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Estás leyendo parte de la revista de Febrero de 1992
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Siempre hemos comentado que, no
importa el país que
usted visite, aun en los lugares más lejanos, si encuentra un
filatelista éste coleccionará sellos de Israel o del Vaticano. Y no es
menos cierto que han sido los sacerdotes (casi siempre misioneros) los
que más adeptos han captado para la filatelia , ya que la recogida de
sellos, efectuada por los centros de misiones extranjeras, ha sido una
fuente de ingresos económicos que aún en la actualidad reporta buenos
ingresos.
Enclavado al oeste de la ciudad de Roma, Italia, en la margen derecha
del río Tíber, el estado de la Ciudad del Vaticano (Santa Sede) surgió
por el Tratado de Letrán, suscrito entre la Santa Sede e Italia, en el
año 1929. La Santa Sede, término que designa a Roma como obispado del
Papa, es una entidad anterior y distinta del estado, aunque ambos están
sujetos a la ley internacional y se encuentran unidos indisolublemente
en la persona del Pontifice, quien es al mismo tiempo jefe de Estado y
cabeza visible de la Iglesia Católica.
EI Vaticano es un estado soberano, el más pequeño del mundo. Incluye la Basílica de San Pedro, la residencia del Papa, así como los jardines y museos del Vaticano. Le pertenecen también varios palacios dentro y fuera de Roma, las basílicas de San Juan de Letrán, Santa María la Mayor, San Pablo de Extramuros y la Villa Pontificia de Castelgandolfo. Cuenta con importantes archivos, una estación radial, un diario, una estación ferroviaria, un helipuerto, un cuartel para cien Guardias Suizos, y una cárcel raramente usada.
Nace el Vaticano al mundo de la filatelia el 1 de agosto de 1929,
cuando se emitieron los primeros sellos con la inscripción ''Poste
Vaticane'', que tenía como motivo el Escudo de Armas Papal en los siete
primeros valores, y los restantes ocho valores de la serie ostentaban
el retrato del Papa Pío XI.
La gran familia filatélica dio una acogida muy favorable a tos sellos
del Vaticano, el coleccionismo de sus sellos se mantuvo muy activo y
próspero por años, pero parece que la aparición de tantos sellos y la
carcoma de la especulación comenzaron a corroer el coleccionismo de
sellos del Vaticano; comenzó el declive del coleccionismo, los precios
en los catálogos bajaron, continuaron apareciendo emisiones frecuentes
y caras, se malogró un poco la ilusión de coleccionar sellos del
Vaticano
Ahora ha desaparecido casi totalmente el desaliento entre los
coleccionistas de sellos del Vaticano y, aunque no ha tomado la fuerza
que antes tenía ni ha llegado a tener el lugar que antes poseía, se
nota una recuperación en el coleccionismo y los precios de los
catálogos,
ayudando en todo esto una fuerte demanda de compra en las principales
publicaciones filatélicas de Europa y los Estados Unidos.
No pudiera terminar sin un párrafo dedicado al Papa Juan Pablo Il
(Karol Wojtyla) y sus numerosos viajes reproducidos por la filatelia,
(comercializado) que ha atraído a miles de filatelistas con su
carismática personalidad, dándole al coleccionismo de sellos del
Vaticano dedicados a sus viajes y a su persona el nacimiento de una
temática propia muy apreciada por filatelistas de todas partes del
mundo |
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Fuente: Revista Mecánica
Popular - Volumen 45 - Febrero 1992 - Número 2 |
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