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EL NUEVO CAMARO DE LA CHEVROLET
Potente, Deportivo, de Fácil Conducción
Dan Gurney Prueba
EL NUEVO CAMARO DE LA CHEVROLET
CUANDO BOB CROSSLEY, de Mecánica Popular, me llamó por teléfono pidiéndome que probara el nuevo auto de "tipo personal" de la Chevrolet, recuerdo haber quedado muy complacido con la solicitud que me hacía. Casi lo único que manejo estos días son autos de carrera, por lo que me pareció que sería divertido hacer correr un auto de alto rendimiento por una pista cerrada, sin ningún otro vehículo a la vista. Pero también recuerdo haber colgado el teléfono para preguntarme por qué demonios había aceptado la proposición de Crossley.

A la larga resultó ser una experiencia de lo más agradable e interesante para mí. Terminé detrás del manubrio de un atractivo y excelente vehículo que me dejó convencido de que el Mustang ya tenía un fuerte competidor.

Pero cuando Crossley me llamó, no sabía nada acerca del coche-qué apariencia tenía, qué motor llevaba, cómo eran su suspensión, sus frenos, su dirección. Ni siquiera conocía su nombre. Por lo general soy muy cauteloso cuando tengo que manejar un coche desconocido por primera vez. Pero me sentí totalmente familiarizado con el vehículo apenas me metí en él. Conozco bien a la Compañía Chevrolet para saber que cualquier producto suyo sería de alta calidad. Y cuando por primera vez vi y manejé el auto (que para entonces había sido bautizado con el nombre de Camaro) en el Campo de Pruebas de la General Motors en Milford, Michigan, pude confirmar lo que pensaba.

Había dos modelos para que los probara-un cupé deportivo azul y un convertible SS de color crema. Encontré que los dos autos tenían una apariencia muy atractiva. Sus líneas básicas, sin embargo, me recordaban más al Falcon de este año que al Mustang-el modelo con el cual habrá de compararse el Camaro inevitablemente. De todos modos, me gustó la apariencia deportiva y ágil del Camaro y recuerdo haber pensado que la Chevrolet tendría que esforzarse para satisfacer todos los pedidos de este coche que sin duda recibiría al aparecer ante el público.

Bob Clift, ingeniero de desarrollo de vehículos de la Chevrolet, se hallaba presente para las pruebas y me dijo que el cupé tenía un motor de 257 caballos de fuerza con un desplazamiento de 5,359 l, así como una transmisión automática Powerglide. También me dijo que el convertible SS tenía un motor de 295 caballos de fuerza; y un desplazamiento de 5,735 l y una transmisión manual de cuatro velocidades. El SS tenía frenos de discos en las ruedas delanteras, mientras que el cupé llevaba frenos de tipo de tambor en todas las ruedas. Había neumáticos ovalados anchos Firestone D60/14 y una suspensión especial en el convertible, pero en el cupé se usaban neumáticos de norma de 7,35/14, aunque la misma suspensión especial. Los dos modelos llevaban dirección motriz.

Decidí efectuar dos pruebas con cada coche-la primera dándole la vuelta a la pista a velocidades normales de carretera, y la segunda desarrollando su velocidad máxima.

Para estas pruebas la Chevrolet preparó una pista que incluía una serie de curvas pronunciadas hacia la izquierda y la derecha, conocidas como "Las Siete Hermanas", una curva larga y amplia hacia la derecha y un tramo recto bastante grande. Bob Clift montó conmigo en el SS durante las dos primeras vueltas y decidimos que había que aumentar la presión de los neumáticos antes de someter el auto a cualquier prueba difícil. Añadí 10 libras de presión todos los neumáticos y verifiqué que esto mejoraba grandemente el manejo del SS.
 
Enderezar el auto al salir de una curva cerrada fue cosa fácil. Me impresionaron las características generales de SS. Parece como si perdonara los errores cometidos por el conductor
Enderezar el auto al salir de una curva cerrada fue cosa fácil. Me impresionaron las características generales de SS. Parece como si perdonara los errores cometidos por el conductor
 
Gradualmente fui aumentando de velocidad para tomar las curvas con la mayor rapidez posible, y descubrí que el Camaro era un auto verdaderamente dócil. No da la menor dificultad, aun al aproximarse uno a su límite-o sea el límite de velocidad por las curvas. Claro que no es un auto de carrera; sin embargo, reacciona instantáneamente a los controles a cualquier velocidad. Y esto, en mi opinión, es lo que distingue aun coche de buen manejo, a uno que tiende a "perdonar" los errores del conductor, que no le opone ninguna dificultad y que todavía se comporta con docilidad al desarrollar sus velocidades máximas.

Saliendo de las curvas para entrar en el tramo recto, pisé el acelerador totalmente y sentí que la cabeza se me echaba para atrás. Casi al fin de ese tramo recto, le eché un rápido vistazo al velocímetro, el cual estaba marcando una velocidad de 193 kph. Pude alcanzar esa velocidad sin ningún contratiempo. Apliqué los frenos para volver a entrar en las curvas y el coche deceleró con suavidad y en línea recta. Sólo después de dar unas cuantas vueltas a alta velocidad fue que noté cierto debilitamiento de los frenos.

Al correr por las curvas de nuevo, noté que el extremo trasero saltaba un poco. Pero esperaba esto, ya que estaba sometiendo el vehículo a un verdadero castigo.

Luego efectué unas cuantas pruebas de aceleración en el tramo recto, obteniendo los siguientes resultados:

0- 96,5 kph 7,3 segundos

0-160,9 kph 17,9 segundos

Velocidad máxima 189,9 kph

Después conduje el cupé 327 y, en realidad, lo preferí a la versión de 5,735 l. Verifiqué que sacrificaba pocas de sus características deportivas para obtener un rendimiento máximo. De comprar yo un 327, sin embargo, creo que especificaría la suspensión especial y los neumáticos ovalados de medida ancha. Y sin lugar a dudas preferiría la transmisión automática. En cuanto a nuestra prueba, el coche reúne las características que me imagino yo que desea el público en general. Es un coche que satisfaría a los que quieren un vehículo deportivo y que, sin embargo, complacería también a sus mujeres.

En el interior los dos vehículos son similares. Como sucede con todos los Chevrolet, el Camaro parece contar con todos los toques necesarios. La amplitud horizontal en el asiento delantero es adecuada (y eso que mido 1,90 metros de altura), pero no sucede lo mismo en el asiento trasero. La amplitud vertical en el cupé es adecuada también.

En breve, el Camaro ofrece las mismas características que han contribuido a que el Mustang sea todo un éxito-tamaño y peso adecuados, más agilidad. y con esta agilidad, creo yo, dispone uno tanto de mayor seguridad como de un rendimiento mejor. Finalmente, como sucede con su competidor principal también, el Camaro le proporciona un poco de diversión al manejo de un auto de pasajeros.
El cupé deportivo dio pruebas de ser un vehículo ágil y adecuado para emplearse como un auto común y corriente. Si yo comprara uno, sin embargo, seguramente pediría la suspensión especial para él
El cupé deportivo dio pruebas de ser un vehículo ágil y adecuado para emplearse como un auto común y corriente. Si yo comprara uno, sin embargo, seguramente pediría la suspensión especial para él
Durante las pruebas de aceleración a que sometí el SS, dio buenos resultados en todas las velocidades. Alcancé una velocidad de 189,9 kph casi al finalizar el recorrido que hice por un tramo recto
Durante las pruebas de aceleración a que sometí el SS, dio buenos resultados en todas las velocidades. Alcancé una velocidad de 189,9 kph casi al finalizar el recorrido que hice por un tramo recto
 

Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 40 - Febrero 1967 - Número 2


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Idea original de Mi Mecánica Popular por: Ricardo Cabrera Oettinghaus