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Estás leyendo parte de la revista de Abril de 1954
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Cómo Comprar un Auto Usado |
LA COMPRA DE UN CARRO USADO no debe ser un juego de azar,
ya que hasta la persona menos experimentada puede tomar las precauciones
necesarias que le aseguren una compra bastante satisfactoria. La mejor garantía
es dirigirse a un vendedor de la localidad que goce de buena reputación
y que se halle establecido desde hace varios años en ese tipo de
negocio. Cuídese de las "ofertas sensacionales," ya que
no hay más que recordar que un comerciante serio y escrupuloso no
puede pretender regalar la mercancía, sin ir a la ruina. Cuídese
de las tan cacareadas garantías que se ofrecen. El espacio de que
disponemos no nos permite entrar en detalles acerca de estos documentos
tan pregonados; pero le recomendamos leerlos cuidadosamente, y analizar
con mucha detención la terminología. Frecuentemente no tienen
ningún valor real, y hay casos en los que se obliga al comprador
a incurrir en gastos por concepto de reparaciones, cuyo costo debió
haberse deducido del precio del auto. Otra razón importante que aconseja
el ser prudente, cuando nos encontramos frente a una de las llamadas gangas,
es que a menudo un carro de bajo precio no hace más que corroborar
el refrán de que "lo barato sale caro." Por lo tanto Lo
primero que debe hacer es no precipitarse. visite antes varios lugares para
tener una idea del precio que tiene en plaza el auto que a usted le interesa.
En cuanto se decida por la marca y modelo, que va a comprar (aunque sería
mejor que tenga en mente 3 ó 4) contrate los servicios de un buen
mecánico para que examine el carro. Dicho técnico está
capacitado para escoger a ciencia cierta un automóvil en buenas condiciones,
y el pago de su estipendio constituirá una de las mejores inversiones
que haya hecho usted en su vida.
Sin embargo, si usted mismo debe hacer la selección, ofrecemos aquí
varias comprobaciones que le ayudarán a evitar la compra de un auto
mal cuidado, dañado o que, por cualquier razón, no sea deseable.
Excepto por la transmisión automática en muchos de los modelos
recientes, las comprobaciones para determinar el estado de un automóvil
usado son las mismas de siempre. No se deje engañar por la pintura
o por el brillo. No sería raro que el propósito sea precisamente
disimular daños importantes. Los guardafangos abollados, las portezuelas
enmohecidas, y otros pequeños daños, que se reparan a la perfección,
no son razones para disuadirlo de la compra. Lo importante es revisar debajo
de la chapa metálica que está dañada y examinar el
bastidor. Si el chasis presenta señales de haber sido calentado y
enderezado, o si hay soldaduras visibles, deseche el carro, sin importar
el bajo precio que pueda tener. Aunque las llantas y el tren rodante no
muestren en ese momento señales de desalineamiento, se puede asegurar
que, a la larga, producirán serios dolores de cabeza. |
Levante el frente y oscile las ruedas para ver si el perno
maestro y los bujes de soporte están gastados |
Los daños en la carrocería, debidamente reparados,
no deben ser óbice en la adquisición del automóvil |
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Al revisar el tren rodante, examine su conjunto frontal.
La reparación del sistema de suspensión independiente es una
labor costosa. Si las ruedas delanteras se hallan inclinadas, con la parte
inferior hacia afuera, pase de largo, pues ese automóvil no le conviene.
Si se diera el caso que la posición de las ruedas es correcta, o
sea que están verticales o con la parte inferior ligeramente metida
hacia adentro, compruebe si no las han forzado a esa posición para
encubrir una falla. Cuando los bordes frontales de las ruedas convergen
en un ángulo pronunciado, los neumáticos se gastan rápidamente.
Si le es posible, levante con un gato una de las ruedas delanteras y hágala
oscilar para comprobar si hay desgaste en el perno maestro y en loS bujes
de soporte. Si el desgaste es excesivo, tendrá que reparar el extremo
frontal, lo cual cuesta 100 dólares más o menos. Luego, bambolee
la rueda en la otra dirección para ver si están gastados los
extremos de la varilla de enlace. Este no es un defecto serio, pero debe
corregirse de inmediato, pues sólo así es posible disponer
de un buen sistema de dirección, e impedir además el desgaste
excesivo de los neumáticos delanteros. Cuando éstos se hallan
acopados o desgastados en ángulo, se debe deducir con certeza que
hay algún defecto en la suspensión. Estando el auto con sus
cuatro ruedas sobre el piso, súbase en la defensa delantera y mézalo
con su peso. Si el extremo frontal bota con facilidad, no le quepa duda
que los amortiguadores están desgastados. En muchos autos, los amortiguadores
son parte integral de la suspensión delantera y hay que desarmar
casi todo el conjunto de ésta, a fin de reemplazarlos. Si los amortiguadores
están en buen estado, el auto se detendrá después de
uno o dos botes. Los amortiguadores traseros se comprueban en la misma forma.
Verifique también que ninguno de los muelles traseros está
roto ó vencido.
Revise todos los cierres de las portezuelas, asegurándose de que
están en orden y funcionan como es debido. Asimismo, examine las
manecillas. Cuando se tienen niños, esto es importante. Suba y baje
los cristales de las ventanillas, para comprobar que el mecanismo de cremallera
trabaja como Dios manda. Con la portezuela abierta, compare el color de
la pintura de su borde con el de la carrocería. Si nota una diferencia,
hay que suponer que el auto se ha repintado. El buen estado de la tapicería,
así como el de las alfombras, denota que el dueño original
fue cuidadoso con el coche, pero es posible también que se hayan
quitado las fundas de los asientos e instalado nuevas esteras de bajo precio.
Si el carro tiene transmisión ordinaria, el hecho de que haya nuevas
almohadillas en el pedal, revela que las originales estaban excesivamente
estropeadas; posiblemente, debido a que él coche usaba frecuentemente
en un servicio plagado de arrancadas y paradas continuas. Como se sabe,
este tipo de conducción es mucho más destructivo que los viajes
largos a altas velocidades, cuando el motor alcanza la debida temperatura
de funcionamiento, y el aceite circula a la perfección. |
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Al darle vuelta a
la llave del encendido, se comprobará el estado del medidor de
la gasolina, y del amperímetro. Ponga en marcha el motor y observe
la presión del aceite. Al principio será alta; luego, a
medida que el motor se calienta, descenderá aun nivel normal. Si
se cubre el radiador con una manta, se conseguirá que el motor
alcance rápidamente la temperatura de funcionamiento. Si la presión
del aceite baja mucho más de lo normal, es señal de que
los cojinetes están excesivamente gastados. Para corregir esto,
se necesita efectuar una reparación general. Mientras se encuentre
en el asiento delantero, compruebe el pedal del freno, el cual debe ser
bastante firme y tener Unos 3/4" de juego. Si el pedal desciende
más de esto, pero con sólo bombearlo una vez adopta la posición
debida, posiblemente lo único que se requiere es ajustar los frenos.
Haga girar el manubrio de la dirección para ver si descubre alguna
flojedad en los engranajes y varillas. De ser excesiva, debe arreglarse.
Consiga que el concesionario haga todos los arreglos y correcciones antes
de comprar el carro. Es mucho más fácil lograrlo antes,
que después que aquél reciba el dinero. Encienda las luces
para cerciorarse que todos los bombillos están bien. Examine el
estado de los filamentos de luz alta y baja de los faros, así como
también las luces de cola. Si hay luces direccionales y de retroceso,
revíselas también. Levante el capó e inspeccione el
motor. Aquí tampoco la limpieza es indicio de la buena condición
de la máquina. Podría ser que la hayan limpiado a vapor,
y pintado, lo cuál no mejoraría en nada su funcionamiento.
Extraiga la varilla medidora de aceite y compruebe la condición
del lubricante. Si éste es grueso, podría ser señal
de que el motor es ruidoso y necesita ese tipo de aceite para silenciarlo.
O tal vez sea que consume una gran cantidad de aceite de densidad menor.
En cualquiera de los dos casos, la máquina precisará de
una costosa reparación general.
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Súbase sobre el parachoques y meza el automóvil
con su peso para probar los amortiguadores. Si el carro bota fácilmente,
es señal de que se hallan gastados. |
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Examina la desviación o convergencia de las ruedas
delanteras. Deben estar verticales o ligeramente hacia afuera por arriba.
La convergencia debe ser mínima. |
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El
acumulador y los cables no deben estar corroídos. |
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El juego máximo del pedal del freno debe ser de 3/4" |
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Al comprobar un motor, tenga cuidado de que alcance la temperatura
de funcionamiento: Esto es importante, puesto que algunos motores modernos,
con pistones "ovalados" y claros en frío, producirán
ruido mientras la máquina no se calienta por completo. Una vez conseguido
esto, acelérela y observe si hace ruido. En un motor de cabezal plano
(tipo L), cualquier ruido fuerte o golpeteo continuo es señal de
que hay algo realmente desgastado. En un motor con válvulas a la
cabeza, puede aceptarse cierto ruido debido a que es imposible silenciar
por completo las punterías y balancines. Si el motor funciona silenciosamente,
pero da la impresión de hacerlo con lentitud, compruebe la regulación
del encendido. Si la chispa está demasiado retardada, puede ser que
oculte el golpeteo de una biela, u otro ruido.
Mientras acelera el motor, observe hacia el escape. Si sale una nube de
humo azulado, puede estar seguro que se trata de un motor excesivamente
desgastado que consume exceso de aceite. El humo negro indica que el motor
funciona a expensas de una mezcla muy rica de combustible. Generalmente,
esta irregularidad se elimina por completo si un mecánico competente
hace una reparación general del carburador .
Examine la batería. Los nuevos acumuladores se garantizan por un
período de 1 a 3 años, más o menos. Si se resta la
edad del carro de la duración total del acumulador, se obtendrá
una diferencia pequeña. Es, pues, una precaución lógica
adquirir un nuevo acumulador cuando se compre un automóvil que tenga
más de un año de uso. Sin embargo, si la caja del acumulador
está limpia y los cables y grapas no están muy corroídos,
es razonable pensar que la batería puede rendir aún buen servicio
por algún tiempo. Examine los cables hasta su parte inferior para
ver que no estén sueltos o corroídos en las conexiones al
arranque y tierra. Las conexiones en la bobina y distribuidor, como también
en las bujías, no deben estar empapadas en aceite, o corroídas.
Cualquier cortocircuito en el alambrado se traduce en un mal funcionamiento
del motor y en un kilometraje bajo, además de suponer una carga excesiva
en el acumulador.
¿Hay muestras de filtraciones en el radiador? La pérdida excesiva
de agua o anticongelante daña seriamente un motor en pocos minutos,
y todos sabemos que un nuevo radiador es costoso. Si las mangueras del radiador
o del calentador están pasadas, pueden reventarse en cualquier momento.
Además de esto, una manguera vieja siempre despide pequeñas
partículas. |
Continuando con la inspección, ponga el auto en marcha.
Acelérelo en las tres velocidades, si es que está equipado
con transmisión ordinaria. En cada velocidad escuche atentamente
pa1ra ver si percibe algún chirrido o rozamiento, lo cual es indicación
de que existen engranes desgastados en la transmisión y diferencial.
Si el coche está provisto de transmisión automática,
hágalo correr en todas las velocidades que aparecen en el indicador,
y cuando se halle en la carretera, use el engranaje de paso una o dos veces
para ver si funciona debidamente. Con cualquier transmisión automática,
el motor debe estar perfectamente sincronizado a fin de obtenerse un rendimiento
uniforme. Por lo tanto, antes de conducir un carro con transmisión
automática, escuche el ruido del motor cuando funciona en baja, para
ver si trabaja con uniformidad; acto seguido, acelérelo súbitamente.
En caso de que el motor no aumente las revoluciones inmediatamente, el defecto
puede radicar en el carburador, posiblemente en el sistema de la bomba del
acelerador. La causa de esto, en algunos casos, puede ser que el distribuidor
está gastado o que hay platinos quemados. También producirá
dicho efecto una separación excesiva en las bujías. Conduzca
el carro a unos 15 k.p.h. en alta, y súbitamente oprima el pedal
del acelerador hasta la tabla. Si el motor tiembla con exceso, haciendo
vibrar todo el auto, la causa de ello es que las válvulas deben esmerilarse.
Cualquiera de estas irregularidades en el motor sería motivo para
que la transmisión automática no funcione debidamente. Si
cree que le conviene comprar el carro, haga Ud. que el vendedor le sincronice
el motor; luego, pruébelo nuevamente en la carretera para cerciorarse
de que la transmisión no está defectuosa. Uno de los mayores
problemas con las transmisiones automáticas es que gotean aceite.
Todo mecanismo de este tipo tiene un depósito de aceite fijado en
el fondo, el cual puede verse fácilmente con sólo mirar debajo
del coche. Si dicho depósito muestra filtraciones de aceite alrededor
de la empaquetadura, o en cualquiera de los extremos donde se conectan el
eje motriz y el motor, el sello del aceite debe reemplazarse o la empaquetadura
renovarse. Asegúrese de corregir este defecto. |
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Lista de Comprobaciones |
¿Está el bastidor
dañado o soldado? |
¿Las ruedas delanteras
alineadas? |
¿Los amortiguadores
muy desgastados? |
¿Cómo están
los neumáticos |
¿Funcionan los cierres y manecillas? |
¿Funcionan bien las ventanillas? |
¿Funcionan todos los instrumentos? |
¿Funciona el radio y demás
aparatos? |
¿Es la presión del aceite
constante? |
¿Cómo están los
prenos? |
¿Está floja la dirección? |
¿Funcionan todas las luces? |
¿Motor ruidoso una vez caliente? |
¿Sale humo de aceite del escape? |
¿Cómo está el acumulador? |
¿Fugas en los empaques del múltiple? |
¿Fugas en el sistema de escape? |
El aceite habla por si solo |
¿Transmición ruidosa?
- ¿Con fugas? |
¿El embrage patina o se agarra? |
¿Están los pedales en
buen estado? |
¿Funciona el mecanismo del asiento? |
¿Buen neumático de repuesto? |
¿Filtraciones en el parabrisas? |
¿Está el capó desalineado? |
¿Están los platinos en
buen estado? |
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Aunque muchos de los puntos mencionados son nimios, por sí
solos, la presencia de varios a la vez, podría, resultar en un servicio
caro y nada confiable. Por otra parte, el hecho de que haya varios defectos
visibles, es indicación de que la persona que poseía el auto
no lo cuidó como era debido, lo que a, su vez sugiere la posibilidad
de que haya muchas otras fallas ocultas. Con excepción de una casa,
un automóvil es la compra que representa el mayor desembolso para
la persona común y corriente. Teniendo esto en mente, haga sus observaciones
con gran cuidado, pues la inversión de una suma importante de dinero
exige que se tomen las precauciones necesarias, a fin de estar seguro que
el artículo vale lo que cuesta. Si el vendedor no permite un examen
minucioso, hay que asumir que el carro tiene algo malo. Haga la compra sólo
cuando usted esté completamente seguro. Como punto final, tenga presente
que al determinar la cantidad máxima que sin riesgo alguno puede
invertir en la adquisición de un carro usado, es conveniente deducir
de 50 a 100 dólares para el pago de la reparaciones que sin duda
se presentarán, aún cuando escoja usted el mejor automóvil
del surtido de un vendedor de confianza. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 14 - Abril
de 1954 - Número 4 |
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