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La Navidad Filatélica |
por Ignacio A. Ortiz-Bello (AHPFN)
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Cada año, al celebrarse la Natividad del Niño Dios, el mundo
asume una postura de alegría nueva y adorna sus calles, edificios,
vitrinas, árboles y casas a fin de hacer palpable su alegría.
Alegría que comparten miles y miles de filatelistas alrededor del
mundo, pues casi un centenar de países hoy día emite anualmente
sellos alusivos a tan grande ocasión, sellos que muy pronto van llenando
las páginas de su álbum para darle a todos la oportunidad
de participar en esa alegría renovadora.
Canadá fue el primer país emisor de un sello alusivo a la
Navidad, no precisamente dedicado a honrar la fiesta navideña, ya
que con el mismo se conmemoraba el establecimiento de una tarifa postal
uniforme a todo el imperio británico, lo cual coincidió con
la celebración de la Navidad del año 1898. Después,
siete años más tarde, con un motivo netamente navideño
y fines humanitarios, Rumanía emitió un sello en el que aparece
un ángel anunciando el nacimiento del Niño Dios.
Paralelamente y también a principios de siglo, durante las festividades
de la Navidad, un empleado del correo dinamarqués llamado Einar Holboll
tuvo la feliz y humanitaria idea de pedir al gobierno que emitiera un sello
de uso voluntario, para ser usado en la correspondencia durante los días
festivos de la Navidad, con el cual recaudar fondos para los necesitados,
los enfermos de tuberculosis, etc. El rey Cristian IX acogió con
gran entusiasmo la idea y lo dispuso todo a fin de hacerla una realidad.
Y en la Navidad correspondiente al año 1904, el Correo de Dinamarca
emitió un sello para uso voluntario por un período de 30 días,
que llevaba impresa la efigie de la reina Luisa, en hojitas de 50 sellos
y con un valor de 2 ore cada sellito.
El autor del sellito de Navidad nombrado Einar Holboll se sentía
el hombre más feliz de Dinamarca, su idea era realidad y muy pronto
se convirtió en una figura muy popular en su país, pues también
otros países le imitaron con Suecia a la cabeza en 1905, Noruega
en 1906 y después Bélgica, Suiza y Holanda.
Einar Holboll fue condecorado en 1909 por el rey de Dinamarca y ascendido
a Director de Correos de Charlottenlund, también Suecia e Italia
le concedieron honores y en 1924 tuvo el placer de asistir a la Convención
de la American Tuberculosis Association en la ciudad de Atlanta, Estados
Unidos. Einar Holboll falleció en el año 1927 y le fue erigido
un monumento donde se leía: "Al padre de los sellos de Navidad".
Los sellos Antituberculosos, nombre con el que comúnmente se les
conoce, son emitidos con carácter semi-postal para uso durante la
festividad navideña en muchos países; en otros, instituciones
caritativas y de lucha contra la tuberculosis,
emiten sellos sin valor postal y de adquisición enteramente voluntaria,
para recaudar fondos. También y coincidiendo con los meses en que
se "palpa" la alegría navideña, instituciones de
ayuda a los ciegos, escuelas para huérfanos y niños pobres,
organizaciones de lucha contra diversas enfermedades, se valen de la venta
voluntaria de sellos para adquirir fondos con los cuáles sostener
su humanitaria labor.
El coleccionismo de sellos navideños, emitidos por el correo de muchos
países para uso postal, constituye una temática muy bella
y popular entre la generalidad de los filatelistas, casi pudiéramos
decir que es la que con más adeptos cuenta. El enriquecer una colección
con los sellos semipostales y los no-postales, cosa que se ha puesto muy
de moda, es en nuestra opinión una idea muy loable y bella, pues
así se contribuye con las organizaciones que emiten estos sellos
y al mismo tiempo añadimos colorido a nuestra colección. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 32 -
Diciembre 1979 - Número 12
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