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La explosión de Buell
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Por Cliff Gromer |
Las motocicletas de un solo
cilindro no tienen una buena aceptación en el mercado. Aun
así, Buell Motorcycle Co., una subsidiaria de
Harley-Davison, presentó la percutora Blast de 492 cc. Se
trata de una moto con motor mono cilíndrico de cuatro
tiempos, gran cilindrada (alcanza más de 500 cc) y que
produce un verdadero evento a cada rotación de 720 grados de
su cigüeñal. No hay otro motor que produzca
más vibraciones que éste; por eso a estas
máquinas las llaman percutoras. ¿Cuál
es la razón para que Harley haya tomado esta
decisión? Hay muchas respuestas.
Actualmente, el negocio de las motocicletas está en auge.
Pero los amigos de Harley y Buell están preocupados porque
no hay muchos jóvenes que se sumen a esta actividad. El plan
es desarrollar una moto que sea el primer paso hacia un modelo
más grande de Buell o hacia una Harley.
La Blast tiene un éxito admirable como máquina
para el motociclista novato. Mecánicamente es muy sencilla:
no tiene nada innecesario y es muy fácil de manejar. El
motor con elevadores hidráulicos elimina los ajustes
periódicos de la válvula. La
estrangulación es automática. La correa dentada
se ajusta fácilmente y, considerando la modesta potencia del
motor, debe durar varios años.
Tuvimos la oportunidad de dar varias vueltas en la Blast y recogimos
muchos comentarios. La mayoría eran en el sentido de que es
muy bonita. Les gustó a las chicas que prefirieron
conducirla que ir como pasajeras. Eso sí, no impresionamos a
quienes tienen Triumphs, Harleys y Buells más grandes. La
razón quizá sea proque suena más como
una podadora que como una moto. La Blast es muy confiable; el
único problema fue, que cuando el motor está
frió y caliente, la estrangulación
automática se confunde. La moto tose y resopla, pero
aún así se las arregla después de un
momento. El asiento de la moto está disponible en dos
alturas distintas, 69 y 64.7 cm, pero nos pareció que el
asiento es muy estrecho en relación con el motor.
Lo bueno de la moto es que su masa de 163 kg está
concentrada a lo largo de su eje interior, lo que contribuye a que su
centro de gravedad sea más bajo. Esto proporciona al
conductor una excelente respuesta a sus maniobras. Su buen control se
debe a que tiene un marco muy rígido. La
suspensión es no-ajustable y su tendencia es hacia el lado
ligero, lo que es bueno si se toma en cuenta el propósito de
esta moto.
La respuesta del embrague y su operación en conjunto con los
frenos es excelente, pero no es una maravilla. Encontramos
“neutrales” falsos entre cada velocidad y antes de
embonar en Primera, se produce un escándalo en la caja de
velocidades. Las vibraciones se notan cuando uno está
parado, pero no cuando se está en marcha. No es apta para
recorridos largos; después de un viaje de 40
kilómetros, teníamos problemas para reacomodar
algunas partes de nuestra anatomía. Para dar una vueltas en
la ciudad y adquirir conocimientos básicos, la Blast es
buenísima. Es la puerta de entrada al mundo de las dos
ruedas por U.S. $4,395. Además, con los precios de los
combustibles por las nubes, su consumo de 29 kpl te
permitirán reírte frente a quienes se hayan
burlado de tu moto pequeña.
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Fuente: Revista Mecánica
Popular - Volumen 54 - Septiembre 2001 - Número 9 |
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