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Estás leyendo parte de la revista de Abril de 1996
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Recubriendo sus asientos
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| Es sábado por la noche y
usted ha invitado a su familia a cenar. Desafortunadamente, el perro ha
estado cavando, sin que se supiera, en busca de unos huesos que
él piensa están escondidos debajo del asiento trasero. El
trozo de material desprendido le deja a su suegra un espacio reducido
para sentarse en el camino hacia el restaurante. Aunque no se siente
contrariado por la incomodidad de la suegra, la tapicería
arruinada sí le molesta.
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| Fuente: Revista Mecánica
Popular - Volumen 49 - Abril 1996 - Número 4 |
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