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Los filatelistas que viajan pueden proporcionar mayor interés
personal a sus álbums tomando fotografías idénticas
a los diseños en sus sellos |
Por Ernest A. Kehr, F.R.P.S.L.
Redactor de filatelia, New York, Herald Tribune |
EL COLECCIONISTA de estampillas que posea una cámara,
pero que no la ha usado en sus actividades filatélicas, me recuerda
al hombre que tiene el sótano de su casa lleno de herramientas motrices
y que sólo las emplea para cortar leños con que prender la
chimenea.
Hoy día la fotografía puede considerarse como el instrumento
más valioso de que dispone un filatelista para proporcionar mayor
belleza e interés a sus álbums, y para ayudarlo a estudiar
mejor las estampillas que aquéllos contienen.
Actualmente hay unos cuantos filatelistas adinerados que se están
valiendo de los servicios de fotógrafos profesionales para obtener
las fotos que desean -y están pagando un alto precio por estos servicios.
Algunos individuos están haciendo esto ellos mismos, pero el potencial
que encierra la combinación de la fotografía y la filatelia
no se ha comenzado a explotar de lleno todavía. |
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El uso de un filtro adecuado para absorber el color del sello
permite estudiar sobreimpresiones para saber si con legítimos |
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Los filtros fotográficos también hacen resaltar
aquellas marcas postale difíciles de ver y de identificar con absoluta
exactitud |
Mediante fotografías ampliadas puede el filatelista
estudiar detalles y distinguir entre un espécimen genuino y uno falso |
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Casi cualquier persona con una cámara y con conocimientos rudimentarios
sobre su uso puede esperar extraordinarios resultados con un mínimo
de práctica.
El uso de una cámara lo ayudará grandemente a aumentar el
atractivo de sus álbums. La tendencia moderna de usar sujetos pictóricos
para las estampillas se presta para la combinación de fotos con los
sellos de una colección.
No importa si dispone Ud. de una cámara barata de tipo de caja o
de un costoso aparato acompañado de un baúl lleno de accesorios.
Mediante el uso inteligente de lo que tiene Ud. pronto podrá convertir
su álbum de estampillas en algo que no sólo habrá de
fascinarlo a Ud. sino a cualquiera que examine sus páginas.
El objetivo básico de una colección de sellos es contar la
historia de los especimenes que contiene.
La mayoría de los coleccionistas visitan lugares o edificios que
se han usado como sujetos para el diseño de una estampilla. Si se
lleva la cámara consigo y toma una foto de esa escena, preferiblemente
desde el mismo ángulo que se muestra en la estampilla, se obtendrá
una fotografía que puede montarse en la misma página donde
se encuentra el sello correspondiente, a fin de proporcionarle un toque
personal de gran interés humano.
La cámara soluciona el más grande de los problemas que confronta
el coleccionista. Este se halla interesado en ambos lados de la cubierta
(sobre papel de envolver o tarjeta postal). Sin embargo, a no ser que uno
quite una cubierta de una página cada vez que quiera ver el dorso
o corte el sobre para abrirlo y lo monte de plano sobre la página
(destruyendo así su valor), no puede uno satisfacer su curiosidad.
La cámara soluciona este problema. Haga una foto de igual tamaño;
móntela directamente bajo el frente de la cubierta y nunca tendrá
que hacer conjeturas acerca de las marcas en el dorso.
Pero, en realidad. es en el campo avanzado de la filatelia donde la cámara
fotográfica ha dado prueba de su verdadero valor, adaptabilidad y
versatilidad.
Ordinariamente. sólo se necesita un buen vidrio de aumento para descubrir
defectos de impresión, impresiones mal registradas. rajaduras en
las placas. diferencias en los troqueles y en el papel. marcas al agua.
así como reparaciones o cualquier otro pequeño detalle que
continuamente busca el filatelista hecho y derecho.
Pero el trabajar con un vidrio de aumento, el cual a menudo permite ver
solamente una porción de la estampilla, es muy aburrido. Por otra
parte, el hacer una fotografía de la estampilla y luego estudiar
una impresión ampliada elimina este inconveniente. |
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Se puede fotografiar cada página de un álbum
para tener una identificación en caso de robos o pérdidas |
Para exámenes ordinarios, el filatelista fotógrafo sólo
necesita una foto corriente de una estampilla o una cubierta, de la cual
se hace una impresión ampliada de 5" x 7" ó de 8"
x 10".
Para ello se sacan copias de la manera corriente, usando película
de alto contraste y fotografiando la estampilla contra un fondo negro a
fin de que todas las muescas de los bordes resalten con claridad. Para mayor
conveniencia, yo guardo los trozos de papel negro que vienen entre las piezas
de película cortada que compro. Luego coloco las estampillas que
quiero fotografiar sobre dicho papel negro. Al enfocar, hago que la hoja
de papel llene exactamente el vidrio esmerilado. De esta manera tengo la
seguridad de que las imágenes de mi negativa tendrán el mismo
tamaño sin tener que efectuar ninguna otra medición. Luego
puedo hacer una impresión de contacto y obtener un duplicado fotográfico
o efectuar una ampliación de cualquier tamaño hasta de 11
x 14" o mayor, si así lo deseo.
Sin embargo, es la habilidad que tienen las emu1siones para negativas de
"ver" lo que el ojo humano no puede observar lo que hace que la
fotografía sea un auxiliar tan importante del filatelista.
Cuando se imprime una estampilla en papel rosado, amarillo, verde, azul
o pardo, es completamente imposible examinarla visualmente sin forzar la
vista.
Las emulsiones, sin embargo, reproducen en blanco y negro hasta los detalles
más insignificantes. Tome Ud., por ejemplo, la estampilla austríaca
de un kreutzer que se imprimió en 1850. Por más de 60 años
los filatelistas han estado estudiando esa estampilla a caza de pequeñas
diferencias de diseño que proporcionen indicaciones sobre la impresión
original de los clichés. En 1940 más o menos, el finado Félix
Brunner decidió utilizar la fotografía. Estudiando impresiones
en blanco y negro de esta estampilla de color amarillo pálido descubrió
más acerca de ella en media década de lo que habían
averiguado sus predecesores en tres generaciones. |
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Se puede sacar fotomicrografías fijando un vidrio
de aumento frente al lente corriente de la cámara |
Este sencillo soporte, muy fácil de construir, proporciona
la alineación adecuada para tomar las fotos |
Un surtido de filtros para el lente de la cámara ayuda
al fotógrafo grandemente en sus estudios filatélicos.
Con frecuencia el timbre de correo es tan importante como la estampilla
en sí; sin embargo, a menudo es imposible ver claramente el texto
de ese timbre, debido a que el color de la estampilla es demasiado subido
u obscuro.
Fotografiando la estampilla a través de un filtro que absorbe el
color de la estampilla básica, la copia obtenida hará resaltar
el timbre de correo de manera clara y fácilmente legible.
Lo mismo se aplica a estampillas con sobreimpresiones. Frecuentemente el
valor de una estampilla con sobreimpresión es mucho mayor si esta
última se ha hecho con una placa sobrecargada que incluya variedades
menores de tipos de letras. Estas variedades a menudo son muy diminutas.
Una fotografía de la estampilla en cuestión, tomada a través
de un filtro, revela claramente la identidad exacta de la sobreimpresión.
Después de un poco de práctica, el filatelista pronto aprende
ciertas técnicas que lo ayudará en otras formas.
Supongámonos que no puede descubrir mediante métodos normales
de inmersión en tetracloruro de carbono o bencina si una estampilla
tiene marca al agua o no. La cámara le proporcionará una respuesta
infalible. Coloca él la estampilla en su marco para copiar entre
dos piezas de vidrio transparente, la ilumina desde atrás, y luego
usa un filtro del mismo color que la tinta empleada para imprimir la estampilla.
Si el papel es a marca de agua, el diseño aparecerá en la
negativa; si no tiene marca a agua, sólo verá la textura del
papel.
Se usa este mismo método para determinar el tipo de papel sobre el
cual se imprime la estampilla: tejido, laminado, de cuadrilla, batonné,
etc. También podría usarse para examinar la condición
de una estampilla. Hasta la rotura más insignificante que haya sido
hábilmente reparada resalta en la fotografía
No hay accesorio más eficiente para descubrir estampillas falsas
que la cámara y la ampliadora fotográficas.
Sacando una ampliación de 8" x 10" de una estampilla que
se sabe que es genuina, y luego sacando una ampliación de tamaño
similar de otra estampilla dudosa, el filatelista-fotógrafo puede
determinar inmediatamente las diferencias entre la una y la otra, no importa
lo insignificantes que sean.
Uno de los usos más valiosos y prácticos a que puede someterse
una cámara es para el registro de una colección. Haciendo
copias fotográficas de cada página del álbum dispone
uno de una referencia permanente de las estampillas que posee. En caso de
robos o de pérdidas, un registro semejante ayuda grandemente a recobrar
la colección perdida o a llegar a un arreglo con la compañía
de seguros.
Actualmente algunos famosos coleccionistas están sacando diapositivas
de 35 mm. de sus estampillas; las usan cuando dictan conferencias ante organizaciones
de filatelistas. En tales conferencias el exhibir las estampillas reales
sólo satisface a aquellas personas sentadas muy cerca del que habla.
Pero usando diapositivas y proyectándolas en una pantalla, todos
pueden verlas con entera claridad.
Los usos a que puede someterse una cámara en la filatelia son innumerables.
Cada individuo gradualmente puede desarrollar métodos de su propia
cosecha, a fin de satisfacer sus requerimientos personales. Pero ya sea
que se confine a métodos ordinarios o a experimentos con nuevos métodos
desarrollados por él, habrá siempre de obtener gran satisfacción
y provecho combinando sus actividades fotográficas con su afición
a la filatelia. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 22 -
Febrero 1958 - Número 2
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