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por Ignacio A. Ortiz Bello |
El método más antiguo y que aún resulta el más
apropiado para llegar a fomentar una colección de sellos es el canje
o intercambio, actividad que si se realiza con honestidad, equidad y metodología,
después de un tiempo transcurrido se comienzan a recoger los frutos
de la labor desarrollada meses o años atrás.
Cuando se escribe a un coleccionista para establecer el vínculo de
intercambio es necesario ser explícito y claro en la primera carta
de ofrecimiento. No trate de impresionar a la persona ala cual le escribe,
no le ofrezca más de lo que puede cumplir, no espere más de
lo que en compensación por lo que usted manda puede recibir.
Si usted posee un catálogo,
éste puede servir como base o arbitraje para el intercambio siempre
y cuando su corresponsal posea el mismo catálogo y de la misma fecha
y edición, cuando esto sea posible, se recurre al método de
uno por uno. Para iniciar el intercambio, siempre he recomendado el intercambiar
sello por sello, en una cantidad nunca inferior a los 100 sellos ni superior
a los 200, de esta forma el canje resulta provechoso y si se pierde, no
se pierde mucho. Durante mucho
tiempo fui un fervoroso canjista, tenía un modelo de carta que enviaba
a todo filatelista que me parecía serio en su anuncio de solicitud
de intercambio, guardaba con celo este modelo de carta y lo copiaba bien
claro para que mi futuro corresponsal entendiera bien mi proposición
de canje y, créanlo o no, siempre enviaba 100 sellos en carta al
desconocido corresponsal. Mi método de preparar el primer envío
era de incluir en mi carta 100 sellos, todos usados, pero lo más
perfectos que pudiera encontrar, siempre eran 25 diferentes repetidos cuatro
veces cada uno y como conseguía muchos sellos con amistades y oficinas
públicas, enviaba los más bonitos que pudiera. Sí,
yo también sufrí muchas decepciones y me robaron muchos envíos
que con la mejor voluntad y deseos mandé a personas deshonestas y
canallas que utilizan cualquier medio para robar a personas decentes que
en ellos veían aún igual. Pero han pasado los años
y puedo atestiguar que muy buenas amistades, en muchos países, las
he logrado mediante el intercambio epistolar.
Los canjistas más precavidos y, ciñéndome a las recomendaciones
que mensualmente aparecen en nuestro apartado de "Intercambios",
prefieren escribir a los futuros corresponsales sin enviar sellos, para
ponerse de acuerdo en las bases para el intercambio, Como este método
no compromete a nada a la persona a quien se escribe, generalmente es poca
la respuesta que se recibe y es por ello que sólo los que metódicamente,
todos los meses, tras recibir esta revista escriben a 10, 15 ó 20
personas en ofrecimiento de intercambio y tras pasar varios meses, comienzan
a recibir respuesta a su ofrecimiento.
Usted utilice el método que le resulte más confiable y propio
a sus posibilidades, pero créame, aún nadie ha inventado otro
medio más idóneo para conseguir sellos de todo el mundo que
éste de intercambiar con corresponsales los sellos que conseguimos
con amigos, en bancos, oficinas y comercios. |
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Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 43 -
Abril 1990 - Número 4
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