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Filatelia |
Por Ignacio A. Ortiz-Bello (AHPFN) |
EL CORREO |
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El Correo nace con la necesidad que el ser humano tuvo desde un principio
de comunicarse con personas residentes en lugares distantes a aquel en el
cual él habitaba.
Arcilla, piel, madera han sido los primeros medios conductores del mensaje
escrito hasta la aparición en Egipto del "papirus" y la
introducción en Europa del "pergamino" por los árabes,
ambos precursores del "papel" que más tarde se descubriera
en el imperio chino.
Los persas, caldeos, asirios,. chinos y egipcios tuvieron organizaciones
postales más o menos eficientes, con mensajeros a pie, a caballo
y en carros ligeros; pero fueron los romanos, el pueblo de la organización,
los que crearon un verdadero sistema de comunicaciones, adaptando el de
otros pueblos a sus necesidades y medios, utilizando las vías militares,
las famosas calzadas romanas, crearon verdaderas estafetas, con mensajeros
a pie o montados, con relevos, etc. , es decir, verdaderas carreras de postas,
con Correo Mayor, el Prefecto del Pretorio y administradores provinciales
y locales.
Quizás lo más interesante del Correo romano es el hecho de
haber iniciado el correo para particulares, llamado "angarie",
pagando aquéllos una cantidad por el permiso de utilización
llamado "evectio", ya que hasta entonces el Correo estaba limitado
a la correspondencia del Estado y más tarde al Estado ya la Iglesia,
práctica que en otros países de Europa y luego en los del
Nuevo Mundo no se implantó hasta muchos años después.
En nuestra América, mucho antes de la llegada de los Españoles,
ya existía en algunos países sistemas de Correo más
o menos perfectos y equiparables a los del Viejo Mundo, siendo el "chasqui"
, voz quichúa que significa "indio que sirve de correo"
la máxima expresión del Correo en Perú.
Y fue en el año de 15.14 cuando el Rey Don Fernando el Católico,
crea el cargo de Correo Mayor de Indias, recayendo tal nombramiento en la
persona de Don Lorenzo Galíndez de Carvajal, gran impulsor y perfeccionador
del acarreo de correspondencia hemos de imaginarlo como algo epopéyico.
Tal y como antes mencionara, el Correo era para uso exclusivo del Estado
y en algunos casos de la Iglesia; años más tarde, empresas
particulares comenzaron el acarreo y distribución de la correspondencia,
libre de pago oficial y cobrando al remitente en algunos casos, al destinatario
en otros, y muchas veces a ambos la correspondencia particular.
Pero aun no se había llegado a la creación de un sistema al
cual pudiera llamársele casi perfecto en todos sus aspectos, los
cuales continuaba funcionando mal o pobremente, siendo a Sir Rowland Hill,
creador del primer sello del mundo y que pusiera en circulación Inglaterra
el 6 de mayo de 1840, a quien se le debe, no sólo la creación
del primer sello, sino las leyes y reglas basas del sistema de Correo que
hoy día disfrutamos. El nuevo sistema postal dio tan asombrosos resultados
que triplicó el número de cartas cursadas en una semana, triunfo
y popularidad que ganaran para Sir Rowland Hill el ser nombrado Director
de Correos de la Gran Bretaña, cargo que ocupó en dos ocasiones
y desde el cual no sólo aportó su talento al correo inglés
sino que sirvió de ejemplo a un gran número de países
en la adopción de los sistemas y métodos por él creados. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 32 -
Febrero 1978 - Número 2
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