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Cómo funcionan los acoplamientos viscosos |
Por Don Chaikin |
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Se observan las placas alternas de embrague separadas por una fina capa
de fluido de silicona |
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Conduzca alrededor de una curva suave después de haber cruzado
sobre un charco, y en las huellas podrá comprobar que cada rueda
sigue su propio arco. Como cada rueda gira a una distancia diferente, entonces
cada una viaja a su propia velocidad a través de ese arco.
Aunque pequeñas, estas diferencias de velocidad entre las ruedas
son suficientes para dañar el tren de mando (aunque se tomen precauciones
para el deslizamiento). En los automóviles con tracción en
dos ruedas, el diferencial compensa esta diferencia, permitiendo que las
ruedas de un mismo eje giren a ritmos diferentes.
En los vehículos con tracción en las cuatro ruedas, que normalmente
son conducidos fuera de la carretera o sobre superficies resbaladizas, el
bajo coeficiente de fricción entre el neumático y la superficie
de rodamiento permite que las ruedas delanteras y traseras se deslicen lo
necesario para no perjudicar el tren de mando.
Pero este reto es diferente en un vehículo con tracción permanente
en las cuatro ruedas. El sistema de tracción en las cuatro ruedas,
cada vez más común en los autos de pasajeros, son diseñados
para enviar potencia a las cuatro ruedas, incluso sobre pavimento seco.
Sin un medio para compensar por las variaciones de velocidad de las ruedas
en los virajes, un sistema de tracción en las cuatro ruedas fallaría
prematuramente. Todos los vehículos con tracción en las cuatro
ruedas están equipados con cierta clase de diferencial entre sus
ejes delantero y trasero.
El diferencial
El diferencial típico, como el usado para darle mando a las ruedas
exterior e interior en un mismo eje, es un cojinete de anillo y cruceta.
En vehículos con motor delantero y tracción trasera, el diferencial
es integral con el mando final de piñón satélite del
eje. Pero este sistema es muy grande ya la vez pesado para resultar práctico
en la mayoría de las aplicaciones de tracción en las cuatro
ruedas.
En su lugar, para dividir la potencia entre los ejes delantero y trasero,
la mayoría de los fabricantes, desde los minivanes Chrysler hasta
el 3000GT de Mitsubishi, usan un componente compacto llamado acoplamiento
viscoso. Los acoplamientos viscosos están encontrando aplicaciones
en los diferenciales de norma, para dividir la potencia entre las ruedas
de un mismo eje.
En algunos vehículos se usan los acoplamientos viscosos para llevar
la potencia hasta el otro extremo del vehículo, pero hay un límite
máximo para la cantidad de potencia que de esta forma puede ser transmitida.
Muchos usan un diferencial con engranaje planetario, con un acoplamiento
viscoso como limitador de la división de potencia. Esto también
permite incluir una división de la torsión preajustada al
frente y atrás, usando el tamaño apropiado de engranaje central
y los piñones satélites en el conjunto del engranaje planetario.
Lubricación de silicona
Montadas dentro del eje exterior, sobre el eje interior, hay una serie de
delgadas placas, muy parecidas a las placas del embrague de la transmisión
automática. Estas placas están ranuradas, la mitad de ellas
activadas por la cubierta exterior, la otra mitad movidas por el eje interior.
Las placas están separadas por delgados anillos espaciadores, de
sólo unas pocas milésimas de pulgada de espesor. Esta unidad
es llena de un 80% de fluido de silicona espeso, parecido al aceite. El
volumen restante es ocupado por las burbujas de aire en el fluido.
Cuando el vehículo se mueve en línea recta en pavimento seco,
las ruedas giran a la misma velocidad, de modo que los dos ejes y sus respectivas
placas giran juntos. Sin embargo, cuando las ruedas se mueven a velocidades
distintas; por ejemplo, en los virajes, las placas giran a ritmos distintos,
previniendo que se junten.
Como las placas alternas son forzadas a girar a distintas velocidades, ellas
revuelven entre sí el fluido de silicona, lo que causa que se desarrolle
calor. Según el fluido se calienta, su presión se eleva, comprimiendo
las burbujas y permitiendo que las placas alternas se deslicen más
cercanas unas de otras. La delgada capa de silicona entonces transfiere
torsión desde las placas sin carga a las placas que le dan mando
a las ruedas con carga. A medida que las velocidades se igualan, el fluido
se enfría y las placas se separan. |
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Algunos fabricantes automotrices colocan el acoplamiento viscoso dentro
de la transmisión del vehículo o también en la caja
de cambios |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 45 -
Febrero 1992 - Número 2
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