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FILATELIA |
por Ignacio A. Ortiz Bello (AHPFN) |
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Automóviles en sellos |
Hace
sólo dos años, en Abril de 1977, se emitieron por España
cuatro sellos mostrando automóviles antiguos de fabricación
española, coincidiendo y para dar mayor lucimiento al XII Salón
Internacional del Automóvil, celebrado en Barcelona. Este acontecimiento
filatélico, realizado con anterioridad por muchos otros países,
ha dado un fuerte impulso al coleccionismo de automóviles en sellos
entre los filatelistas españoles e hispanoamericanos.
El coleccionismo o temática de automóviles en sellos, es muy
popular entre los filatelistas de los Estados Unidos, país que cuenta
con varios sellos dentro de esta temática; en Europa también
se coleccionan mucho los sellos con motivos relacionados al automóvil,
las carreras en autos y la historia automovilística, muy especialmente
los sellos de Mónaco, Italia y Francia que se han ocupado mucho de
esta temática.
Con el descubrimiento de las posibilidades energéticas del vapor
surgió inmediatamente la idea de aplicarlo a la locomoción.
En 1759 el ingeniero Robinson elaboró un proyecto para la construcción
de un carruaje movido por vapor. También Watt describió en
1754 una máquina de vapor con este objetivo.
Pero el primero en realizar un modelo capaz de recorrer una distancia por
sus propios medios fue el ingeniero francés Nicolas Joseph Cugnot.
Se trataba de un triciclo movido a vapor en el que la rueda delantera era
motriz. Estaba pensado para arrastrar piezas de artillería y podía
desarrollar una velocidad de 6 kph. Esto ocurrió en 1771 y años
más tarde la Revolución haría abandonar el proyecto.
Sin embargo, no iba a ser el vapor la dirección que tomaría
el desarrollo de la historia automovilística. En efecto, la autonomía
de los vehículos de poca potencia era muy escasa para los motores
de vapor. Se trataba de encontrar una fuente motriz de superior rendimiento.
Esta resultó ser el motor de combustión interna, basado en
un idea de Lebon, que en 1801 presentó una patente en la que se describía
un motor cuyo funcionamiento estaba basado en la expansión de una
mezcla de aire y gas inflamado. Sin embargo, el motor de explosión
no será una realidad hasta 1858, gracias a los trabajos de Joseph-Etienne
Lenoir, quien en 1863 aplica su motor a un vehículo en forma de triciclo,
acoplándole el motor actual de dos tiempos.
En Alemania Siegfrid Marcus realiza en 1864 un vehículo de cuatro
ruedas equipado con un motor Lenoir y en 1875 un modelo basado en el anterior
con un motor de un sólo cilindro, cuyas características esenciales
son muy parecidas alas de los actuales automóviles, entre ellas la
introducción del encendido eléctrico. El triciclo de Karl
Benz, de 1885, representa también un progreso considerable. Y es
así como nació el automóvil, así se inició
la gran industria que revolucionara Henry Ford con su producción
en cadena, así comenzó la historia automotriz que tantos países
han recogido en sus sellos y que ha dado a los filatelistas la oportunidad
de disfrutar de una muy interesante temática. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 32 -
Septiembre 1979 - Número 9
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