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Los buenos viejos días
Por Cliff Gromer
Tuvieron nombres como Garwood, Hackercraft y Ventnor. Y como el Stutz, estas impresionantes lanchas de madera construidas a mano se han convertido en piezas de colección. Restaurar una de estas lanchas puede costar más de U.S. $100,000. El plan B consiste en obtener una reproducción. Uno de los más agradables visualmente y leales al original es el Runabout de seis metros de Ventnor.

La versión original fue presentada en una exhibición de 1945 en Nueva York. Una lancha inspirada en el art decó, con una distintiva popa de estilo torpedo. Había sido diseñada sólo para llamar la atención hacia los modelos Ventnor convencionales. La fantasía con aleta fue nombrada “Bote del Año” y la compañía se vio obligada a producirla por aclamación popular. Al año siguiente se presentó una versión sin aleta del Runabout, y ambos modelos fueron éxitos de ventas. Se construyeron más de 800 unidades antes de que el modelo fuera descontinuado en 1950.

El Ventnor actual es una copia exacta del original de la línea de flotación hacia arriba, a excepción del algunos detalles. Lo que antes era un casco de triplay pintado ahora es fibra de vidrio recubierta con gel. Lo que antes era caoba (cubierta, tablero, decoración interior) lo sigue siendo. Los asientos, medidores y volantes empleados en botes de los años treinta y cuarenta eran adaptaciones de componentes automotores que no funcionaban bien en el ambiente marino, así que se han mejorado para esta versión. Los asientos son de cuero, los medidores están hechos a mano y todos los patrones para las piezas metálicas se basan en los originales. El decorado exterior es de una sola pieza, algo que no hace ningún otro fabricante de botes.

La atención al detalle en este modelo raya en el fanatismo. Toma como ejemplo el volante estilo banjo. Para igualar la apariencia del original, con el botón del claxon en el centro, se emplearon 32 componentes separados, muchos de los cuales tuvieron que volver a forjarse. El adorno de caoba está hecho en México; el banjo de acero, en Italia; y el marco del eje, en California. Los más de 700 tornillos y pernos exteriores son pulidos a mano.

Los viejos Ventnor tenían un fondo plano que agitaba demasiado a los tripulantes. En esta versión se emplea un diseño más moderno: un caso en V diseñado por un arquitecto naval para garantizar un paseo suave y seco con manejo sensible. Un motor de bloque pequeño de Chevy o Ford reside donde antes había un motor Seis u Ocho de Gray Marine o Chrysler.

La fabricación de cada bote toma alrededor de cinco meses. La capacidad de producción es de 12 botes por año y hay una lista de espera de siete meses. Y como cada uno está hecho a mano, los precios varían.

Si deseas conocer más sobre este bote, en el siguiente enlace es el sitio oficial de Ventnor: http://www.ventnorboatworks.com/index.html
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Espiando en Detroit - Abril 2002

Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 56 - Abril 2003 - Número 4


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Idea original de Mi Mecánica Popular por: Ricardo Cabrera Oettinghaus