|
Estás leyendo parte de la revista de Julio de 2001
|
Recomienda este artículo a un amigo
|
|
|
Jay trabaja sin ayuda en muchos de los autos de su colección. Entonces,
¿cuál será la razón para que no pinte el piso
de su propio taller? |
|
Por Jay Leno |
|
Me parece que a los americanos en verdad no nos gustan los automóviles.
Se cree que son de nuestro agrado, pero no es cierto; sólo una minoría
les guarda devoción. Nos gustan los choques y cosas así, pero
no amamos los automóviles. En Italia hacen una recreación
de la Mille Miglia storica. una famosa carrera de 1.609 kilórtietros
cuya última edición se realizó en 1957, y la transmiten
en vivo por televisión. De hecho. se cierran 1,609 kilómetros
de calles y tramos de carreteras para que transiten autos antiguos. En América
no encontramos nada parecido.
Las 500 Millas de Indianápolis son un gran evento que atrae a medio
millón de fanáticos. pero si se toma en cuenta que tan sólo
en Estados Unidos viven 250 millones de personas. la cifra resulta poco
significativa. Ese es el mismo panorama con la carrera de autos clásicos
de PeebJe Beach, que si bien es seguida por 15 mil individuos. resultan
muy pocos cuando se toma en cuenta que es el más importante evento
de su tipo.
Medio millón de personas salen alas calles de Detroit para conducir
o ver vehículos antiguos durante el desfile de Woodward Avenue. Pero
no nos engañemos, los chicos van a otra cosa; a conocer chicas. muchas
veces la gente sólo va por costumbre. no por gusto.
Este fenómeno también está presente en el mundo de
las motocicletas. Ahora vemos que de repente a los americanos les ha surgido
el gusto de restaurar motos clásicas e incluso Hondas. Ahora son
piezas de colección. Pero en el fondo la realidad es que antes tuvimos
esas motocicletas. las conducimos. las tiramos a la basura y ahora intentamos
recuperarlas. En cambio, en Europa. la gente que tiene autos o motos antiguos
los han poseído desde que eran nuevos.
Hay otro dato que confirma que a los americanos no les gustan los autos.
De acuerdo con Motorbooks International, una importante editorial especializada
en temas automotrices. uno de los mayores éxitos de venta es Grandes
Tractores Americanos. ¿Puedes creerlo? Yo tengo el Shelby Daytona
Coupes escrito por Peter Brock. del que creo que cuando mucho deben venderse
1.500 ejemplares al año. Si quieres perder dinero, conviértete
en editor de libros sobre autos.
Me acuerdo que una vez tuve en el Tonight Show a Ken Behring. Director del
Museo Automotriz Blackhawk de Danville. California. y él llevó
varios autos clásicos. En esos casos. si no muestras el auto donde
Jean Harlow y Clark Gable tuvieron sus. eh. conversaciones. probablemente
la gente apagará el televisor. Muchas personas quieren ver el cadáver
acribillado del Ford 34 de Bonnie y Clyde. pero no les interesan los clásicos.
Honestamente. prefieren al Batimóvil.
Nosotros les hacemos cosas a los vehículos que no se les harían
en Europa. Se destruyeron autos clásicos. como los LaSalle o Cadillacs
de 16 cilindros, en espectáculos de colisiones. Mientras tanto. de
acuerdo con el libro Memoirs Of A Buggatti Hunter de Antoine Rafaelli, los
franceses llegaron a sepultar sus autos o a construirles sótanos
especiales para esconderlos de los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.
En la década de los cuarenta. se invitó a los americanos a
que se sacrificaran por la guerra. ¿Cómo? Reduciendo a chatarra
sus vehículos viejos.
Es como lo que se practicó con los habitantes originales del continente.
Vas, los matas a todos y después les construyes un monumento. Ese
es el estilo de los americanos modernos. desde norte hasta el sur. Aniquilamos
todo y cuando sólo quedan dos ejemplares sobrantes les hacemos fiesta.
Así funcionamos. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 54 - Julio
2001 - Número 7 |
|
|