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Estás leyendo parte de la revista de Abril de 1994
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Parece
que nuestro mundillo de la Filatelia no puede estar tranquilo por mucho
tiempo, que la paloma blanca de la paz no gusta de posar por mucho tiempo
sobre la cabeza de los que coleccionamos sellos y, pese a que constantemente
hay reuniones, grupos de trabajo, comités y otros nombres que harían
interminable este párrafo de ilustres filatelistas esforzados por
arreglarlo todo, si no hubiera nada malo, ellos no tendrían nada
que hacer, la realidad es que salimos de una para entrar en otra.
Yo creía que ya se habían
olvidado de los sellos C.T.O. y que no es otra cosa que los sellos Cancelados
a la Orden, relajo muy común entre los países de la ex órbita
comunista, tratando de hacer buenos negocios con la anuencia de las autoridades
postales internacionales, obedeciendo las reglas por un lado mientras las
burlaban por el otro imprimiendo cantidades extras de sellos, previamente
cancelados, para ser introducidos en el mercado filatélico como sellos
usados a un valor tan bajo que poco a poco fueron aceptados e incorporados
a las colecciones de gente muy seria y comerciantes honorables.
Pero de nuevo hay campañas contra
los sellos C. T .O. y las emisiones incontroladas de algunos países,
campañas en las que vemos cómo son más los que se omiten,
que los que se han condenado.
Recuerdo que algo muy similar pasó con los sellos de Disney, con
lo prolíferas que se tornaron algunas islitas en ratones, patos,
perros, cerdos y otros caracteres idealizados por el genio de Disney, y
que hicieron por un tiempo "poner el grito en el cielo" a los
puritanos de la Filatelia, hasta que inesperadamente y sin que nadie los
esperara estos sellos comenzaron a aparecer en las portadas y primeras páginas
de los periódicos y revistas institucionales más serias del
mundo.
Es verdad que un sello C.T.O. no es
nuevo por estar cancelado ni tampoco es postal mente usado por no haber
estado adherido a una carta o pieza postal en funciones de franqueo. Pero
es que también muchos sellos se
han cancelado para pagar deudas al sistema postal para el envío de
impresos, de periódicos y revistas sin que a esos sellos se les condene,
ni a los que se han obtenido de sobres franqueados para un Primer Día
de Emisión, que son cancelados oficialmente sin que se les dé
curso regular en la correspondencia.
Es una lástima y nos duele cuando vemos en una colección sellos
que fueron emitidos por comerciantes inescrupulosos, mal impresos, con nombres
de islitas y países que no existen ni en la imaginación, utilizando
los mismos diseños o planchas para hacer sellos de uno y otros países;
pero hay que tener cuidado, mucho más cuidado, con los que pretenden
ponernos pautas y reglas a nuestro pasatiempo. La Filatelia es para entretenernos,
para aprender, para relacionarnos y en ningún modo nadie debe censurar
que adornemos nuestra colección con sellos, etiquetas y fantasías
ligadas al mundo de la Filatelia, unas emitidas con la anuencia de autoridades
postales, y otras como resultado de mentes que siempre están inventando
algo, y que en algunas ocasiones nos han legado piezas filatélicas
que en su tiempo fueron censuradas y hoy día valen miles de dólares. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 47 - Abril
1994 - Número 4 |
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