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¿Qué necesita un filatelista? |
por Ignacio A. Ortiz-Bello
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Lo mismo que todo juego tiene sus reglas, esto de coleccionar sellos y
convertirse en un filatelista también tiene sus exigencias, aunque
las que he de mencionar en esta colaboración serán sólo
las necesarias para el mejor mantenimiento, manipulación, clasificación
y disfrute de sus sellos a todo el que seriamente se ha adentrado en el
mundo de la filatelia. Catálogo. Es tan
necesario poseer un catálogo del país o países que
se coleccionan, aun cuando este sea una edición de dos o tres anos
atrás, que sin el mismo no tendremos a mano informaciones tan importantes
como fecha de emisión del sello, valor facial y valor filatélico
del sello, características únicas que puedan diferenciar a
un sello de otro, papel, color, sistema de impresión y perforación,
en fin, todo lo que nos pueda ser útil para la comprobación
al clasificar un sello. Pinzas. Siempre especifico
que sean pinzas filatélicas sin punta ni filo que puedan dañar
el sello, pues la manipulación de sellos nuevos y aún los
usados con manos sucias o sudadas, como sucede en nuestros países
tropicales, pueden dañarlos. Lupa. Para
un estudio detallado de las características de un sello, se hace
imprescindible la utilización de una lupa. Hasta que un coleccionista
de sellos no se haya encontrado un sello raro o valioso gracias a su lupa,
no adquiere conciencia de lo que la misma representa para él.
Escala de perforación. Es una regla en la cual
vienen impresos los distintos tamaños de perforación que se
utilizan en los sellos. En ocasiones un sello se ha reimpreso varias veces
y sólo el tamaño de la perforación ha variado, siendo
casi imposible sin la ayuda de esta escala (Odontómetro) el diferenciar
unos de otros. Filigranoscoplo. Sirve para detectar
la marca de agua hecha al papel cuando se fabricó. Es una cubeta
negra en la cual se deposita el sello con la parte impresa hacia abajo,
se le añaden unas gotas de bencina sobre el sello y de inmediato
aparece la marca o filigrana que la fábrica estampara en el papel.
También este método es útil para identificar un sello
de otros iguales cuando sólo la marca de agua puede diferenciarlos.
Álbum. Da buena impresión contemplar
una colección de sellos montada en un álbum, ya sea de confección
propia o comprado en una casa filatélica. Hemos visto muy buenas
colecciones de sellos guardadas en cajas de tabaco, cajas de zapatos, sobres
plásticos, libros clasificadores y de otras tantas maneras que nos
hieren la sensibilidad filatélica. Tan bello como es poder mostrar
una colección importante o modesta montada en un álbum y lo
entretenido y relajante que es montar nuestros sellos. Esto forma parte
primerísima del alma de la filatelia.
Sólo cuando un coleccionista aprende a utilizar los materiales mencionados
aquí, cuando se hace el hábito de estudiar, manipular, clasificar
y montar debidamente sus sellos, podrá llamarse filatelista y disfrutar
de este maravilloso mundo de la filatelia. |
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Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 32 -
Octubre 1979 - Número 10
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