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Estás leyendo parte de la revista de Diciembre de 1994
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rtica y Medio Ambiente tienen en los sellos ecuatorianos bellas piezas, todo lo cual contribuye
por Ignacio A. Ortiz Bello - 40
años de periodismo
filatélico |
La
actividad filatélica ecuatoriana tal parece que se
ha estado mudando para la industriosa Guayaquil. Los que nos
encontramos lejos de la realidad filatélica ecuatoriana y aun los que
muestran cierto interés por ella, sólo tenemos noticias de lo que hacen
los muy activos dirigentes del Club Ecuatoriano de Coleccionismo en
Guayaquil, y es difícil leer una publicación filatélica donde no se
encuentre Mencionada su revista, “El Filatelista”, publicación que ha
tenido una muy buena acogida en el ambiente filatélico internacional.
Los que llegan a Quito por primera vez y para enterarse de dónde poder adquirír algunos sellos para su colección acuden a las páginas amarillas, en ellas encuentran tres o cuatro comercios alistados, se trasladan a estos comercios y, con la excepción de uno de ellos que está casi totalmente dedicado a filatelia, los demás sólo tienen parte de su comercio para atender a filatelistas no muy avanzados.
Si
la realidad filatélica de Quito no fuera otra, el parrafo anterior
desanimaría a cualquiera. Y es que es difícil y trabajoso el
introducirse en el mundillo filatélico quiteño; no es fácil encontrar a
quien comprar, tal parece como si los que comercian en sellos no
quisieran desprenderse de los que tienen
Al igual que me ha sucedido en otras grandes ciudades y capitales, sólo
visitando y haciendo amistad con los miembros de las sociedades
filatélicas, hablando con los empleados de las oficinas de correos,
investigando por aquí y por allá, es que se llega a conocer quiénes son
los que han estado acumulando sellos (también los que acumulan
billetes, monedas, postales, loterías) y una vez contactados los mismos
y en las más de las veces acompañados por quien nos facilitara sus
nombres, hemos visitado a comerciantes que trabajan desde sus casas, y
hemos encontrado en las mismas tan buen material en algunos casos, o
tanta cantidad en otros, que en verdad tengo que confesar que en el los
he encontrado los mejores negocios
El
quiteño se caracteriza por ser gente extremadamente amable y
sencilla; ellos tienen una Asociación Filatélica Ecuatoriana situada en
la calle Seymur y Rio Coca, Barrio Jipijapa, que puede parangonarse con
las mejores del mundo, con bello edificio propio, biblioteca, sala de
reuniones, cafetería y sobre todo con una membresía muy acogedora, que
le ayudará en todo lo que les sea posible
Otra de las muchas cosas que un extraño no verá es el alto número de
jóvenes filatelistas que hay en Quito, muchos de ellos agrupados en
torno a la figura del muy dinámico Carlos Farfán Chalén, Apartado
17-03-642, Quito, Ecuador, el cual siempre estará dispuesto a facilitar
el intercambio entre jóvenes filatelistas de Ecuador con jóvenes de
todo el mundo.
Visita obligada para los filatelistas que visitan la capital quiteña es
el Museo y Muestra Filatélica que funciona adjunto al Departamento de
Filatelia, en el edificio de Correos del Ecuador, Calle Eloy Alfaro No.
354, donde muy eficiente y gentil está su Jefe de Filatelia, el Sr.
Patricio López Cobo.
Los sellos de Ecuador son muy bonitos; la política de emisiones postales ha diso (salvo unas pocas) muy seria; el cambio de la moneda favorece la adquisición de sus sellos; temáticas como Antártica y Medio Ambiente tienen en los sellos ecuatorianos bellas piezas, todo lo cual contribuye a que sea atractivo el comenzar a coleccionar los sellos de Ecuador.
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Fuente: Revista Mecánica
Popular - Volumen 47 - Diciembre 1994 - Número 12 |
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