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Estás leyendo parte de la revista de Agosto de 1978
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Notas útiles II |
por Ignacio A. Ortiz-Bello (AHPFN)
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Un amigo filatelista me mostró días atrás
un bello bloque de 16 sellos, todos ellos perfectamente unidos y en condiciones
muy buenas. Su alegría por haber encontrado este bloque de época
colonial le llevó a mostrarlo a todo filatelista con quien hablaba,
hasta que ocurrió un hecho lamentable que deseo sirva de ejemplo
a mis lectores. Todo sucedió sin la más mínima mala
intención, pero desgraciadamente cuando mostraba el bloque a un coleccionista
amigo, se desprendieron varios sellos parcialmente, restándole valor
a tan magnífica pieza.
La manipulación de los sellos tiene que ser muy delicada y cuidadosa.
Es necesario que quienes se decidan a coleccionar sellos se percaten de
que todos y cada uno de estos papelitos dentados o sin dentar, deben ser
considerados como pequeñas ogras de arte, mereciendo el trato y el
cuidado que toda obra de arte requiere. |
ALA DEL AVION ROTA
300 PERDORADOS
200 IMPERFORADOS |
El sudor de las manos, alguna suciedad que en las mismas tengamos,
son enemigos de los sellos, principalmente cuando de sellos nuevos se trata
a fin de que mantengan su goma original. Es necesario acostumbrarse a utilizar
pinzas para manipular los sellos, También hay que tener cuidado con
el filo de las puntas de las pinzas, que puede estropear los sellos.
La luz, el calor y la humedad son otros enemigos de los sellos. Debemos
saber qué males pueden ocasionar y cómo proteger nuestros
sellos de tan terribles enemigos. La luz es funesta a toda obra de arte
y por ende a los sellos. La luz mata o atenúa la frescura de los
colores ; la luz da tonalidades al papel que lo hacen lucir mal; la luz
quema el sello y le da un color que no corresponde al que realmente se utilizó
en su confección.
El calor y la humedad trabajan juntos la mayor de las veces, sobre todo
en nuestros países de clima tropical, y hacen posible que en los
sellos aparezcan manchas de hongos. Estos últimos, quizás,
los más temidos enemigos del sello. La "oxidación"
del papel es conocida por "Mancha Tropical". La humedad por sí
sola es enemiga de los sellos nuevos. Guardar sellos en lugares húmedos
proporciona que se pequen unos a otros y se tenga que recurrir al agua para
despegarlos, perdiendo por ello la goma original que los hacía más
valiosos.
Claro que esto de familiarizarse con los sellos durante una correcta manipulación
tiene grandes beneficios, ya que los sellos que se escojan para nuestra
colección serán los mejores. Con esto se aprende a saber qué
sellos poseemos y cuáles nos faltan. Vamos sabiendo qué motivo
trae impreso cada sello, qué representa ese motivo, por qué
se emitio el sello; y los más agudos en la observación, pueden
en varias oportunidades descubrir errores y variedades en algún sello,
lo cual, en algunas ocasiones, ha servido para sacar de la pobreza a más
de un coleccionista de sellos.
Recientemente
adquirí dos sellos de Cuba en una casa filatélica de New York.
Pagué por ellos 10 dólares, y estos mismos sellos fueron vendidos
más tarde por 200 dólares a un filatelista especializado en
sellos de Cuba, residente en República Dominicana. De uno de estos
sellos sólo existen trescientas copias y del otro doscientas.
En cuando a mi, no pasa sellos por mis manos que no estudie detalladamente.
Esta práctica en Cuba me llevó a adquirir muy buenos sellos,
y más tarde, durante mi residencia en España, tuve el honor
de descubrir un error en cada hoja de 50 sellos, en el segundo sello de
la Serie de Escudos, correspondiente a la provincia de Albacete. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 31 -
Agosto 1978 - Número 8
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