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Bogotá, Buenos Aires, Lima |
por Ignacio A. Ortiz-Bello
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Nuestra visita filatélica a varias capitales de Hispanoamérica,
ha servido para acercarnos más a la realidad de lo que sucede a nuestros
países, no para hablar basados en información de segunda mano,
sino para poder tener contacto directo con los filatelistas, los comerciantes
filatélicos, las autoridades postales y los que de una manera oficial
o extraoficial representan a la filatelia en estos países.
Personalmente tendríamos que agradecer a la parte humana de varios
filatelistas: Leo Temprano, Sierra Rojas, Oscar Salazar, Nelson Camargo,
José Gustavo Paba, Luis Raúl Rodríguez, Hugo Coggel
en Colombia; los hermanos Héctor y Jorge Janson de Numismática
Buenos Aires, Isidor, Jakubowicz, Román Benavent, Carlos Vielro,
José A. Brovelli y el atento Heros Petrossian en Buenos Aires; Pedro
Castre Andrade y Juan G. Bustamante en Lima. Realmente ellos mostraron el
verdadero espíritu de la Filatelia, sirviendo como vínculo
di unión y hermandad entre los hombres de todo el mundo.
Pero un pequeño grupo de hombres que trabaja, de filatelistas que
están conscientes de su responsabilidad para con sus colegas no es
suficiente para hacer andar el engranaje tan amplio que este mundo filatélico
requiere, motivando que quien sea un poco observador y experimentado en
este campo. note que más que vida. actividad y superación,
lo que hemos encontrado es una filatelia moribunda, enclaustrada. elitista
y sin ánimos de superación alguno.
De joven tuve la triste experiencia de ver cómo un dirigente político
en mi país se dedicó a la tarea de poner a toda la nación
a plantar árboles: un árbol por cada ciudadano. Y así
casi que se logró. Otras tareas y otras metas sustrajeron a la población
del cuidado de aquellos árboles plantados y casi todos murieron.
Fue un fracaso total.
Está muy bien que en diversas ocasiones se crearan y se pusieran
en efecto programas de difusión y enseñanza de la filatelia
orientados a la juventud.. está muy bien el que alguna que otra vez
se invite a los colegios a visitar una exposición filatélica,
aplaudimos el esfuerzo de publicar una revista o un programa en la radio
para dar noticias del acontecer filatélico y podríamos enumerar
otras actividades que merecen nuestro aplauso y felicitación; pero
de nada vale todo esto si no ha tenido continuación, si todo se ha
quedado en el pasado. si no se ha continuado orientando a los jóvenes
que se han iniciado.
Quizá canse, pero una y otra vez hemos de sugerir, de recomendar,
la creación, de más sociedades filatélicas juveniles,
de más grupos juveniles asociados a las sociedades filatélicas,
de más grupos en las escuelas. Pero hay que mantener contacto con
ellos. hay que ayudarlos, no se les puede dejar huérfanos. De lo
contrario. sin esta sangre nueva, la filatelia en nuestros países
continuará siendo patrimonio exclusivo de un grupito, avaro, enclaustrado,
vanidoso, egoísta, languideciendo con el de cursar del tiempo, de
espaldas a la realidad candente, activa, que puede aportar a todo hombre
el acercarse aun niño para tenderle la mano amiga.
Para finalizar, queremos reiterar nuestra más sincera actitud hacia
la filatelia en Hispanoamérica, y tal como personalmente ofreciéramos
nuestra humilde ayuda a los filatelistas en Bogotá, Buenos Aires
y Lima, aquí dejamos constancia de ello y de que tenemos fe en ustedes,
en vuestra labor y vuestra buena intención. Dios quiera que mis consejos
y crítica constructiva sean de beneficio a todos. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 35 -
Marzo 1982 - Número 3
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