Como saben los expertos carpinteros, los tornillos resultan mucho mejores
que los clavos para unir una amplia variedad de componentes de madera, especialmente
cuando se requiere una fuerza de sujeción adicional. Sin embargo,
para asegurar las piezas de madera con tornillos, es necesario que se perforen
agujeros de paso para poderlos introducir en la madera, así como
para impedir que ésta se astille en el proceso. |
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Básicamente, para fijar piezas de madera con tornillos
hay que perforar tres agujeros: un agujero de guía (Izquierda), un
agujero de paso para el vástago del tornillo, con un medidor de profundidad
hecho con cinta de encubrir (en el centro), y un agujero abocardado para
la cabeza del tornillo |
Los tornillos para madera más comunes son los de cabeza
plana, y éstos requieren que para cada uno se hagan tres agujeros
concéntricos de diámetros diferentes. El primero y de menor
diámetro es para la porción roscada del tornillo. Se conoce
como agujero de guía y debe ser igual al diámetro del cuerpo
del tornillo, menos la rosca. El segundo se conoce como agujero de paso
y debe tener el diámetro del vástago del tornillo (el vástago
es la sección sin rosca del cuerpo del tornillo). El tercer agujero
se forma para que en él se acomode la cabeza del tornillo. Este último
agujero debe estar empotrado al ras con la superficie de la madera o debe
estar aborcadado, de manera que la cabeza pueda introducirse por debajo
de la superficie y posteriormente cubrirse bien con relleno de madera o
con un tapón de madera.
Esta serie de agujeros se puede perforar con extraordinaria facilidad y
exactitud, y cuanto se necesita consiste en emplear tres diferentes brocas
de perforación. Primero se perfora el agujero de guía, en
segundo lugar se perfora el agujero de paso del vástago y finalmente
el agujero empotrado, si la cabeza va a quedar al ras. Sin embargo, si la
cabeza del tornillo requiere que se aborcarde, este agujero se debe perforar
antes que los otros dos.
Los pasos indicados arriba también pueden darse en una sola operación
empleando diversas brocas especializadas, las cuales se muestran en las
fotografías que incluimos en este artículo. |
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La broca para empotrar (izquierda) corresponde en tamaño y forma
al tornillo común de cabeza plana. Esta substituye a tres brocas
(derecha), debido a que perfora todos los agujeros en tan sólo una
operación |
Un collar que se fija en la broca (Izquierda) consigue impedir que ésta
abocarde. Pero es muy útil que se emplee una broca de tipo ajustable
(derecha) para realizar ambas funciones de empotrar y de abocardar |
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La broca de largo ajustable (izquierda) tiene brocas para agujeros de
guía, de vástago y empotramiento en una sola herramienta.
La delgada broca de guía tiene la tendencia a romperse con facilidad
(derecha) |
Sin embargo, la broca de largo ajustable es la que resulta sumamente práctica,
debido a que ésta puede empotrar y abocardar agujeros para tornillos
de un mismo tamaño, aunque éstos tengan distintos largos |
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Los tornillos se pueden instalar de tresn1aneras: para que la cabeza quede
al ras (izquierda), un agujero abocardado de 3.2 mm (1/8") y, por último,
un agujero de 0.64 cm (1/4") para poner en él un tapón
de madera |
Otros métodos: un tornillo (Izquierda) se instala en un agujero
abocardado; hace falta un agujero de paso para un perno de carrocería
(centro); y un perno común requiere un abocardamiento para la arandela |