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Estás leyendo parte de la revista de Agosto de 1963
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En escena El MG 1100 |
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En esta fotografía se aprecia claramente
que las cuatro ruedas del MG 1100 se encuentran en el aire, pero la suspensión
de este coche amortigua el rebote notablemente |
Por Ed Nelson |
EL NUEVO sedán de cuatro puertas MG
1100 de la Gran Bretaña se halla colmado de revolucionarias características.
Tiene un motor montado transversalmente y mando en las ruedas delanteras.
Su combinación de diferencial, transmisión y cigüeñal
funciona dentro de un baño común de aceite. Pero la innovación
más importante de todas la constituye la suspensión Hydrolastic
del automóvil: una característica que elimina por completo
los cabeceos. Los cabeceos,
y no los bamboleos o saltos verticales, son los que más contribuyen
a la incomodidad cuando se viaja sobre caminos accidentados. Habiéndose
eliminado los cabeceos, disfruta usted de la comodidad que proporciona un
auto grande en un vehículo con una distancia entre ejes de apenas
93 1/2" (2,38 metros). Un amigo que se muestra adepto a criticar los
autos pequeños, a los cuales llama "juguetes", dice lo
siguiente: "Me olvidé de que se trataba de un juguete; da la
sensación de ser un verdadero automóvil".
La operación del Hydrolastic es bastante sencilla: Un resistente
muelle de caucho en la unidad que hay en cada rueda actúa de manera
muy similar aun resorte espiral de relación variable; los otros componentes
actúan como amortiguadores de impactos. Los movimientos ascendentes
de las ruedas son transferidos a las unidades Hydrolastic (vea el dibujo.)
mediante ejes que extraen un diafragma flexible de la sección inferior
y que actúan, mediante un líquido no comprimible, contra el
muelle cónico de caucho. Esta forma cónica le proporciona
al muelle de. caucho su relación variable; mientras más se
oprime más resistencia muestra a las compresiones posteriores. |
Parte del impacto de una protuberancia en la
parte delantera se desvía para alzar la parte trasera de la carrocería
(dibujo superior) y mantener una marcha casi a nivel |
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La parte más
significativa del sistema sellado es la conexión fluida (mediante
tubos de pequeño diámetro y válvulas amortiguadoras
de caucho) de cada unidad en las ruedas delanteras, con su correspondiente
unidad en las ruedas traseras. De esta forma, el movimiento hacia arriba
de una rueda delantera hace que corra fluido para alzar la unidad trasera.
Es como sostener un par de bulbos de caucho llenos de agua -uno en cada
mano- y conectados por una manguera. Aprieta usted uno y se produce presión
en el otro. Este sistema ofrece dos ventajas: Primero, la unidad Hydrolastic
trasera alza ese extremo de la carrocería al mismo tiempo que el
extremo delantero se está levantando. Resultado: En vez de inclinarse
un extremo a la vez, obtiene usted una marcha a nivel. Segundo, como el
desplazamiento total se divide entre los "muelles" delanteros
y los traseros, en vez de ser absorbido por un extremo a la vez, los impactos
no repercuten tanto contra las unidades individuales, el automóvil
y sus ocupantes. La visibilidad
es excelente. Mira uno sobre un capó acortado, cuya forma se debe
al montaje transversal del pequeño motor. Desde la defensa delantera
hasta el extremo trasero hay una distancia de apenas 146 3/4" (3.73
metros) ; aproximadamente 14" (35,5 cm) menos que en el Volkswagen.
Sin embargo, la distancia entre ejes es sólo 1" (2.5 cm) menor
que la del Volkswagen. No obstante el pequeño tamaño general,
hay amplio espacio en el interior.
El ángulo elevado de la columna de dirección (comparado con
los autos de los Estados Unidos) proporciona un amplio espacio libre para
las piernas (15 centímetros). Al igual que en muchos otros autos
europeos, el único lugar donde -descansar el pie izquierdo es sobre
el interruptor del atenuador de luces.
Para manejar un MG 1100, se sienta l uno en posición recta, como
en una silla de cocina. Es posible que el pie derecho también sea
un problema durante viajes largos. Es difícil mantener la punta del
pie apartada del piso. Pero aplíquelo al pedal del acelerador y el
auto desarrollará su velocidad máxima al instante. En los
angostos caminos ingleses, los conductores desplazan ese pie con tanta frecuencia
o hacia el pedal del freno, que la pierna no puede dolerles; pero en las
carreteras de los Estados unidos todo es diferente.
Gracias al sistema Hydrolastic, el enfrenamiento es uniforme y eficaz, con
le discos Lockheed en la parte delantera. Se necesitan estos discos, ya
que el 62 por ciento del peso del auto recae sobre las ruedas delanteras.
El compartimiento de los guantes
es poco profundo, pero tiene un ancho de 51 centímetros. Resulta
sorprendente el espacio interior del baúl, el cual es de 9 1/2 pies
cúbicos ( 0,28 metro cúbico). El neumático de repuesto
se halla bajo el piso del baúl.
El auto toma las curvas con gran facilidad y su inclinación es insignificante.
Se puede hacer girar el manubrio de dirección de tope a tope, dándole
sólo 3,3 vueltas; pero a través de las cuatro velocidades
de avance, la acción de la palanca no es muy firme que digamos.
Cuando MP sometió el auto
aprueba, sólo había recorrido 2575 kilómetros, pero
el motor y el empalme de los limpiaparabrisas ya producían ruidos.
El odómetro recuerda con placer aquellos felices días en que
los instrumentos indicaban lo que uno quería saber, pero el 1100
todavía tiene esas inútiles luces indicadoras para el aceite
y los amperímetros.
Pocos son los servicios de mantenimiento que hay que prestar al vehículo,
ya que solamente hay cuatro puntos de lubricación, dos en las charnelas
de dirección de cada rueda. |
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La toma de aire está situada sobre el múltiple
del escape, para la conducción en tiempo frío. |
Los frenos de disco en las ruedas delanteras hacen casi todo
el enfrenamiento |
El rendimiento del
motor de 55 caballos de fuerza y 67 pulgadas cúbicas (1,09 litros)
de desplazamiento es de aproximadamente 12,4 kilómetros por litro.
El MG 1100 acelera de 0 a 65 kilómetros por hora en 9,4 segundos,
y de 0 a 100 en 22,2 segundos. Su velocidad máxima es de unos 125
kilómetros por hora. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 33 -
Agosto 1963 - Número 2
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