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Reloj Antiguo con Ruedas de Madera
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Por E. R. Haan |
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DEBIDO A QUE tiene cuatro ruedas o engranajes
de madera, un balancín en vez de un péndulo y que su funcionamiento
se halla plenamente a la vista, este reloj del Siglo XV llamará grandemente
la atención de todos. Puede funcionar durante 24 horas antes de tener
que cambiar los contrapesos, y puede también ajustarse para poner
la hora exacta. En su construcción se utiliza madera dura de veta
cerrada, cortada en cuartos. Se recomienda especialmente el cerezo negro.
La madera aserrada en cuartos se hincha y encoge menos a lo ancho. Es esencial
hacer las piezas con exactitud.
Bastidor: Empiece con el bastidor, figura 1. Para alinear los agujeros correspondientes
en ambas placas, asegure éstas entre sí con una abrazadera
a fin de perforar dos agujeros al mismo tiempo. Utilice brocas afiladas
e introdúzcalas lentamente para que la veta no las desvíe.
Los cojinetes de latón son cortos para reducir la fricción
a un mínimo y se introducen a presión. Quite las rebabas dentro
de sus extremos. Dos espigas se proyectan de la placa trasera para sostener
el cordón del contrapeso. Una espiga en la placa delantera sujeta
la manecilla y la rueda de la hora. Hay un soporte de latón para
apartar el cojinete del eje del balancín y para sostener la rueda
de escape. El extremo inferior del eje encastra en una armella de latón
que hace las veces de cojinete. Los travesaños del bastidor se detallan
en la figura 2, la cual también muestra el montaje de las ruedas.
Encole los travesaños solamente a la placa trasera y en ángulo
exacto con relación a esta última. El refuerzo encolado evita
distorsiones. |
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Ruedas y ejes: Para construir los tres ejes de las ruedas,
figuras 3, 7 y 8, perfore primero los agujeros de los pasadores de los cojinetes
en los extremos de los bloques, de manera que queden perfectamente alineados,
antes de tornear aquellos. Cualquier ligera desalineación podría
hacer que los pasadores se atascaran en los cojinetes y que los ejes y las
ruedas se tambalearan. El eje de la rueda de mando, figura 3, tiene un pasador
de cojinete en un extremo solamente. El otro extremo gira dentro de un agujero
en la placa delantera. Se perforan cuatro agujeros de guía en este
extremo para dar cabida a clavillos que sirven como piñón
para mover el horario. Todas las ruedas y la polea de cremallera tienen
agujeros de 1/2" (1.27 cm) perforados antes de que se torneen aquéllas,
y estos agujeros se emplean para montar el mecanismo en un árbol
aterrajado. El lado de cada rueda que se puede ver en el reloj armado se
tornea para que tenga un contorno atractivo. Los ejes se tornean de manera
que las ruedas se ajusten apretadamente a ellos. El agujero en la polea
de cremallera, figura 5, tiene un tamaño ligeramente Sobremedida
para que gire en el eje. La uña de la cremallera pivota sobre el
lado de la rueda de mando y se mantiene en contacto firme con la cremallera
mediante un resorte de alambre musical asegurado por dos diminutas grapas,
figuras 4 y 5.
Corte de los dientes: Los dientes de los engranajes se pueden cortar de
diferentes maneras. Un método consiste en trazar los dientes de acuerdo
con las dimensiones que se dan en las figuras 5 y 6, utilizando un lápiz
afilado de grafito duro o calcándolos de estos dibujos. Quite el
sobrante con una sierra de cinta de dientes finos, tal como se muestra en
una de las fotos, una sierra de calar o hasta una segueta manual, y rebaje
la madera hasta las líneas marcadas con una pequeña lima plana
o un palo para limar uñas. Otro método consiste en utilizar
una desbastadora que se desliza en un carril por encima del torno, así
como una placa marcadora en el husillo del torno que tenga el número
requerido de agujeros marcadores. |
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Aparejamiento de ruedas con piñones:
Compruebe cada eje por separado para verificar si gira con facilidad en
el bastidor, a fin de que no haya ningún atascamiento en los cojinetes.
Empareje la rueda de mando con el piñón de siete dientes en
el eje de la rueda central, antes de encolar la rueda central. El ajuste
entre la rueda y el piñón será probablemente apretado,
por lo que la rueda no podrá girar libremente. Libere los dientes
mediante rebajos muy delicados, pero primero ennegrezca con tinta la punta
de un diente del piñón y las puntas de dos dientes de la rueda
que montan encima de aquél durante el encastre. Esto permite volver
a armar el piñón y la rueda de acuerdo con la misma relación.
Para aparejar la rueda con los dientes del piñón, sujete el
bastidor en un tornillo acojinado y cuidadosamente aplique un poco de presión
sobre la rueda, en la misma dirección que girará en el reloj,
mientras se somete el piñón a un ligero roce para simular
presiones reales. |
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Determine cuidadosamente dónde se produce
un atascamiento, cuando un diente del piñón comienza a encastrarse
con los dientes de la rueda y cuando aquél se desconecta de estos
dientes. Un trozo pequeño de papel carbón colocado entre los
dientes que encastran entre sí mostrará los puntos de fricción
excesiva. Rebaje sólo los lados de los dientes de la rueda, pero
no las puntas, ya que esto reduciría el diámetro de la rueda.
Un rebajo excesivo echaría a perder una rueda, debido a que produciría
demasiado franqueo, no permitiendo que los dientes del piñón
golpearan contra las puntas de los dientes de la rueda. Quite todos los
resaltos de los dientes de la rueda que tiendan a impedir que ésta
gire bien cuando se toca apenas con el dedo y el piñón se
somete a un ligero roce. Las puntas de los dientes del piñón
deben tener una sección transversal semicircular y no se deben rebajar
en la parte superior. Si las puntas de los dientes de las ruedas se atascan
en el fondo de los entredientes de los piñones, ahonde éstos
un poco. Después de emparejar la rueda de mando con el piñón
en el eje de la rueda central, encole la rueda central a su eje y proceda
a emparejarla con el piñón en el eje de la rueda de escape,
mientras la rueda de mando se halla quitada del bastidor. |
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El material sobrante entre los dientes seq uita primero
con una sierra de cinta o caladora y más tarde se lima hasta la línea. |
Mecanismo de escape y sincronización:
Perfore agujeros de guía para las puntillas equidistantes de la rueda
de escape, figura 8, aplicando cola a las puntillas para proporcionarles
una mayor fuerza de sujeción. Se obtiene una altura uniforme de éstas
esmerilándolas. La figura 11 muestra el balancín y las piezas
relacionadas. Unos retenes de lámina metálica en el eje alternadamente
detienen la rueda de escape momentáneamente. Justamente antes de
que se libere el pasador obstruido de un retén, el pasador opuesto
entra para obstruir al pasador que se mueve en dirección hacia él.
Doble los retenes por separado para proporcionarles la forma adecuada, empleando
un clavo con el mismo diámetro que el eje; luego, deslícelos
en el eje y suéldelos. Las superficies interiores de los retenes
deben ser muy lisas. |
Después de instalar a presión el
balancín en el eje, puede usted hacer "zizgzaguear" este
último por el agujero en el travesaño superior, a fin de situarlo.
Cuando el eje se halla colocado sobre sus cojinetes y cuelga del pasador
superior mediante un cordón, los retenes deben oscilar a medio camino
sobre los pasadores al conectarse a ellos. Obtenga esta distancia moviendo
los cojinetes. Evite que el eje haga contacto con el pasador del cojinete
de la rueda de escape. El mecanismo de escape requerirá un ajuste
delicado, para lo cual se doblan los retenes hacia adentro o hacia afuera.
Si se extienden de manera que queden demasiado apartados, no detendrán
la rotación de la rueda. Si un retén llega y se detiene en
el extremo de un pasador, habrá que disminuir ligeramente la separación.
Cuando los retenes se encuentran demasiado cerca, los pasadores no pueden
pasar a ninguno de ellos.
Se pueden desplazar dos contrapesos de 1/2 onza (14 gramos) en el balancín
para ajustar la sincronización. Si esto no basta, los contrapesos
en el balancín se aligeran para un movimiento más rápido
y se aumentan de peso para un movimiento más lento. En la figura
12 se detallan las poleas de los contrapesos y el cordón. Este último
atraviesa los postes de anclaje y se anuda por encima de cada uno de ellos.
Si el cordón resbala en la polea de cremallera, aplique un poco de
resina. Las poleas no se deben atascar en las roldanas, cosa que podría
hacer que el reloj se parara. El contrapeso de 3 onzas (85 gramos) sólo
sirve para mantener el cordón estirado.
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Esfera y rueda de horas: La rueda de las horas es idéntica
a la rueda central, pero se encola aun mango, figura 9, el cual se ajusta
a la espiga en la placa delantera. La figura 10 muestra la manecilla, la
cual es fácil de aflojar y apretar para cambiar su posición.
Un pasador ahusado de latón se desliza a través de la espiga.
La esfera, que también se muestra en la figura 12, rodea a la rueda
de las horas y se sostiene mediante pasadores ahusados de latón que
también fijan la placa delantera a los travesaños. Los números
en la esfera se pueden pintar con tinta china, la cual se cubre luego con
laca transparente. El reloj que se muestra aquí es una réplica
de uno de los primeros relojes hechos a mano y accionados por contrapesos.
La hechura de una réplica de este reloj le hará sentir gran
admiración hacia los artesanos de la antigüedad. La vista de
cerca, sin la esfera, la rueda de las horas y la manecilla, muestran la
relación de las tres ruedas que marcan la hora y el mecanismo de
escape. |
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Nota de mimecanicapopular.com: tomen precauciones ya que
donde dice "Tamaño Real" no es así, por el efecto
al escanear las imágenes y adaptarlas al sitio. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 35 - Noviembre
de 1964 - Número 5 |
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