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EL Teléfono se inventó en Cuba |
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Por Ignacio A. Ortiz-Bello
Raúl Pérez
trabajó para la Compañía Telefónica de Cuba,
allá todos lo conocían por "el americano". Su hija
Martica Pérez Gutiérrez es hija de mi prima Marta Gutiérrez
Bello. El ya fallecido Raúl Pérez, trabajó para la
compañía de teléfonos, a principios del exilio, aquí
en Miami. Raúl Pérez es el inventor de un aparato que utilizan
los trabajadores telefónicos, esos que vemos encaramados en los postes
telefónicos pero, como trabajaba para la compañía de
teléfonos, nunca se le reconoció su invento. |
Antonio Meucci |
Antonio Meucci era un italiano, de Florencia,
nacido en esa ciudad por el año de 1807. Meucci vino a La Habana
entre 1835 y 1840. Junto a otros italianos, estaban contratados para perfeccionar
trabajos de acústica en el Teatro Tacón. Parece que la esposa
de Meucci era bastante enfermiza y, con el objeto de poder comunicarse con
su esposa, en habitación no muy lejana de donde él trabajaba,
inventó un aparato electrónico de comunicación, su
"teletrofono" para mediante cables y electricidad, llevar su voz
hasta donde se encontraba su amada enferma.
Una vez terminado su trabajo en el
Teatro Tacón de La Habana, por la cercanía y el atractivo
que la ciudad de New York ejercía sobre los italianos, decide junto
a su esposa, año de 1845, emigrar hacia la gran ciudad. Nosotros
los cubanos y, casi todos los que esto leen, sabemos las penurias que un
inmigrante pasa al llegar a tierras extrañas, sin amigos, sin dominar
el idioma, con una esposa enferma; solo cargado de proyectos e ilusiones.
Con el poco dinero que tenía,
Meucci trato de patentar su invento pero, el alto costo del proceso de patentar,
sólo le permitió obtener un Caveat o "descripción
de un invento no perfeccionado todavía, archivada en la Oficina de
Patentes en Washington", documento provisional hasta poder conseguir
el dinero para el tramite de patente.
Pero el tiempo pasa, la situación
económica y de salud no le favorecen, hay que resolver la situación
y Antonio Meucci decide, en 1874, entregar toda la información de
su "teletrofono"a la empresa Western Unión Telegraphs.
En 1876, el gran falsante Alexander
Graham Bell, el mismo que todos reverenciamos y homenajeamos como gran inventor,
obtiene patente oficial por su "teléfono", pasando hasta
nuestros días como uno de los hijos predilectos de la nación
americana. Antonio Meucci, a quien nunca se le reconoció su invento,
murió pobre en 1889, sin que nadie le reconociera su talento, abandonado
de todos, traicionado por la Western Unión Telegraph y Alexander
Graham Bell.
Muchos años han pasado, pocos
hemos sido los que nunca abandonamos la causa de un reconocimiento a Meucci,
ya muchos decían que era causa perdida pero, no ha sido así,
sus compatriotas italianos "siempre lo reconocieron como inventor del
teléfono", los que se agrupan en derredor del Músico
Italiano de New Jersey a la cabeza y otros, tras muchos años de lucha,
consiguieron que se revelaran los turbios manejos de Alexander Graham Bell
cuando trabajaba en los Laboratorios de la Western Unión.
Alexander Graham Bell ha quedado desprestigiado,
como un gran falsante, se ha hecho justicia y, en sesión de 15 de
Junio de 2002, el Congreso de los Estados Unidos de América, en su
107th. CONGRESS, 1st. session, Resolution 269, reconoce que: Antonio Meucci,
Invento en La Habana y perfeccionó en New York, un aparato electrónico
de comunicación al que llamó "teletrofono".
Así mismo, en esta Acta del
Congreso, se aclara que Graham Bell trabajaba en el mismo laboratorio donde
se encontraba el proyecto de Meucci. Terminan pidiéndose reconzca
a Antonio Meucci como el inventor. |
Fuente: Ignacio A. Ortiz-Bello - Noviembre 2006 |
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