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Estás leyendo parte de la revista de Septiembre de 1985
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Basta
con observar la forma o manera en que una persona manipula sus sellos, para
desde ese mismo instante tener una idea de qué clase de filatelista
se encuentra frente a nosotros, o si, por el contrario, sólo estamos
ante un acumulador de sellos y nada más.
Este arte de coleccionar sellos, filatelia,
requiere más cuidado, estudio y dedicación de lo que generalmente
se cree. Son los sellos de una delicadeza tal, que aquéllos que no
estén dispuestos a dedicarles horas de estudio para aprender su manipulación,
el cuidado que para con los mismos se debe tener, se encontrarán
con que, tras años de coleccionar o acumular una gran cantidad de
sellos, sólo unos pocos se encontrarán en buen estado de conservación,
habiendo perdido todo el tiempo y el dinero invertido en los sellos restantes.
El sudor de las manos, las manchas
tropicales y las puntas de las pinzas son los tres mayores enemigos de los
sellos, especialmente, para quienes han decidido coleccionar sólo
sellos nuevos con su goma original.
Existe una gran variedad de pinzas
fabricadas especialmente para el uso de los filatelistas, constituyendo
su compra una de las más valiosas adquisiciones que ha de hacer un
coleccionista, ya que el manipular los sellos con los dedos (muchas veces
éstos sucios o sudados), puede dejar marcas o humedad, que más
tarde se conviertan en manchas; aunque, repito, ha de tenerse mucho cuidado
con ciertas pinzas, ya que muchas veces al tratar de coger un sello, puede
que el filo o la punta de la pinza haga un corte o deje marca en el sello.
Cuando los sellos son nuevos, con su
goma original, el cuidado y manipulación de los mismos se hace más
delicado, trabajo que es compensado por el valor que van adquiriendo los
sellos en mejores condiciones, ya que, si usted posee dos ejemplares de
un mismo sello, uno de ellos limpio, sin rastro de haber sido puesto en
un álbum pegado con fijasello o charnela, sin mancha tropical, con
la goma original que cubra toda la superficie trasera del sello, y el otro
sello tiene alguna mancha, o le falta goma en parte, o tiene rastro dejado
por una charnela, entonces el precio o valor filatélico entre ambos
sellos será de varias veces su valor, en relación de uno con
el otro.
Si sus sellos nuevos tienen charnelas,
no trate de quitarlas a menos que tenga experiencia en cómo hacerlo,
o que un conocedor le explique personalmente alguno de los métodos
para ello. Si sus sellos nuevos fueron pegados en un álbum -también
los usados- con cinta adhesiva plástica "cello-tape", trate
de remover los mismos sumergiendo los sellos en bencina o líquido
para detectar las marcas de agua. Claro está, trate este método
con un sello de poco valor, hasta que adquiera destreza en esta labor.
También muchas veces, debido
al calor ya la humedad, en nuestros países tropicales los sellos
nuevos se pegan unos con otros y, al tratar de separarlos, van dejando en
la goma trazas de la cara impresa del sello al cual se adhirió. Un
método que muchas veces tiene un óptimo resultado, cuando
no están muy fuertemente pegados, es introducir los sellos, debidamente
protegidos para que no se mojen, en el congelador "freezer" de
su refrigerador o nevera, un rato antes de despegarlos.
Daremos más consejos para una
mejor manipulación de sus sellos e incluso le diremos qué
puede hacerse para mejorar un ejemplar nuevo que esté sucio, manchado
o qué hacer para mejorar un sello usado con cancelador demasiado
fuerte. En fin, todo lo que podamos compartir de conocimientos para una
mejor manipulación de sus sellos. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 38 - Septiembre
1985 - Número 9 |
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