, he preferido utilizar las carpetas de anillas, hojas en blanco
y cualquiera de los varios catálogos que existen. De esta manera,
cualquier coleccionista, con un poco de imaginación y arte, dando
o poniendo algo de la habilidad y gusto personal, podrá lograr desarrollar
una colección que le resulte interesante a todo el que la vea. Como
las hojas son intercambiables, cualquier error puede fácilmente ser
corregido con sólo desechar la hoja y reemplazarla por otra corregida.
Siguiendo el orden cronológico
de aparición de los sellos, he preferido el ir montándolos
en series completas, sin separar los sellos de correo regular de los de
correo aéreo, aunque sí colocándolos en orden ascendente,
de acuerdo a su valor facial. |
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Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 36 - Septiembre
1983 - Número 9 |
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