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Noticias de Detroit - Por Jim Whipple - Noviembre 1963
 
Habrá Autos Ford en las Futuras Carreras de Indianápolis.
Un Coche de Turbina Corre 24 Horas con Kerosén
 
      El hecho de que Jim Clark ocupó el segundo lugar en Indianápolis ha dado lugar a una verdadera conmoción. Clark, en un coche radicalmente diferente, con un motor de auto de pasajeros de aluminio modificado que utilizaba válvulas de varillas de empuje y que consumía gasolina ordinaria, llegó en una ocasión a colocarse a sólo 5 segundos detrás del ganador Parnelli Jones.

       El auto de Jones, que desarrollo la velocidad promedio más alta jamás alcanzada en dicha carrera, era un modelo tradicional de eje sólido provisto de un motor Offenhauser.

       Algunos observadores opinaron que, de no haber sido por el aceite que derramó el auto de Jones en la pista, o por el hecho de que varios conductores le permitieron a Parnelli pasar durante las vueltas de precaución con banderas amarillas (después de un accidente) , Clark hubiera podido alcanzarlo y ganar la carrera. Se trata de una de esas fascinantes dudas que mantendrá a los aficionados discutiendo durante todo el invierno.

       Sin embargo, hay varias cosas que no dan lugar a duda alguna. Una de ellas es que pocos son los días de vida que le quedan al motor Offenhauser de 4 cilindros y con árbol de levas superpuesto. El próximo 30 de mayo aparecerá en Indianápolis toda una serie de genuinos motores de Detroit.

       Nada podría asegurar esto más que el rumor que ha estado circulando recientemente de que un grupo de patrocinadores de los roadsters con motor Offenhauser se han unido para hacer que el USAC (United States Auto Club), el cual establece los reglamentos en la Carrera de Indianápolis, prohiba la participación de coches que pesen menos de 680 kilos. Esto eliminaría por completo al Ford-Lotus, a los autos de Mickey Thompson y a otros nuevos modelos de peso liviano. La razón de esto es la siguiente: Los dueños de roadsters Offenhauser han invertido grandes sumas de dinero en autos como el que ganó la carrera de este año, el Agajanian- Willard Battery Special, y creen que el próximo año los livianos Ford-Lotus y los otros nuevos modelos podrían ocupar muchos más de los primeros diez lugares que el segundo y el séptimo puestos que alcanzaron este año. En efecto, si el rumor tiene fundamento, los tradicionalistas de Indianápolis están diciendo lo siguiente: "No puede usted correr sus rápidos autos aquí; ésta es una carrera de coches lentos".

       No puede concebirse una manera más efectiva de acabar con el interés en la Carrera de Indianápolis, y no podemos imaginarnos al dueño de la pista, Tony Hulman, oponiéndose al progreso en el justo momento en que el viejo óvalo está volviendo a adquirir su vieja reputación como el campo de pruebas más importante para la industria automovilista de los Estados Unidos.

       Opinamos que hay más de un Ford en el futuro de Indianápolis.

       A través del mundo se está dejando a un lado la tradición, para experimentar con innovaciones. Recientemente, un auto BRM (British Racing Motors), equipado con una turbina diseñada y construída por la Rover Motor Company de Solihul, Inglaterra, ocupó el séptimo lugar en la carrera de 24 horas de LeMans.

       A pesar de que su participación no fue oficial, debido a su singular motor, el Rover BRM acabó por delante de todos los autos, excepto los fabulosos Ferrari italianos, los coches en que el motor de pistones ha sido desarrollado al máximo.

       La turbina Rover promedió una velocidad extraordinaria, sólo de 16 k.p.h. menos que el del Ferrari que ganó la competencia, el cual desarrolló 190 k.p.h.

       ¿Y qué prueba todo esto? Básicamente que la turbina puede competir en potencia y duración con el motor de pistones, y hacerlo con combustible más económico: el Rover utilizó kerosén. La turbina más reciente de la Chrysler ( MP , octubre de 1963) aún no ha ganado la carrera, pero lo importante es que se ha descubierto que puede fabricarse rápidamente ya un precio capaz de competir ventajosamente con el de los motores de pistones. Cierto ingeniero declaró que cada motor podría producirse en volumen aun costo de 350 dólares. La razón por la cual se confía en estos precios tan económicos es que la Chrysler utiliza métodos de manufactura comunes y corrientes para las críticas piezas de alta velocidad y alta temperatura del motor. Por ejemplo, las ruedas de las turbinas, que desarrollan 46.000 r.p.m. a 982° C, se construyen con una aleación de hierro debajo costo mediante moldes de cera.

       La mayoría de los ingenieros de automóviles opina que es necesario perfeccionar más el motor de turbina antes de que pueda producirse en serie, mientras que la máquina de pistones está mejor que nunca.

       Nos equivocamos. En nuestra columna de septiembre de 1963 mencionamos únicamente dos V8 con válvulas en la cabeza de hace diez años: el Oldsmobile y el Cadillac. Además de estos dos autos, los Studebaker, Lincoln, Buick Chrysler, Dodge y DeSoto tenían motores V8 con válvulas en la cabeza allá por 1953.

Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 33 - Noviembre 1963 - Número 5


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Idea original de Mi Mecánica Popular por: Ricardo Cabrera Oettinghaus