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Estás leyendo parte de la revista de Abril de 1990
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El concepto de la construcción de automóviles
en la estación de Uddevalla se basa principalmente en unas carretillas
móviles que permiten a las cuadrillas de trabajadores hacer girar
el vehículo para facilitar su armado. |
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Desde que Henry Ford puso el automóvil al alcance
de todo el mundo, los sociólogos se han ocupado de determinar el
impacto que ha tenido este invento sobre nuestra sociedad.
Sin embargo, sólo ha sido ante
de las dos últimas décadas que hemos comenzado a determinar
el impacto que ha tenido la sociedad sobre el automóvil. Y una de
las partes más interesantes de esto está comenzando a desarrollarse
en Uddevalla, Suecia, en una nueva planta de armado de la Volvo.
Lo que singulariza a la planta de Uddevalla
es que funciona de una forma completamente opuesta al concepto de producción
en serie del señor Ford. En lugar de trabajadores colocados en fila
que realizan una o dos labores de ensamblaje mientras los autos se mueven
frente a ellos, los modelos Volvo que salen de Uddevalla se construyen totalmente
en estaciones individuales, con una sola cuadrilla de trabajadores en cada
estación.
El problema que confronta la Volvo
con las operaciones de manufactura en Suecia no es muy extraño que
digamos, pero sí parece ser más pronunciado allí que
en otros países europeos. Por ser un país socialista, en Suecia
los ciudadanos gozan de ciertos derechos fundamentales, aun cuando no aporten
ninguna contribución al bienestar de la nación.
Como el empleo no es un asunto de vida
o muerte, no todos los componentes de la clase obrera tienen gran interés
en trabajar, al menos no parecen estar dispuestos a trabajar continuamente.
En la industria sueca los índices de ausentismo son muy altos, de
más de un 25 por ciento.
Cuando una compañía quiere
crear un producto de alta calidad, como sucede con la Volvo, este alto porcentaje
de cambio de personal inevitablemente surte un efecto negativo. Es como
tratar de emplear un equipo de fútbol con jugadores nuevos para cada
partido. Esto afecta el rendimiento de manera negativa. Para contrarrestar
esta situación, la Volvo está tratando de crear un ambiente
que no sólo resulta más interesante para los trabajadores,
sino también más personal. Por ello ha creado el método
Uddevalla: cuadrillas de trabajadores escogidos cuidadosamente que arman
automóviles completos en una sola estación.
Montados sobre una carretilla especial
que gira alrededor del eje longitudinal del automóvil para poder
alcanzar la parte inferior, el chasis desnudo llega a la cuadrilla de trabajadores
junto con todos los componentes, fiadores, cables y conexiones que se requieren
para completar la hechura del automóvil. Algunos de estos artículos,
los componentes de la suspensión, por ejemplo, llegan como subconjuntos
que sólo hay que atornillar. Otros componentes se arman en la estación
de trabajo y luego se instalan en el automóvil. Pero una vez que
llega a la estación, el chasis no sale de ella hasta que ya el auto
está listo para ser manejado.
Uddevalla es una nueva fábrica
que está funcionando muy por debajo de su capacidad, lo que significa
que todavía se están formando nuevas cuadrillas de trabajadores.
Después de reunir y adiestrar una cuadrilla de ocho hombres, ésta
se convierte en una unidad semiautónoma, responsable totalmente del
control de calidad de todos los autos que produce. Todos los miembros de
una cuadrilla están bien versados en un gran número de funciones
de ensamblaje (algunos hasta pueden encargarse de armar un auto completo
por sí solos) y, cuando alguien falta, el resto de la cuadrilla compensa
con su trabajo la ausencia del ausente.
Esta responsabilidad ayuda a crear
íntimas relaciones entre los componentes de una cuadrilla, la cual
se convierte en una familia. Cuando alguien deja el grupo, los miembros
restantes pueden vetar a cualquier candidato nuevo que les envía
la sección de personal de la fábrica.
¿Da resultado este método
de trabajo? La Volvo responde a esta pregunta de manera afirmativa, aunque
cautelosa, ya que aún no se ha reunido todo el personal que requiere
la fábrica. Pero hasta estos momentos las cifras de ausentismo asciende
amenos de la tercera parte del promedio en Suecia. La calidad de la mano
de obra ya iguala a la del magnífico modelo K al mar de la Volvo,
y el costo de producción apenas supera ligeramente al de las fábricas
más tradicionales de la compañía. Se espera que este
costo baje al nivel de las otras plantas cuando Uddevalla funcione a toda
su capacidad. Cuando la producción llegue a su capacidad total este
año, la fábrica estará produciendo alrededor de 40
000 unidades al año.
Pero en el competitivo campo de la
producción de pocos vehículos de alta calidad es probable
que Uddevalla se convierta en un libro de texto para toda la industria. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 43 - Abril
1990 - Número 4 |
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