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Estás leyendo parte de la revista de Julio de 1982
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Para
nuestro mundo moderno el funcionamiento de distintas organizaciones es de
vital importancia, ya que éstas, con su labor en cada campo de actividad,
ayudan y fortalecen el núcleo humano que forma junto a otros muchos
organizados, un todo fuerte, unido, que redunda en beneficio de la colectividad
o de la nación en que viven.
Para la Filatelia, este apasionante e instructivo pasatiempo al cual dedicamos
casi por entero nuestro quehacer cotidiano, es de suma importancia la existencia
de las sociedades filatélicas, el agrupamiento de personas atraídas
por una actividad común, necesitados de relacionarse con otros seres
.humanos de gustos afines, deseosos de expresar .y oir hablar en un lenguaje
que sólo ellos parecen entender, anhelantes de encontrar en otros
la respuesta y la experiencia aún no adquirida.
Es necesario, indispensable, de suma importancia, que todo filatelista se
encuentre militando o participando dentro de una sociedad filatélica.
No pueden los nacionales de ningún país hablar de filatelia
si no muestran a quienes le visitan la existencia de una sociedad o club
filatélico debidamente organizado, integrado por toda clase de filatelistas,
avanzados, medios, principiantes. jóvenes. No aceptamos que se nos
quiera confundir presentándonos un local social muy bien acondicionado,
enseñándonos una revista de esmerada confección y contenido
de alta calidad, invitándonos a charlar y admirar las colecciones
de dos o tres figuras prominentes. No, señores. Queremos ver más
la actividad colectiva y compartida a todos los niveles. Queremos ver qué
labor se desarrolla para la iniciación de jóvenes en nuestra
afición filatélica. La filatelia no es patrimonio de ningún
grupo ni clase, todos tenemos el mismo derecho a disfrutar de ella ya que
se nos brinden las mismas facilidades por igual.
En nuestros países de América, donde se desarrolla una intensa
vida filatélica, donde podemos con toda autoridad afirmar que son
varios los millones de filatelistas, existe un gran número de sociedades
filatélicas, y las más languidecientes, enclaustradas. mal
dirigidas, son de uso o patrimonio exclusivo de un grupito. Pero también
contamos con sociedades filatélicas que pueden servir de modelo,
que merecen nuestro más alto respeto, que trabajan, que acogen en
su seno a filatelistas de todos los niveles, que mantienen un grupo juvenil.
y éstas son a las que durante meses y años nos hemos venido
refiriendo, a las que hemos brindado nuestro apoyo y ayuda incondicional;
a las que sugerimos y pedimos a nuestros lectores que hagan un esfuerzo
por ayudarlas, afiliándose a las mismas.
En varias ocasiones he compartido agradable charla con filatelistas dominicanos
al visitar la Sociedad Filatélica Dominicana, Apartado 1930, Santo
Domingo, República Dominicana, ellos laboran intensamente, ellos
editan una revista magnífica, tienen un espléndido local,
mantienen un grupo juvenil dan charlas y clases a los jóvenes, ayudan
a otros grupos en el interior del país, realizan exhibiciones, tienen
subastas locales, son un grupo admirable. Y algo parecido sucede en Puerto
Rico. Ellos tienen una sociedad Filatélica de Puerto Rico, Apartado
1500, Hato Rey, Puerto Rico, que el próximo Octubre será sede
de una exhibición internacional de gran importancia.
Las sociedades filatélicas y el comercio filatélico serán
temas que continuaremos tratando de vez en cuando porque estamos convencidos
de que tanto las sociedades como los comerciantes son necesarios y de suma
importancia para un mejor desenvolvimiento de nuestra afición. |
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Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 35 - Julio
1982 - Número 7 |
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