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Aunque de manera local, individual y con poco vuelo se ha honrado filatélicamente
a los aborígenes de nuestra América, hasta el presente en
que de manera conjunta e internacional se les honra no se había hecho
justicia a un patrimonio muy nuestro y muy universal, algo que puede ayudarnos
mucho pese a tanto adelanto como en la actualidad podemos contar.
Tengo que confesar que mis conocimientos
de la civilización indoamericana son los básicos que durante
el Bachillerato adquiriera, conocimientos que en algo ampliara con la visita
a museos, como el Museo Nacional de Antropología de ciudad México,
capital de un país donde es tan grande y rica su civilización
precolombina que aún se encuentra en etapa de importantes descubrimientos.
México, que en varias ocasiones nos ha mostrado con orgullo en sus
sellos obras del arte precolombino, aún está por emitir una
serie de sellos en que se reproduzcan obras de gran interés y que
no han tenido la publicidad que merecen.
Quizás mi más cercano
"e inolvidable" contacto con nuestra civilización indoamericana
fue cuando visité al ex presidente de la Asociación Filatélica
Ecuatoriana, un dinámico médico y sencillo sabio, el Dr. Antonio
Carrillo, que con la paciencia de un filatelista y el entusiasmo del que
ama lo que está relatando, me mostró gran parte de su colección
de piezas precolombinas, muchas pertenecientes a civilizaciones o tribus
que él descubriera e identificara. Como el Dr. Carrillo se encontraba
seleccionando piezas milenarias para ser expuestas en Europa, en las cuales
se muestran enfermedades, defectos físicos y operaciones quirúrgicas,
tuve el privilegio de conocer por su relato y las piezas que me mostraba
el increíble adelanto médico existente en algunos pueblos
indo americanos antes de la llegada de los conquistadores.
Ahora que los Estados Unidos, España
y casi todos los países enclavados en el Nuevo Mundo o Las Américas
han emitido sellos mostrándonos piezas del arte precolombino, utensilios
caseros, armas de caza y escenas del cotidiano vivir según interpretación
de los artistas por relatos y dibujos dejados por los conquistadores, esperamos
que se inicie el interés por coleccionar estos sellos, todos ellos
emitidos bajo dos comunes denominadores o patrocinios: el de la celebración
de los 500 Años del Descubrimiento de América -ahora rebautizado
como 500 Años del Encuentro de dos Mundos-, que desde hace unos años
está tomando auge su coleccionismo y, algo nuevo, con mucho futuro
que pudiera convertirse en algo similar a lo que sucede con el coleccionismo
de los sellos emitidos anualmente por el Consejo de Europa, la temática
naciente de los sellos que se emitan anualmente bajo el patrocinio de la
UPAE, Unión Postal de las Américas y España.
Repito y me concreto a decir dos
cosas para conocimiento y alertar a mis lectores: por fin, y al cabo de
muchos años, se reconoce la importancia de dar a conocer la civilización
indoamericana o precolombina, mediante la emisión de sellos en que
se muestre todo lo relacionado al indio americano, y acaba de nacer una
nueva temática que, si se emiten sellos todos los años bajo
el emblema común de Upae, puede convertirse en la
temática más coleccionada de finales de siglo. |
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Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 43 -
Junio 1990 - Número 6
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