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En escena: el MGB-GT - Septiembre 1966
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El conducir un auto deportivo
solía ser algo así como posarse indefinidamente en lo
alto de un poste o dedicarse a un maratón de baile. Algo que se
hacía sólo para determinar la resistencia de uno al
castigo. Pero todo acabó cuando aparecieron esos nuevos coches
deportivos con sus ventanillas activadas por manivelas, sus buenos
calentadores y un amplio espacio donde guardar el equipaje. Sí,
también tenía que ocurrir. Finalmente han transformado el
"roadster" MGB en un auto de familia (aunque para una familia
pequeña).
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Fuente: Revista Mecánica
Popular - Volumen 39 - Septiembre 1966 - Número 3 |
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