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Estás leyendo parte de la revista de Diciembre de 1955
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Un experto usa una lámpara especial para
estudiar la fluorescencia de la tinta en una estampilla. El sello de arriba
se habilitó para el corre aéreo. El de abajo es una imitación.
Note la diferencia en los tipos |
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Arr: Este sello de Letonia se imprimió en 1920: Ab:
Estampilla falsa producida cinco años después, con cambios
en las letras y en el diseño del aeroplano |
Arr: México habilitó 300 sellos en honor de
Amelia Earhart. Un falsificador produjo el sello de abajo, que estaba ofreciendo
en venta por unos 250 dólares |
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ASCIENDE a muchos millones el número de personas dedicadas
a la colección de estampillas. En realidad, su entusiasmo frecuentemente
excede los conocimientos técnicos que tienen acerca de este arte.
Aprovechándose de esto, los falsificadores han invadido el mercado
de la filatelia produciendo y vendiendo imitaciones en vez de estampillas
genuinas.
Con objeto de protegerse de los falsificadores, cuyo número parece
aumentar día tras día, las sociedades filatélicas y
los coleccionistas se han visto obligados a establecer laboratorios para
el examen científico de estampillas de correo.
Estos laboratorios se han hecho necesarios, debido a que ninguna de las
agencias gubernamentales dedicadas a la investigación de crímenes
se halla en condiciones de poner coto a las fechorías de los falsificadores
de sellos. Los gobiernos se protegen a sí mismos contra la fa1sificación
de estampillas usadas para el franqueo de correspondencia, pero generalmente
no le prestan atención a los sellos que solamente tienen determinado
valor para los coleccionistas.
Sabiendo que pocas son las probabilidades de que la ley los persiga, y convencidos
también de que posiblemente ninguna pena se les impondrá en
caso de ser descubiertos, los falsificadores de sellos han estado obteniendo
cuantiosas ganancias. Imitan cientos de especimenes que venden a los coleccionistas
por altas sumas, haciéndoles creer que son estampillas muy escasas
o antiguas.
Hay cuatro tipos generales de sellos falsos.
1. Imitaciones de estampillas en uso.
Los falsificadores a menudo no se dedican a este tipo de fraude. Los métodos
de impresión hoy día son tan avanzados, que es casi imposible
producir imitaciones perfectas. Además, corren un riesgo muy grande
de ser descubiertos por los inspectores del correo y de otras agencias gubernamentales.
Constituye éste el único tipo de falsificación en que
la ley actúa con prontitud y rigor.
Hace cincuenta años, sin embargo, los falsificadores en Europa explotaron
grandemente este campo. Todavía pueden encontrarse sus productos
en colecciones viejas. Pero cualquiera persona con conocimientos elementales
de los métodos de impresión puede descubrir desde lejos estas
imitaciones litografiadas de originales grabados en talla dulce. Sólo
engañan a los principiantes, por lo que constituyen las falsificaciones
menos peligrosas que hay. |
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2. Imitación de sellos habilitados y marcas
de correo.
Este segundo tipo de falsificaciones proporciona más dolores de cabeza
a los filatelistas que cualquier otro, ya que ha sido explotado ampliamente
por los falsificadores para estafar a coleccionistas.
En muchos casos, los gobiernos, cuando no pueden producir sellos especiales
para ciertas ocasiones, emplean los que tienen en existencia, habilitándolos
con una marca especial. En 1928, por ejemplo, el cajero del vapor Ille de
France tomó una estampilla corriente de 1 1/2 francos e hizo que
el linotipista abordo imprimiera sobre aquélla la simple marca de
"10 Fr ." para pagar el importe del correo aéreo entre
el buque y tierra. |
Un investigador compara la foto ampliada de un sello de autenticidad
dudosa con la ampliación semejante de un sello genuino |
Esa misma estampilla básica todavía vale diez
centavos de dólar hoy día; sin embargo, la marca original
que se le puso ha aumentado su valor a 300 dólares.
He aquí lo que hacen los falsificadores: Compran las estampillas
básicas y, con una prensa que guardan en los sótanos de sus
casas, le añaden la marca adicional.
El nombre "Port Fouad". aplicado a una estampilla egipcia de 1926,
aumenta su valor de 9 dólares a unos 125 dólares. La marca
"Correo Aéreo" sobre una estampilla hondureña que
vale 25 centavos, sube su precio a 5000 dólares.
Hay cientos y cientos de casos en que los falsificadores han empleado el
método descrito anteriormente para estafar a filatelistas sin mucha
experiencia. |
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Según las marcas, el sobre de arriba se
remitió por correo en 1872; pero un investigador descubrió
que la dirección en árabe no significaba nada. Der: se comprobó
que el papel no comenzó a usarse sino hasta 1886 |
3. "Cubiertas" falsas.
Uno de los trucos favoritos de los falsificadores es producir "cubiertas"
falsas.
Se entiende como cubierta un sobre o un papel de envolver que tenga todavía
todos los sellos y marcas de correo originales. Es posible que una estampilla
postal genuina valga 10 dólares, pero si todavía se halla
pegada al sobre en que se remitió, su valor puede ascender a 100
dólares. El falsificador obtiene una estampilla genuina y un sobre
de tipo contemporáneo, pega la estampilla y ofrece su falsificación
como cubierta legítima.
No hace mucho, uno de estos estafadores encontró carta remitida con
una estampilla norteamericana de tres centavos, con fecha de 1857. Le quitó
la estampilla al sobre y colocó en su lugar un raro sello de 90 centavos.
Empleando un pincel y falsificando una marca de correo, produjo lo que consideró
un coleccionista como una verdadera joya filatélica.
Hace menos de diez años, un estafador británico averiguó
que los coleccionistas estaban pagando grandes sumas de dinero por sobres
franqueados con estampillas emitidas en diversas colonias para conmemorar
la coronación del Rey Jorge VI y la Reina Isabel, a pesar de que
eran bastante comunes las estampillas de esta serie que no se habían
usado. Se gastó unos cuantos centavos para sacar fotograbados de
las marcas genuinas de correo, pegó miles de esas estampillas no
usadas sobre sobres, a los cuales añadió los marcas falsas
de correo. Grandes fueron las ganancias que realizó antes de que
descubrieran sus fechorías. |
4. Reparación de sellos dañados.
Hasta el defecto más insignificante puede restarle valor filatélico
a una estampilla. Una rotura microscópica o una perforación
puede bajar el precio de un sello hasta en un 90 por ciento. Los falsificadores
toman copias dañadas de estampillas raras y las reparan de manera
tan experta que cualquier coleccionista común y corriente cree que
se trata de un espécimen perfecto. Los expertos que han examinado
algunas de estas falsificaciones han descubierto que a veces consisten hasta
en cuatro partes de diferentes sellos, hábilmente unidas entre sí
para formar un "espécimen de insuperable valor.
Otro fraude similar es el de quitar las marcas de correo, a fin de ofrecer
las estampillas como especimenes "no usados", los cuales se cotizan
aun precio más alto. En las colonias británicas, a menudo
usan estampillas costosas para propósitos fiscales. Como dichas estampillas
jamás se usan en cartas, los falsificadores obtienen pasaportes y
otros documentos en los cuales se han pegado estampillas de 10 chelines
y de 1 1ibra esterlina. Empleando substancias químicas, borran los
sellos de color violeta con que se anula su valor y aplican pegamento al
dorso de las estampillas. Luego las ofrecen como sellos no usados a coleccionistas
que creen que están obteniendo algo muy raro a un precio bajo.
La mayoría de los grandes falsificadores no se atreven a invadir
el mercado de las estampillas verdaderamente raras. Limitan sus actividades
a falsificar estampillas con un valor de5 a 250 dólares. Saben que
pueden vender 100 sellos falsos a 10 dólares cada uno con mucha mayor
rapidez y facilidad que dos estampillas a 500 dólares cada una.
En primer lugar, existe un mercado mucho mayor para las estampillas de precio
bajo; además, corren menos riesgo de ser descubiertos. Los laboratorios
profesionales cobran un mínimo de 5 dólares por examinar una
estampilla. Cualquier coleccionista pagaría esa suma para asegurarse
de la autenticidad de un sello que ha comprado por 200 dólares; sin
embargo, se negaría a pagar 5 dólares para verificar si es
legítima una estampilla que sólo le ha costado 5 ó
10 dólares.
Como la falsificación de sellos es tan común, y debido también
a que las agencias gubernamentales no, están desplegando muchos esfuerzos
por combatir este mal, algunos vendedores, sociedades y coleccionistas mantienen
laboratorios filatélicos donde realizar ellos mismos sus comprobaciones.
Un laboratorio filatélico tiene tantos instrumentos científicos
como cualquier centro de investigaciones, Los métodos que utilizan
también son modernos, Los sellos examinados por los expertos se someten
a tantas pruebas que el investigador filatélico usualmente conoce
más sobre el papel, la tinta y los métodos de impresión
empleados para las estampillas, que el director general de correos que autorizó
la impresión de éstas.
Se toman fotografías de las estampillas y se sacan ampliaciones hasta
50 veces mayores, para compararlas con sellos genuinos. Permite esté
tipo de examen descubrir hasta las diferencias más insignificantes
en impresión, formas y tamaños de los tipos usados.
Se les aplican rayos ultravioleta e infrarrojos para descubrir reparaciones
que no pueden ser vistas con microscopios corrientes. Como la tinta usada
en las falsificaciones es siempre diferente ala de la estampilla original,
se descubren en el laboratorio variaciones en la fluorescencia de aquélla.
Hace poco empezaron a usarse máquinas de rayos X para las investigaciones
filatélicas. El Dr. Herbert Pollack, de Chicago, y el Dr. Harold
S. Cheavin, de Londres, han estado perfeccionando ciertos métodos
con este instrumento para descubrir fraudes en los círculos filatélicos.
El experto en filatelia no sólo emplea instrumentos mecánicos
para comprobar la autenticidad de los sellos, sino que también aplica
numerosos conocimientos que el falsificador rara vez posee. En 1906, por
ejemplo, Noruega habilitó una serie de estampillas que no estaba
usando, aplicándoles una nueva marca. Un falsificador recientemente
obtuvo grandes cantidades de las estampillas noruegas originales y decidió
aumentar su valor añadiéndoles él mismo la nueva marca.
Cuando se examinó una de estas estampillas, pasó todas las
pruebas rutinarias, ya que la imitación era casi perfecta.
Sin embargo, se llegó a la conclusión de que se trataba de
un sello falso. Las estampillas mencionadas se habían impreso con
dos diferentes tintas de color violeta, en dos distintas ocasiones. El investigador
sabía que Noruega sólo había habilitado las estampillas
de la segunda impresión. El falsificador desconocía este hecho,
por lo que aplicó su excelente marca de imitación a estampillas
de la primera impresión.
Muchos son los falsificadores que han producido obras excelentes, pero ninguno
de ellos ha logrado alcanzar la perfección. y gracias a los esfuerzos
de los investigadores filatélicos, los coleccionistas de sellos continuamente
reciben información de cada tipo de falsificación que se descubre.
Con este valioso servicio, cada día le es más difícil
al falsificador de sellos estafar al público comprador, por lo que
se espera que pronto desaparezca esta malsana profesión.
El año pasado, un grupo de vendedores de estampillas en Inglaterra
puso final a la larga carrera de uno de los falsificadores más audaces
de nuestros tiempos, quien por 50 años logró estafar grandes
sumas de dinero, debido a que ninguna agencia gubernamental interfirió
con sus actividades hasta entrar en acción los nuevos investigadores
filatélicos.
Los falsificadores actuarán sólo mientras existan coleccionistas
incautos. Puede usted también ser víctima de sus timos, si
comete usted los errores que a continuación se enumeran:
1. Siempre anda en busca de gangas.
2. Compra estampillas de personas que no conoce como individuos expertos
y de confianza.
3. Compra estampillas de las cuales sabe usted muy poco.
4. Acepta estampillas sin una garantía escrita y legítima.
5. Acepta sellos que no han sido examinados por un filatelista experto. |
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Con un visor puede el investigador comprobar el papel y la
impresión. Arr: Un filtro hace resaltar la marca de correo sola |
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El sello a la izquierda no puede verse bien por las marcas
que lleva, pero bajo rayosx aparece como a la derecha, la estampílla
de abajo izquierda se vendió como "espécimen no usado",
pero con luz ultravioleta se notó que le habian quitado la marca |
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Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 17 -
Diciembre 1955 - Número 6
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