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Es más seguro chocar así -sin llevar conductor - Mayo 1953
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El otro día monté solo
en el asiento trasero de un nuevo automóvil, a una velocidad de
100 kilómetros por hora. Esto no tiene nada de extraordinario,
excepto por una cosa: no había nadie en el asiento delantero. El
auto efectúo virajes, disminuyo su velocidad y aceleró,
sin que hubiera nadie ante el manubrio de dirección.
Experimenté la misma sensación que se apoderó de
mí cuando era niño, al zafarse una vez el manubrio de
dirección de mi carrito de cuatro ruedas, mientras iba bajando
una empinada pendiente.
Mi chofer era un conglomerado de dispositivos electrónicos
operados por un ingeniero que iba dentro de un automóvil piloto
a unos 30 M de distancia. Un cable que colgaba entre pértigas
montadas en cada auto transmitía los impulsos. Mientras nos
movíamos, oía yo un traqueteo y veía como el
manubrio de dirección, activado por unos motores selsyn, iba
girando. Escuchaba un chasquido al caer un solenoide, y el auto
disminuía su velocidad; se producía otro chasquido, y nos
echábamos a correr.
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| Fuente: Revista Mecánica
Popular - Volumen 12 - Mayo 1953 - Número 5 |
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