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Filatelia |
Cómo despegar sellos |
por Ignacio A. Ortiz Bello (AHPFN) |
Recientemente
me fue presentado un joven "muy interesado en los sellos". Me
encontraba en la oficina de un amigo, a la que periódicamente concurre
este joven, donde reciben mucha correspondencia y guardan para él
los sellos. Pasado el saludo de presentación, me informó que
desde hace meses se encontraba "guardando" sellos, que tenía
dos cajas de zapatos casi llenas de los mismos, y que se alegraba de poder
hablar conmigo, pues quería empezar a coleccionar sellos y no sabía
cómo empezar.
Pocos días después, a petición suya, fui a visitarle
a su casa. Allí me esperaba mi joven amigo con sus dos cajas de zapatos.
Comenzamos revisando los sellos que poseía para botar o desechar
los rotos, raspados, faltos en parte del dentado, cancelados o matasellados
en exceso y los doblados o muy arrugados. Realizada esta labor, quedó
menos de una caja de sellos
merecedores de ser coleccionados, que metimos en un amplio recipiente de
agua unos 100 sellos para proceder a despegarlos, sumergiéndolos
en el agua por unos quince minutos, hasta que por sí solos o con
una pequeña ayuda comenzaran a despegarse.
Puntualicé a mi joven amigo tres cosas importantes: primero, que
ruegue a quien le regale sellos no los "arranque ni despegue"
del sobre, sino que recorte un pedazo del mismo, con margen suficiente como
para no dañar el sello; segundo, que no vale la pena y constituye
un mal comienzo, coleccionar sellos rotos o en mal estado; y tercero, no
despegar los sellos en otra cosa que no sea agua, sin añadir nada,
ya que algunos sellos pueden decolorarse y manchar a los demás. |
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Detector de marca de agua o filigrana |
"Charnela" bien colocada en un sello |
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Entre los dos sacamos los pedazos de papeles que estaban adheridos a los
sellos. En poco tiempo, dentro del recipiente, flotando en el agua, sólo
se encontraban el centenar de sellos listos para ser extraídos y
proceder a secarlos. Tomé un grupito, y utilizando un listín
o guía telefónica, comencé a ponerlos sobre una de
las páginas, uno al lado del otro con un pequeño espacio entre
sí, poniendo la parte impresa hacia abajo en contacto con la página
secante. Cuando la hoja estuvo llena de sellos "boca abajo", esperé
unos minutos y los tapé con un grupo de hojas de la misma guía,
quedando los sellos aprisionados entre un buen número de páginas
y brindándome así la oportunidad de tener una nueva página
donde continuar poniendo "boca abajo" más sellos para secar.
Siguiendo con el proceso, cuando estuvieron secos los sellos, procedimos
a clasificarlos por países y más tarde ponerlos en sobres
uno de cada sello diferente, separando los repetidos a fin de usarlos para
intercambio con otros coleccionistas. Algunos sellos no traían el
nombre del país que los emitió. En mi sección correspondiente
al número anterior de Mecánica Popular, me refiero al caso
de Inglaterra, país cuyos sellos se reconocen por la efigie de la
reina o del rey, siempre impresa en los sellos ingleses; pero los sellos
de otros países se hacen más difíciles de identificar,
y sólo conociendo pequeños detalles se puede llegar a saber
el lugar o país de procedencia.
Mi joven amigo decidió coleccionar sellos de los países del
Continente Americano, siguiendo mi consejo. Transcurrido el agradable tiempo
empleado en orientar al entusiasta y casi colega filatelista, le prometí
visitarlo dentro de breves días a fin de continuar iniciándolo
en la filatelia. De las futuras visitas informaré a mis lectores
en próximas crónicas filatélicas. |
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Aparato
de confección inglesa utilizado para identificar la perforacion que
tienen los sellos |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 31 -
Abril 1978 - Número 4
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