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Como construí mi
propio auto eléctrico |
Por Bill Williams |
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Sentado ante el manubrio de su Datsun convertido
a fuerza eléctrica aparece el autor Bill Willimas (foto superior
derecha). Al automóvil se le añadieron ciertos medidores (foto
derecha) y en el compartimiento del motor (foto de arriba) van instalados
el motor eléctrico y el control. |
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Hace un par de años decidí estar
preparado para cualquier escasez de gasolina y consideré la conversión
de mi sedán Datsun de 1972 a un funcionamiento eléctrico.
No tardé mucho en descubrir que existía la tecnología
para ello. Me hice miembro de la Asociación de Automóviles
Eléctricos (EAA) del área donde vivo, cuyos 50 miembros ya
habían transformado más de 20 automóviles para que
funcionaran con electricidad.
Todavía tenía cierto temor de desbaratar un auto de gasolina
perfectamente bueno que estaba desarrollando un kilometraje de más
de 33 mpg (14.0 kpl) en la ciudad. Pero ocurrió un percance que hizo
que me decidiera: se desprendió la empaquetadura de la culata del
Datsun. Opté por efectuar una conversión del vehículo
a un funcionamiento eléctrico, en lugar de invertir más de
700 dólares en él (los anillos también estaban en muy
malas condiciones), sólo para seguir dependiendo de la gasolina.
Puse manos a la obra de inmediato.
Lo primero que saqué fueron los componentes relacionados con la gasolina,
los cuales pesaban más de 365 libras (166 kg), como el tanque y los
conductos de gasolina, los tubos de cola, el silenciador, el radiador, el
control de emisiones del escape, el núcleo del calentador, el alternador,
el regulador dé voltaje, el motor de arranque, el filtro de aire
y el bloque de motor. Dejé intactos los sistemas no relacionados
con la gasolina, como la dirección, los frenos, el embrague hidráulico,
el extremo trasero, los amortiguadores y los componentes interiores (como
el velocímetro). También conservé el asiento trasero
para los pasajeros (aunque con menos amplitud horizontal para dar cabida
a 4 de las 12 baterías de propulsión).
Luego preparé el compartimiento del baúl para ocho baterías
Trojan (244AH) de seis voltios para carretillas de golf, con un peso total
de 592 libras (268kg). Añadí un muelle de hoja adicional al
componente trasero para resistir el peso adicional. También se instalaron
dos dispositivos de seguridad en el baúl, un fusible de 400 amperios
y un interruptor grande que podía desconectarse a mano desde el asiento
del conductor. Luego se conectaron en serie estos dos dispositivos de seguridad,
extendiendo los cables debajo del auto, hasta el compartimiento del motor.
Terminé el trabajo en el baúl, instalando las baterías
(un soporte de sujeción de acero) y un enchufe eléctrico en
substitución del tubo de admisión del tanque de gasolina.
En adelante, el automóvil se reabastecería de electricidad,
en vez de gasolina. Mientras
realizaba trabajos en el compartimiento del baúl, un socio de la
EAA, Bob Steinfeld, estaba perfeccionando una "placa adaptadora"
especial para acoplar la transmisión existente de cuatro velocidades
al motor eléctrico de corriente continua (un arranque-generador de
avión 2CM77 de 30 caballos de fuerza). La placa adaptadora habla
sido creada originalmente para un transeje de Volkswagen, por lo que era
necesario labrarla especialmente para adaptarla a la transmisión
del Datsun. Consideré que era necesario conservar la transmisión
de cuatro velocidades (además de marcha atrás), no sólo
por su adaptabilidad, sino también por la eficiencia de las diferentes
relaciones de sus engranajes de avance (3, 757; 2, 169; 1,404 y 1 ).
Al progresar esta adaptación.
todavía me faltaba mucho que hacer. La obtención y/o la hechura
de las piezas para el interior y el compartimiento del motor supusieron
varias semanas de visitas a tiendas que venden piezas electrónicas
sobrantes, aunque también compré piezas de otros miembros
de la EAA. Se modificó el interior para que diera cabida a un medidor
de 12 voltios-hora, un indicador de la temperatura del control, un pedal
acelerador de tipo electrónico y un tablero de medición central
para vigilar en forma selectiva todas las corrientes y los voltajes deseados
(baterías auxiliares y de propulsión, inducido y campo del
motor). También se construyeron dos cargadores de baterías,
uno de 12 voltios, a fin de conservar cargadas las baterías ya instaladas,
mientras el resto del auto gradualmente se iba armando.
Después de terminar el interior, me dediqué a realizar los
preparativos necesarios bajo el capó (compartimiento del motor) para
la instalación de la nueva transmisión y del motor eléctrico. |
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Ocho de las baterías van instaladas en el baúl |
La conexión para cargar las baterías se hace
en el sitio donde estaba antes el tanque |
Este auto nunca ha tenido que hacer cola para reabastecerse
de gasolina |
Antes
de iniciarse esta conversión, sabía que quería incorporar
al vehículo un control electrónico para suministrar la fuerza
de las baterías al motor eléctrico. Es por eso que esperé
con paciencia y trabajé con Frank Willey, otro miembro de la EAA,
para la terminación del diseño final de un control modulador
del ancho de las pulsaciones. Frank, un ingeniero electricista retirado
de la Lockheed, había estado perfeccionando el diseño de su
control más de cinco años, a medida que se iban produciendo
ciertas mejoras tecnológicas. El control tiene una capacidad de 400
amperios a un voltaje de corriente continua de 36 a más de 120 voltios,
ideal para el Datsun.
Mientras tanto, Bob Steinfeld
terminó la placa adaptadora de la transmisión. Tardé
sólo una semana conectando el embrague, la placa del adaptador, el
motor eléctrico y la transmisión para instalarlos en el auto.
Con gran paciencia reinicié el trabajo, instalando dos ventiladores
de enfriamiento de 12 voltios, uno para enfriar el motor eléctrico
principal 2CM77 y otro para enfriar el control.
Luego se hizo una superficie de
montaje para los componentes del compartimiento (como el control). Se hizo
esta superficie de montaje de una pieza de plástico transparente
de 1/4" (0,64 cm) para poder ver el motor eléctrico y los componentes
relacionados debajo de la superficie. También se instaló una
luz para proporcionar una buena visibilidad debajo de la superficie de montaje.
Asimismo se hizo una cubierta para el control de plástico transparente,
a fin de poder ver un disipador de calor de 22" (56 cm) de largo y
los 24 transistores de fuerza. No quería dejar oculto nada.
El control y los componentes restantes
(dos derivaciones de 400 amperios y dos de 15 amperios para los medidores
interiores, un capacitor especial de 14,000 mfd/100 voltios y tiras terminales),
fueron instalados luego de manera cuidadosa en la montura.
Después de aproximarse
1200 horas de trabajo y de invertir 170 dólares, me encontraba al
fin listo para determinar si el nuevo Datsun andaba de verdad. Se habían
comprobado individualmente todos los sistemas, pero no en conjunto:"
¿Qué tal si estalla, si se prende en llamas o peor aún,
si no funciona?" pensé yo.
Le di vuelta a la llave del encendido
y con suavidad oprimí el acelerador electrónico, aplicando
fuerza al control y al motor de mando eléctrico principal. Escuché
un agradable zumbido al pisar más el acelerador y al aumentar el
motor de velocidad. Cambié a primera y de nuevo oprimí el
acelerador con suavidad.
¡Qué sensación
de triunfo me invadió al avanzar el auto con suavidad y encontrarme
manejándolo por la calle por primera vez, sin utilizar gasolina!
Había logrado lo que muchas personas dijeron que era una tontería
o algo imposible. Hoy esas mismas personas desearían tener también
un auto capaz de andar sin gasolina. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 33 - Enero
1980 - Número 1 |
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