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Estás leyendo parte de la revista de Octubre de 1962
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Por Dick Williford |
EN EL CAMINO, descubrimos que el manejo del Consul
Capri, un producto de la Ford de Inglaterra, es casi tan divertido como
lo había sugerido su apariencia de coche deportivo.
El manubrio de dirección, con tres vueltas de tope a tope, reacciona
con casi igual rapidez que el de cualquier modelo para carreras; sin embargo,
esto no requiere una atención excesiva al conducir el vehículo
en condiciones normales. Un engranaje de bolas recirculantes contribuyen
notablemente a la precisión y suavidad de la dirección.
Los neumáticos se aferran
bien a cualquier tipo de superficie; la marcha es cómoda, con un
mínimo de bamboleos de la carrocería. Esto se debe al empleo
de muelles blandos y amortiguadores rígidos.
Su velocidad máxima es de aproximadamente 130 kilómetros por
hora, pero el Capri parece funcionar mejor a velocidades de 95 a 110 k.p.h.,
y da la impresión de que puede andar largos períodos de tiempo
a toda marcha, sin sufrir daño alguno.
Los frenos de discos en las ruedas delanteras constituyen una verdadera
ventaja. El Capri daría resultados satisfactorios con frenos de tambor
adelante y atrás; pero si desea uno frenar cuando el auto marcha
a 115 ó 130 k.p.h., los resistentes discos cumplen su cometido con
toda eficacia, parada tras parada.
El Capri emplea el motor de 1.32 litros del Consul Classic, el cual desarrolla
una potencia de 54 h.p., a 4900 r.p.m. El motor de cuatro cilindros con
válvulas en la cabeza tiene una torsión de 74 libraspié
a 2500 r.p.m. Este motor, conocido como el 109-E, fue adaptado del motor
105-E del Anglia, aumentando la carrera de éste de 47.7 a 64.2 mm.
Esta sencilla alteración aumentó el desplazamiento de 0.98
a 1.32 litros. Al igual que el motor del Angla, su cilindrada es de 79.7
mm. |
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La Ford de Inglaterra fabrica el Consul Capri:
nuevo cupé deportivo de estilo italiano. Este modelo de coche está
equipado con frenos de discos en las ruedas delanteras |
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El baúl es bastante amplio, pues mide 132 centrimetros de ancho y
125 de profundidad. Izquierda: Las anchas puertas y los asientos inclinables
facilitan el acceso a la parte trasera del coche |
El Capri
nos desilusionó un tanto en cierto aspecto: hay una gran diferencia
entre el potencial del bien equilibrado chasis y la capacidad del motor
para aprovechar ese potencial.
Cuando los diseñadores del Capri
lo transformaron, de un sedán Classic en un cupé deportivo,
recortando la parte superior, bajaron el centro de gravedad y, consecuentemente,
redujeron la transferencia de peso y de ladeo, cosa que mejora el manejo
y la estabilidad.
Sin embargo, el peso del auto permanece
virtualmente igual (el Capri pesa 935 kilos, y 948 el Classic de cuatro
puertas.) No se alteró la relación de los engranajes, la cual
es adecuada para un auto de familia económico, con un peso como el
del Classic y equipado con un motor de 54 hp.
El engranaje de primera de 4.11 al
(conjuntamente con el eje trasero de 4.12) proporciona la torsión
suficiente para arrancar con una carga completa sobre una pendiente y tirar
también de un remolque. Con el engranaje de segunda de 2.39 a 1,
puede usted arrancar en una superficie a nivel y moverse por entre el tránsito
de la ciudad a velocidades mínimas. El tercer engranaje, de 1.41
al, tiene la relación de transmisión correcta para pasar a
otros autos a alta velocidad y para subir pendientes. Pero su diferencia
con respecto a la segunda velocidad es muy grande, lo cual deja un "vacío"
en la curva de aceleración.
Además, conjuntamente con esta
baja relación del eje (v .g., numéricamente alta) , el tercer
engranaje del Capri permite que la curva de aceleración se nivele
a una velocidad de aproximadamente 90 k.p.h. Con una mejor relación
del eje trasero, digamos de 3.70 a 1, podría desarrollar rápidamente
una velocidad de 100 k.p.h.
El engranaje de cuarta, con una relación
de 1.00 a 1, proporciona la potencia adecuada para escalar pendientes a
100 k.p.h., pero con esa relación del eje, de 4.12, el motor parece
demasiado ruidoso a velocidades de viaje de 100 a 120 k.p.h. Hubiera sido
mejor que tuviera una relación del eje trasero más alta (v.g.,
numéricamente menor) , para desarrollar velocidades de viaje más
económicas y silenciosas, así como velocidades máximas
mayores. Esto también hubiera permitido que el engranaje de tercera
resultara adecuado para subir pendientes y acelerar rápidamente de
75 a 115 k.p.h.
Hay que considerar el hecho de que
un motor con un desplazamiento de 1340 cc. , acoplado a un coche que pesa
910 kilos, y concebido para condiciones de manejo comunes y corrientes,
no puede complacer a todos los automovilistas.
Otra razón por la cual no se
han alterado las relaciones existentes-adecuadas para el sedán Classic,
el cual debe tener la capacidad para transportar a cuatro adultos y toda
una carga de equipaje en el baúl-es el costo. El empleo de relaciones
diferentes en el eje y en la transmisión, cosa que sería más
adecuada para un cupé de dos plazas como el Capri, aumentaría
el costo actual de 2378 dólares (en puertos de la costa oriental
de los Estados Unidos).
Otro factor que favorece las relaciones
actuales del Capri son los angostos y sinuosos caminos de la Gran Bretaña,
donde casi toda la aceleración es de menos de 100 k. p.h. El Capri
cumple este cometido con eficiencia. Desarrolla una velocidad de 65 k.p.h.
en 9 segundos, y llega a 80 en 14 segundos, con dos personas adentro.
Es obvio que nadie utilizaría
un Capri para competencias de velocidad; sin embargo, tiene mucho que ofrecerle
si lo que desea usted es un auto de estilo atractivo y bajo consumo de combustible.
En la prueba de MP, el kilometraje por litro del Capri fue de 11.3. Esto
incluyó calentamientos del motor en tiempo frío, resbalones
sobre calles cubiertas de hielo, además de nuestras pruebas usuales
de aceleración; por esta razón los dueños bien pueden
esperar un rendimiento mejor, al guiar este automóvil en condiciones
normales.
El Capri mide 5 centímetros
menos que el Consul Classic, cuya altura es de 1,42 metros.
Como es un modelo de dos plazas adaptado
de un auto de cuatro pasajeros, el Capri tiene espacio suficiente para dar
cabida a asientos grandes y cómodos (forrados de cuero o de vinilo).
Estos asientos no son de tipo de cubo ni de tamaño pequeño,
como los de la mayoría de los autos deportivos de tamaño o
potencia similar, sino que proporcionan un excelente soporte al tomar las
curvas y pueden ajustarse tanto hacia adelante como hacia atrás.
Como equipo optativo, hay un cojín
que sirve de asiento trasero y que descansa sobre un panel desplazable montado
sobre el eje trasero. A pesar de que este asiento es comparativamente grande
(1.24 metros de ancho por 43 centímetros de fondo) , la inclinación
de 40 grados de la ventanilla trasera del Capri restringe la amplitud vertical.
Debido a esto, dicho asiento sólo sirve para los niños o para
llevar equipaje adicional.
El Capri es un auto ideal para recorridos
corrientes: es económico, de funcionamiento confiable y de atractivo
estilo. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 31 - Octubre
1962 - Número 4 |
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