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Estás leyendo parte de la revista de Septiembre de 2000
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Modificamos un Honda Civic nuevo para convertirlo en un hot
rod tradicional
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| Se cambia la máquina de un
auto por una más grande, se montan rines y llantas y se incluye
una espectacular pintura. Es una fórmula comprobada que ha
transformado incontables autos de perdedores en triunfadores, o cuando
menos de perdedores a llamativos. Legiones enteras de aficionados a los
hot rods (autos supercargados y adaptados) creen que pueden convertir
cualquier modelo -lo dicen en serio, cualquiera- en un modelo atractivo
con tan sólo un poco de tiempo bien empleado en el taller.
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| Fuente: Revista Mecánica
Popular - Volumen 53 - Septiembre 2000 - Número 9
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