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Por Ignacio A. Ortiz-Bello |
Resumen II |
Cuando
uno decide comenzar a coleccionar sellos es muy importante y útil
el relacionarse con otros filatelistas y personas afines. Busque en las
páginas amarillas de su directorio telefónico para saber si
en su localidad hay comerciantes filatélicos o comercios que incluyan
la filatelia. Pregunte en la oficina de correos si conocen a algún
grupo o sociedad filatélica. a alguien que coleccione sellos. Lea
los diarios en busca de columnas o secciones filatélicas. Pregunte
en las bibliotecas públicas si tienen libros sobre filatelia. Busque
revistas Mecánica Popular de meses pasados para encontrar respuesta
a muchas de sus interrogantes. Trate de resolver localmente todos sus problemas
filatélicos.
Una de las facetas más ellas de la filatelia es el intercambio por
correo, esto puede resultar en amigos leales y duraderos en muchos rincones
del mundo, ensancha nuestros conocimientos y puede ser muy beneficioso para
ambos canjistas que amplían su colección con los sellos que
les sobran o no les interesan. Para ello me permití confeccionar
un decálogo que a continuación reproduzco:
Primero: Siempre use sellos cuando escriba a un colega
filatelista, no deje que franqueen su carta con máquina, use los
sellos más bonitos que pueda.
Segundo: Escriba su nombre y dirección bien claros,
en letra de molde, no espere que los demás puedan entender su letra.
Tercero: Ponga su nombre y dirección completos en
el sobre; también escriba su nombre y dirección completa al
pie de su carta. He recibido cartas en las que el matasello del correo ha
tapado la dirección y luego dentro del sobre, en la carta, no la
pusieron.
Cuarto: No se pase de listo, no dé una mala imagen
de su nacionalidad ni enlode el nombre de sus compatriotas filatelistas,
no envíe sellos rotos al contestar un intercambio, ni pelados, manchados,
descarnados y/o sucios.
Quinto: Póngase de acuerdo con su corresponsal antes
de iniciar el intercambio, no espere de los demás otras cosas que
no sean las que previamente se han acordado.
Sexto: Lea bien los anuncios de intercambio y escriba sólo
a las personas que se interesan por cosas afines a usted.
Séptimo: Conteste todas las cartas que reciba, ya
sea para establecer bases de intercambio o para excusarse si no tiene interés
en lo que le están ofreciendo.
Octavo: Si tiene pocos escrúpulos como para robar
no lo haga aun filatelista, a una persona que confió en usted sin
conocerlo, desde lejos, quizás con dificultades, sin poder estar
presente para defenderse. Esto es cobardía.
Noveno: Los sellos de los demás son tan buenos como
los suyos. No menosprecie lo que otros le envían para el intercambio.
Si no acordaron intercambiar por el valor que se asigna en los catálogos.
mande un sello por cada sello que reciba. trate de corresponder en calidad
a lo recibido. Muchos cambian en remesas de 50, 100 o 200 sellos en cada
envío.
Décimo: Si ha escrito 10 cartas en espera de tener
10 corresponsales en su país o en el extranjero y sólo recibe
3 o 4 respuestas afirmativas, insista: escriba a otras 10 y aumentará
el número de posibilidades de encontrar un buen corresponsal.
Dos consejos finales por esta vez: En todo campo de la vida hay gente buena
y mala, hay comerciantes
filatélicos buenos y malos; trate de encontrar un buen comercio filatélico
y hágase amigo y cliente, ésto le ayudará mucho. La
filatelia nos da mucha libertad para coleccionar pero hay reglas y métodos
que podemos seguir en nuestro beneficio; hágase miembro o visite
una sociedad filatélica. nunca está de más saber cuáles
son las reglas del juego. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 50 -
Diciembre 1997 - Número 12
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