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Estás leyendo parte de la revista de Septiembre de 1988
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por Ignacio A. Ortiz Bello |
Ser un coleccionista de sellos de todo el mundo es tarea
bastante difícil, más aún si se quiere coleccionar
seriamente, llenando todas las exigencias que esto requiere. Y una de las
muchas cosas que un coleccionista de sellos mundiales requiere es, sin lugar
a dudas, un buen mapa actualizado del mundo.
Y si bien es verdad que a diario tenemos
que buscar en el mapa dónde se encuentran lejanos países,
como Nauru (Océano Pacífico), Omán (Mar Arábigo)
o las Islas Comores (Océano Indico), no es menos cierto que muy cerca
de nosotros hay pequeños países, islitas que nos resultan
muy desconocidas pese a estar tan cerca de nosotros y ser parte de nuestro
continente americano.
Casi todos estos países o islitas
poco conocidos se encuentran en el Mar Caribe y la parte Norte de Suramérica,
con un pasado y un presente muy ligado a la Gran Bretaña; mas también
hay otros ligados al mundo francés (Guyana, Martinica, Guadalupe,
San Pedro y Miguelón) y al mundo holandés (Aruba, Bonaire,
Curazao, Guayana Holandesa, San Eustaquio, Saba, San Martín).
Filatélicamente, las más
conocidas son las pertenecientes al mundo británico, así también
son las más prolíferas en emitir sellos que indudablemente
atraen a los filatelistas por su belleza y temas reproducidos, siendo Dominica
una magnífica muestra de ello.
La pequeña isla de Dominica
tiene una superficie de 751 kilómetros2 y en la actualidad su población
está cercana a los 80,000 habitantes, de los cuales 9,000 residen
en Roseau, capital del país, y los restantes en pequeñas poblaciones
y haciendas del interior.
Dominica se encuentra bastante cerca de Venezuela, de Puerto Rico y de la
República Dominicana; posee bellas y tranquilas playas que contrastan
con altas cordilleras montañosas que le dan un intenso color verde
a su interior, donde se encuentra su primera fuente de ingresos, todos ellos
ligados a la agricultura.
Los sellos de Dominica son un reflejo
bastante fiel del ámbito isleño en lo local y de su dependencia
británica en lo universal. Aquí el colorido siempre es intenso
y el verde de su vegetación y el azul de sus playas y cielo antillano
dan marco a exóticas aves que en más de una docena de sellos
aparecen, también el mar y todo lo relacionado con el mundo marino
encuentra en los sellos de Dominica un interés primordial que junto
a paisajes montañosos, escenas de la vida rural y algunos objetos
de artesanía muestran al mundo cómo es y cómo se vive
en estas islitas paradisíacas. En el ámbito universal, Dominica
sigue los patrones usados por las dependencias del mundo británico
y en sus sellos vemos conmemorar los primeros acontecimientos que otros
países miembros de la Mancomunidad Inglesa y, claro está,
Su Majestad la Reina Isabel II y toda su familia real inglesa ocupan un
lugar de primera categoría. |
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Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 41 - Septiembre
1988 - Número 9 |
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