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Estás leyendo parte de la revista de Noviembre de 1982
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Existen
indicios de que mucho antes del arribo a nuestras tierras, bañadas
por el Mar de las Antillas, del Almirante Cristóbal Colón
Fontanarosa, ya se practicaba por los nativos un juego de entretenimiento
no competitivo muy parecido a este deporte que hoy practicamos, casi convertido
en deporte nacional de los pueblos pertenecientes al Caribe, Norte y Centro
América.
Y si bien en nuestros países
se viene practicando el béisbol desde hace muchos años en
una forma abundante, popular y organizada, coincidimos con el criterio expresado
por varios estudiosos de este deporte, cuando citan 1914 como la fecha más
importante para el béisbol latinoamericano. Ese año fue cuando
por vez primera recibieron reconocimiento pleno los valores de nuestros
jugadores, al ingresar en grandes ligas el primer lanzador latinoamericano,
el cubano Adolfo Luque, cuya trayectoria triunfal en muchos aspectos aún
no ha sido superada. Otros lanzadores estrellas fueron los cubanos Emilio
Palmero, Oscar Tuero, José Acosta, Pedro Dibut, René Monteagudo,
Tomás de la Cruz y otros; el venezolano Alejandro Carrasquel, el
mexicano Jesé Flores y el puertorriqueño Hiram Sithorn.
Guiado por las pocas obras que sobre
la participación de los jugadores nuestros en las grandes ligas de
los Estados Unidos se han publicado, se puede aseverar, sin temor a dudas,
que el primer hispanoamericano en participar en dicha liga fue el cubano
Esteban Sellan, jugando con los Troy Haymakers en 1871 y 1872, ya que no
aparecen otros hispanos hasta el año 1902, en que el colombiano Luis
Castro aparece jugando para los Atléticos de Filadelfia.
En el corto espacio de que disponemos
es casi imposible resumir la labor de los jugadores hispanoamericanos, porque
es muy bueno y profesional el béisbol que se juega en todos nuestros
países a nivel local, a nivel de Centro América y el Caribe,
a nivel de grandes ligas junto a los mejores jugadores norteamericanos.
Se necesitarían páginas enteras para hablar de los dominicanos
Felipe y Mateo Rojas Alou, Julián Javier, Ricardo Carty, los cubanos
Tony Taylor, Orestes Miñoso, Tony Oliva, Tany Pérez, el venezolano
Luis Aparicio, los puertorriqueños Roberto Clemente y Orlando Cepeda,
el mexicano Fernando Valenzuela y tantos otros. No creemos que nuestras
autoridades postales hayan honrado a nuestros jugadores en el grado que
ellos se merecen. Estamos en favor y compartimos las ansias de los fanáticos
beisboleros, de ver homenajeados a más de nuestros jugadores mediante
la dedicación de una serie de estampillas dedicadas por cada país
a sus jugadores. y también, por qué no, a los jugadores de
otros países hermanos que abrieron las puertas de las grandes ligas
a ese gran cúmulo de jugadores hispanoamericanos que hoy en ellas
participan... Los que gustan de coleccionar sellos que se relacionan con
el béisbol, se han alegrado con la emisión reciente por la
Oficina Postal de los Estados Unidos, de varios sellos honrando a sus más
valiosos jugadores, en especial, con el sello que honra la memoria de un
gran jugador puertorriqueño y hombre de inquietudes humanitarias,
Roberto Clemente. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 35 -
Noviembre 1982 - Número 11
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