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Reparando el sistema del limpiaparabrisas |
por Don Chaikin |
Ya el cielo al frente se está poniendo
siniestramente oscuro y los vehículos que se aproximan en dirección
contraria en el tránsito están todo mojados. Ahora puede ver
claramente que los automóviles y camiones que vienen del lugar hacia
donde se dirige tienen funcionando sus limpiaparabrisas, a velocidad máxima.
Y súbitamente sabe el porqué, debido a que viajando a 80 km/h
(50 mph) entra en una pared de agua. "Nohay problema", se dice
así mismo a medida que acciona la palanca para conectar los limpiaparabrisas.
Se equivoca: no importa cuanto haga, los limpiaparabrisas no se mueven de
su lugar de reposo.
O, aunque puede ser menos dramático, no es menos peligroso conectar
los limpiaparabrisas para limpiar la molesta llovizna llena de lodo que
lanza el tráfico que marcha delante luego que ha llovido, pero todo
cuanto los limpiaparabrisas hacen consiste en vibrar y rebotar, mientras
hacen su torpe recorrido a través del vidrio. Y hacen esto a pesar
del hecho de que reemplazó los enjugadores de caucho no hace más
de dos semanas.
En estos dos casos, sencillamente el conductor no puede ver por dónde
está conduciendo. Y en ambas situaciones, ni siquiera sabía
que tenía un problema hasta que se enfrentó con el mismo mientras
estaba frente al volante de dirección del otro lado del parabrisas. |
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Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 46 - Octubre
1993 - Número 10 |
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