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Estás leyendo parte de la revista de Septiembre de 2002
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Probamos siete acepilladoras portátiles
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Es fácil intuir la
razón por la cual los carpinteros siempre dejan la compra de una
máquina cepilladora (también llamada cepillo o garlopa)
para el final. Después de todo, es una pieza que sirve para una
sola cosa. Su única razón de existir es dejar parejas y
paralelas las dos caras de una tabla de madera; es decir, justo como
puedes conseguirlas a la venta en madererías y en tiendas de
artículos para el hogar. Entonces, ¿cuál es su
gracia? Bueno, ninguna -siempre que te conformes con tablones cuyas
protuberancias eviten que midan exactamente lo mismo en toda su
extensión. Aunque claro, si quieres hacer unos cajones con lados
cuyo grosor sea de 12.7 mm y divisiones de 7.9 mm, o si estás
trabajando en un anaquel de 22.2 mm. o te opones a deshacerte de un
trozo de madera que en este momento no te sirve, o tal sólo
quieres mejorar el proceso de acabado de tus muebles, es seguro que
habrá un cepillo en tu futuro.
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Fuente: Revista Mecánica
Popular - Volumen 55 - Septiembre 2002 - Número 9 |
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