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Estás leyendo parte de la revista de Mayo de 1994
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Desde mis inicios en la filatelia estoy ligado a la República
Dominicana, y allí tuve a uno de mis primeros corresponsales: Rafael
Mella Lample. Luego entablé amistad con el periodista Pepe Rueda
Méndez y los diplomáticos Aquilino Hicardo "Don Quilo"
y José González, hasta que comencé a viajar asiduamente
a Santo Domingo y tuviera el privilegio de la amistad con el padre de la
filatelia dominicana, Ingeniero Enrique Alfau, el no menos ilustre autor
del "Catálogo Amiama", Luis Amiama Veloz "Chilito",
y el comerciante Peter Weiss, todos ellos fallecidos.
Para no pecar de malagradecido y hacer
honor aun filatelista que resultó ser paisano mío, que me
llevó a su casa haciendo bueno aquello de la amistad entre la familia
filatélica, menciono aquí al Ingeniero Gustavo A. Moré
González, que junto al Ingeniero Danilo Mueses y al Licenciado Carlos
Marcos Machado forman el trío de pilares sobre el cual recae toda
la actividad de la Sociedad Filatélica Dominicana y su revista El
Filotélico en los últimos 20 años.
Como en todos los países y en
todas las sociedades siempre es un grupo pequeño el que mueve las
empresas y las instituciones, en República Dominicana pasa lo mismo.
Pero también hay otros coleccionistas y comerciantes que colaboran
y no son ajenos a la actividad que allí se desarrolla, pues recuerdo
haber visto a Werner Hennig ya su fallecido padre en las reuniones de la
SFD, al superactivo funcionario del Banco Central Manuel A. Bello Cabral,
resolviendo problemas; a los doctores Antonio G. Coiscou y Ernesto Gómez
Sánchez presidiendo las reuniones; a Luis E. Vidal, Juan R. Santoni
y Angelo Portella León exponiendo ideas en las reuniones a las que
asistí. La Sociedad Filatélica Dominicana tiene antecedentes
en otra que se fundara en 1888, pero la actual se constituyó en 1955
bajo la presidencia del Ingeniero Enrique Alfau, un apasionado filatelista
que estudió a fondo y coleccionó los sellos dominicanos, y
vendió su colección antes de morir al Banco Central para que
fuera colocada en el Museo Postal, que se viene construyendo hace algunos
años. La Sociedad Filatélica Dominicana está presidida
en la actualidad por el ingeniero Julio de la Rocha, cuenta con un hermoso
edificio colonial que fuera Casa de la Moneda, en la calle Arzobispo Meriño
No. 358, Santo Domingo, para sus reuniones formales y las abiertas a visitantes
los domingos. Ellos también editan desde hace casi 20 años
(obra de Mueses, Moré, Amiama, Vidal y Machado) la magnífica
revista El Filotélico, Apartado 1930, Santo Domingo, República
Dominicana.
Aunque el más grande de los
filatelistas americanos, Franklin Delano Roosevelt, se me adelantó
hace muchos años en recomendar el coleccionismo de los sellos dominicanos,
yo quiero ahora aportar mi respaldo a su recomendación, por ser los
sellos de ese país interesantes, bellos, baratos, serios y con futuro.
No muy bien organizada y con sus altas
y bajas que comprendemos, en el interior del país hay bastante actividad
filatélica, y de ello nos reporta esporádicamente Alfred Liriano
Rodríguez, Calle 11 sin., Reparto Oquet, Santiago, República
Dominicana.
Termino mencionando el Servicio Filatélico
del Instituto Postal Dominicano, Santo Domingo, República Dominicana,
que edita unos bellos y muy documentados folletos a colores que varios amigos
me hacen llegar, ya que desde que trabajara allí el entusiasta Pepe
Rueda Méndez no recibo nada de ellos. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 47 - Mayo
1994 - Número 5 |
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