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Estás leyendo parte de la revista de Octubre de 1967
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TORINO
Automóvil Netamente Argentino |
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"Torino", el primer automóvil íntegramente
argentino que está fabricando la IKA (versión 380) |
La República Argentina con su industria automotriz en constante
superación, no ofrecía entre la gama de marcas y modelos que
produce, un automóvil que llenara las exigencias de los amantes a
los coches sport. Entendían sus dirigentes que el mercado potencial
no era lo suficientemente propicio como para encarar la producción
de este tipo de automóvil.
Industrias Kaiser Argentina (IKA), primera empresa integral de ese país,
luego de una investigación, tomó la decisión de fabricar
un coche de línea deportiva. Plasmar esa idea, significó que
el célebre carrocero italiano Giovanni Pininfarina diseñara
una carrocería. Conseguir en Alemania la licencia de las cajas de
velocidades ZF. Adoptar una suspensión trasera Four Link Bar. Superar
los problemas que tanto dieron que hablar del motor Tornado Jet. Dar cabida
a una creatividad ambiciosa en lo referente a detalles que significaran
atracción al comprador en potencia. Tablero de madera (nogal italiano),
instrumental único en su género, confortables butacas, volante
deportivo, palanca de cambios al piso, etcétera.
Sus 3.770 litros de cilindrada, con una compresión de 7,5 y 155 HP
en el modelo 380 son complementos potenciales que permiten una velocidad
a regímenes solventes, capaz de satisfacer al más exigente
"tuerca" (denominación aplicada en Argentina a los amantes
de la velocidad).
Logró IKA en la suma de valores expuestos la concreción de
un automóvil potente, de mucho torque, andar sereno, muy buena adherencia
al doblar. Se cubrió de esa manera un mercado exigente tanto en el
aspecto técnico como estético. .Así apareció
en noviembre de 1966 el automóvil argentino que más agradó
al público. Este reúne el gran confort de un automóvil
americano, la generosidad de la técnica europea en un tamaño
mediano.
Todos estos elementos, no alcanzaron a ser lo sumamente positivos para el
lanzamiento de estas unidades a ese algo que pueda significar triunfo o
derrota en el mercado. Competencias. En Argentina el consumidor evalúa
muchísimo las performances de marcas en carreras, tan populares como
continuadas. Así fue que Industrias Kaiser Argentina no se animó
en diciembre a poner su nuevo coche en línea de partida en el Gran
Premio de Turismo de Carretera (categoría única en el mundo
desarrollada en forma intensísima en Argentina). A pesar de tener
varios hombres inscriptos, prefirió un estudio más exhaustivo.
Esa prueba, sumamente dura, podría producir un cataclismo en la comercialización
de sus nuevas unidades, malogrando el esfuerzo. tan grande que con tanto
afecto habían dedicado sus dirigentes y creadores.
Acá aparece en escena un hombre joven: Oreste Berta (29 años)
dotado de una extraordinaria técnica, pleno de inquietudes, con una
dinámica arrolladora, que pone manos, cerebro y alma en pos de un
equipo de competición. Logra sus objetivos tras la serie de triunfos
deportivos. El éxito de Berta y su equipo logró tranquilizar
más a los dirigentes de IKA, los impregnó de fervor, tanto
que hasta habrán olvidado los malos negocios que tuvieron en el primer
semestre del ejercicio. |
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En esta fotografía puede apreciar el lector los suntuosos
detalles en el interior del Torino |
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Eduardo Copello, integrante del equipo que ganó el
mayor número de carreras con el Torino |
Héctor Grandasi, (derecha) puede considerarse segundo
piloto del mismo equipo que Copello |
La fuerza operativa de la fábrica en pleno, no bastaba
para concretar triunfos. Hacía falta la integración, y logró
Berta esa maravillosa máquina que es el grupo humano, constituyendo
su equipo con tres hombres que no participaban en la categoría Turismo
Carretera: Eduardo Copello tácito "caposcuadra", un hombre
acostumbrado a triunfar aunque en categoría menor. De conducción
sutil, pero firme, manejaba con notable acierto un diminuto Renault Gordini
(versión 1093) preparado precisamente por Oreste Berta, con el cual
venció en múltiples oportunidades. Héctor Gradassi
-podríamos denominarlo segundo piloto- es otro integrante del equipo.
La fortuna lo llevó a integrarlo cuando su acción que es aguerrida
y muy temperamental, lo hacían actuar en un DKW 1000, con el que
hizo maravillas en su categoría y hasta en mayores con atrevidas
performances. Debemos mencionar que en 1965 colocó a su pequeño
coche en un quinto puesto detrás de coches de mucho mayor cilindrada
(4 litros), en una carrera sumamente difícil por la topografía
del terreno donde se disputó. Las manos hábiles en preparación
y conducción, los reflejos rápidos y los brazos fuertes equilibraron
la diferencia. Por último, completa el team Jorge Ternengo, un coterráneo
de Berta, amigo de mucho tiempo atrás, que conoce los halagos y los
riesgos de haber corrido en motocicletas y en fórmulas de menor predicamento.
Hombre ideal por su temperamento, por su sencillez para integrar un grupo
con objetivos comunes.
Todo este cúmulo de valores ha hecho que Torino actuara en carreras
con éxitos resonantes (Rafaela tres primeros puestos logrados por
el equipo IKA. -Mar del Plata seis Torino en diez primeros, etc., etc.)
Transformó el desarrollo de un programa de carreras, desatando una
polémica avasalladora. Su nombre y el de sus pilotos adquirió
una popularidad única en su género. Las fábricas competidoras
comenzaron a luchar en procura de restablecer predominio. Los "constructores
y vendedores de velocidad" se quemaron las pestañas buscando
la fórmula de triunfo ante Torino. Oreste Berta sabedor de que los
ciclos inexorablemente se cumplen, trabajó de inmediato con nuevos
valores técnicos para ponerlos en uso, en el momento preciso. |
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Jorge Ternengo (izquierda) conoce los halagos
y los riesgos de haber corrido en motocicletas |
Las fluctuaciones de resultados deportivos pueden determinar variantes
en la comercialización de Torino. Codiciado por innumerables compradores
a quienes no se puede satisfacer de inmediato por ser mayor demanda que
producción. Es tanto el movimiento decretado que hasta corredores
de primera línea, muy afamados (Alzaga, Estefano, Manzano) dejaron
las marcas tradicionales para tratar de lograr o reverdecer laureles con
esta nueva fuerza motora.
Seguramente, reiteramos, el liderazgo va a terminarse. Es indubitable aunque
no se puede determinar cuándo. Pero lo que no se puede negar es la
evidencia de que por primera vez en Argentina, un automóvil netamente
nacional, ha rendido performances en todas las exigencias posibles, que
lo elevaron a plano preponderante dentro de la Industria con una impactación,
sí que excepcional.
No creemos que este automóvil permita a IKA recuperar el índice
de penetración que tuvo oportunamente en el mercado. Cambian las
circunstancias, la competencia actúa febrilmente, el mercado se transforma.
Tal vez no importará a los dirigentes de Industrias Kaiser Argentina
el valor de una estadística, cuando ostentan el legítimo orgullo
de haber satisfecho una demanda y haber creado un éxito comercial.
Queda una sola incógnita alrededor de este automóvil. Saber
qué valores tendrá cuando ingrese al parque de automotores
usados. En Argentina es importante esta evaluación. El tiempo se
encargará de despejar esa incertidumbre. Eso es futuro. El presente,
es feliz. |
En el autodromo de la ciudad de Buenos Aires, durante la
disputa del gran premio Juan Gálvez |
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Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 41 -
Octubre 1967 - Número 4
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