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Estás leyendo parte de la revista de Abril de 1954
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Autos Clásicos
Un Álbum de Coches Excepcionales |
Por Arthur R. Railton, Redactor de Automovilismo |
Fotos a color de Don Honick |
EN LAS OCHO PAGINAS SIGUIENTES Mecánica Popular saluda
a los grandes coches clásicos de nuestros tiempos-12 carros norteamericanos
señalados como los mejores que se produjeron en esa edad de oro del
automovilismo, que comprende el período de 1925 a 1942, inclusive.
Los coches escogidos, mencionados abajo en el orden de su selección,
aparecen en fotos y dibujos originales a todo color. He aquí la lista
de honor:
1. Duesenberg 1931-J Roadster-Murphy.
2. Duesenberg 1931-J Victoria-Rollston.
3. Lincoln 1932-KB Phaeton Dual Cowl.
4. Packard 1929 Sport Phaeton.
5. Pierce Arrow 1933 Silver Arrow V12.
6. Stutz 1932 Bearcat.
7. Cord 1937 Convertible Coupe.
8. Packard 1930 Speedster .
9. Kissel 1927 White Eagle Speedster.
10. Auburn 1936 Supercharged Speedster .
11. Marmon 1931 V16 Club Sedan.
12. Lincoln 1941 Continental Convertible.
Según los aficionados a autos clásicos, el período
comprendido entre los años de 1925 y 1942 constituye la era en que
el automóvil adquirió verdadera eficiencia mecánica,
habiéndose desecho de cuanta traza tenía del coche tirado
por caballo, y no habiendo aún pasado a manos del estilista.
Estos doce automóviles, señalados aquí como los más
destacados de su clase, no son piezas de museo. Sus orgullosos propietarios
todavía los manejan; algunos de ellos aun conservan su acabado original,
mientras que los otros no han cambiado de color. Casi todos funcionan a
la perfección, sin los múltiples mecanismos, adornos cromados
y dispositivos automáticos de los coches de hoy.
¿Y qué es un Auto Clásico? Es posible que haya miles
de definiciones para este tipo de vehículo. Con seguridad, no se
trata de un coche de "edad mediana," es decir algo entre un auto
antiguo y uno moderno. En una palabra, constituye un vehículo de
belleza imperecedera, provisto de un potente motor.
En los años mencionados aparecieron numerosos otros autos que tal
vez podrían formar parte del selecto grupo presentado aquí.
Sin embargo, para escoger los doce grandes autos clásicos, los editores
de Mecánica Popular solicitaron la cooperación del Club de
Autos Clásicos de Norteamérica, cuyos 700 miembros se dedican
a preservar los ciento y pico de modelos que han ellos honrado con dicho
nombre. Los dirigentes del Club aceptaron nuestra solicitud con entusiasmo.
Lo primero que hizo la Junta Directiva del Club, cuyas oficinas centrales
se hallan en la Calle Cedar, No.122, Nueva York, fue preparar una lista
de los autos que podían competir; se decidió incluir sólo
27 modelos fabricados en los Estados Unidos durante el período a
que se aludió antes. A pesar de que entre los coches clásicos
se hallan numerosos vehículos europeos de gran fama, como Rolls-Royce,
Bugatti Royale, Bentley, Mercedes-Benz e Isotta Fraschini, el mencionado
grupo determinó que en dicho concurso tomaran parte únicamente
autos clásicos de hechura norteamericana. |
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Los nombres de los 27 coches escogidos fueron sometidos por
Mecánica Popular a la consideración de todos los miembros
del Club de Autos Clásicos, cuyos votos determinaron cuáles
eran los 12 mejores vehículos de todo el grupo. Más aun, sus
respuestas a nuestras preguntas y sus numerosos comentarios dieron prueba
de su gran entusiasmo por estos coches, así como de la diversidad
de ideas que se tienen acerca de lo que es un auto clásico.
La gran mayoría concuerda que el período de 1925 a 1942 constituye
la "Edad de Oro de los Automóviles." Tal como expuso uno
de los miembros, era ése el período cuando los coches hechos
a la orden constituían "el ideal del automovilista y no un artículo
de venta obligatoria para el concesionario.
¿y cómo fue que escogieron los autos clásicos entre
todos los coches producidos en esos 18 años? Los factores considerados
al efectuar dicha selección fueron sumamente variados. Pero, a pesar
de que en todos los comentarios se mencionaron características mecánicas,
resultó evidente que el diseño de la carrocería fue
el factor de mayor importancia considerando por los que participaron en
el certamen. Lo ideal, por supuesto, es una combinación de apariencia
y funcionamiento, como lo son los magníficos autos Duesenberg que
ocuparon el primer y segundo lugar.
Entre las normas aplicadas para la selección de estos autos, figuran
las siguientes, según las propias palabras de los propietarios y
admiradores de este tipo de vehículo:
"Debe tener líneas nítidas y sencillas, y ser una obra
de arte en cuanto a apariencia."
"No pasa nunca de moda. Tal es su belleza que sus líneas continúan
siendo siempre sumamente atractivas."
"El auto clásico tiene una carrocería de gran belleza
y carece de adornos excesivos."
"Tiene dignidad, buen gusto y sencillez. Es de aspecto sobrio, sin
exceso de guarniciones."
Todo lo anterior está muy bien, pero nada tiene de específico.
Lo que para uno representa belleza y buen gusto, puede significar todo lo
opuesto a otro. No fueron muchos los que aprobaron el orden exacto de los
12 mejores autos en la lista; sin embargo, la lista se preparó de
acuerdo con el número de votos. A pesar de que los estilos, diseños
y características mecánicas de los clásicos mencionados
difieren, tienen éstos ciertas cualidades comunes entre sí.
Veamos estos comentarios de los propietarios de autos clásicos:
<Debe tener la apariencia de un auto.> No hay duda alguna de
que los doce autos mencionados satisfacen este requisito. No tienen semejanza.
alguna con los coches tirados por caballo. Aun no han adoptado las líneas
del aeroplano o del yate. El capó, las ruedas, los faros delanteros,
las puertas y las luces traseras, son partes individuales bien definidas.
<Un capó largo es esencial.> Los doce modelos se conforman
a esto. Desde los espigados y sobrios Duesenberg hasta el lujoso Continental,
todos tienen capos largos para cubrir sus grandes motores.
<Es grande, esbelto y costoso.> De acuerdo con los precios
que imperaban entonces (o con los de hoy en día, también),
los autos clásicos en nuestra lista son "grandes. ..costosos."
En cuanto a acabado y materiales, los autos de hoy son más lujosos,
pero los aficionados a coches clásicos alegan que no hay ningún
automóvil de 1954 que pueda compararse con el Cord de 1937 o el Packard
Speedster de 1930, por ejemplo, en lo que se refiere a esbeltez ya estilo
de apariencia costosa.
<Tiende hacia un estilo macizo-un coche de lujo.> Entre los
autos escogidos hay suficiente evidencia para respaldar esa definición.
Los dos Phaetons, el Lincoln Dual Cowl 1932 y el Packard 1929, son enormes.
En ambos de estos modelos el asiento trasero es grande y sumamente cómodo.
Puede usted estirar las piernas y no tocar el asiento delantero. Sin embargo,
el área ocupada por los pasajeros ocupa sólo la mitad del
largo total del vehículo. Estos carros son verdaderamente voluminosos.
Otro automóvil semejante es el Marmon de 1931.
<Debe tener un excedente de potencia.> Generalmente, los clásicos
son autos potentes, aun al compararse con los coches de hoy. Los más
clásicos de todos, los Duesenberg, tienen un motor de 8 en línea,
con válvulas a la cabeza, que desarrolla 265 caballos de fuerza.
El Marmon V16 (sí señor, 16 cilindros en V) tiene una potencia
de 200 HP, y el Auburn Supercharged Speedster de 1936 desarrolla 150 HP.
<El clásico tiene una carrocería hecha a la orden. No
es un modelo corriente de fábrica, ni un auto de familia. Tiene una
carrocería construida para una función particular.>
Todos los autos en el grupo escogido se produjeron en cantidades limitadas.
Es esto lo que contribuye tanto a su singularidad. Eran escasos cuando se
fabricaron, y son raros hoy. Debido a su construcción especial, puede
decirse que "están hechos casi a mano," que son obras de
"perfección mecánica," y que "entusiasman a
todo aficionado a la maquinaria."
<Un clásico es un coche para hombres.> El Kissel White
Eagle Speedster, construido en 1927, es exactamente eso; no tiene ornamentos
ni aditamentos y facilidades motrices, así como otras "complejas
simplificaciones." El individuo que poseía y guiaba un Kissel
era un hompre en toda la extensión de la palabra, alegan los aficionados
a coches clásicos. y lo mismo puede decirse acerca del Stutz Super
Bearcat presentado en 1932.
<Es un auto cuyo diseño se basa más en la apariencia y
en la línea que en lo práctico." ... "Es de dimensiones
exageradas, pero no hay duda que es una obra de arte. No es práctico,
pero es un auto superior a cualquier otro coche semejante construido antes
o después.>
Nadie sugiere que Detroit debe abandonar sus diseños actuales y adoptar
nuevamente las normas de los autos clásicos. En primer lugar, los
precios serían exorbitantes. Los Duesenberg costaban alrededor de
8500 dólares en 1931, sin incluir la carrocería. Al comprar
uno de estos autos, todo lo que obtenía usted era el chasis (motor,
bastidor, mecanismo de propulsión), debiendo encomendarle a un tercero
la instalación de la carrocería. Es ésa la razón
por la cual llevaban nombres dobles, como Roadster-Murphy, Victoria-Rollston;
Murphy y Rollston eran dos famosas fábricas de carrocerías
en aquellos tiempos.
Hasta cierto punto, sin embargo, Detroit utiliza estilos clásicos,
ya que éstos forman parte de la tradición en el diseño
del automóvil y ningún ingeniero ni estilista puede ignorar
la historia. El auto clásico se adelantó a su época,
inició todo un nuevo movimiento. Échele
usted un vistazo al Pierce Silver Arrow V12 de 1933. A pesar de que apareció
hace 21 años, todavía tiene aspecto moderno, y hasta dispone
de manijas montadas en rebajos, cosa que aun no han adoptado los fabricantes
en Detroit.
Es probable que la mejor definición de todas, aunque no la más
completa, sea ésta: "Un carro de lujo de ayer, que hoy puede
Ud. admirar y decir: ¡Caramba! ¡Qué automóvil!
Cómo me gustaría tener uno así."
En una palabra, pues, un clásico es un automóvil con "personalidad"-un
coche que "excita la imaginación." Es, como dijo uno de
los miembros dado a la poesía, "un montón de hierro provisto
de alma." Y, tal como reza el lema del Club de Autos Clásicos,
"ya no los construyen así." |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 14 - Abril
de 1954 - Número 4 |
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