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Manejando el Mustang y el Capri
Por Gary Witzenburh
Se inicia el desfile de los modelos norteamericanos de 1979 con un nuevo Ford y un Mercury Capri fabricados en Estados Unidos
Em Mustang 1979 de tres puertas, que aparece aquí en su versión Cobra, tendrá una aceleración mayor con el nuevo motor de cuatro cilindros y turboalimentador que con el v8 de 4.949 litros

Desde el momento en que ve usted por primera vez uno de los nuevos gemelos deportivos de la Ford Motor Co. , el Ford Mustang y el Mercury Capri de 1979, reconocerá su atractiva y sorprendente combinación de estilos de diseño tanto de Europa como de los Estados Unidos.
Excepto por el modelo Mustang de extremo trasero amuescado, que se asemeja al cupé deportivo 450SLC que vende la Mercedes por 30,000 dólares (ya puedo ver avisos que digan algo como esto: "¿Puede usted distinguir el Mustang del Mercedes?"), el estilo de los nuevos automóviles no tiene nada que ver con ningún auto existente de Europa o de los Estados Unidos, ni tampoco tienen ninguna semejanza con el Mustang o Capri II de fabricación alemana, a los que substituyen.
Al igual que en el Camaro y el Firebird de la GM, los extremos delantero y trasero de estos nuevos autos son de tipo de defensa blanda. Unos faros delanteros rectangulares de tipo doble flanquean una parrilla de tipo cuadriculado (Mustang) o de barras horizontales (Capri). Las luces de cola rectangulares de tamaño grande repiten el estilo atrás, con costillas verticales en el modelo Ford y costillas horizontales (igual que en el Mercedes) en el modelo Mercury.
La carrocería de extremo trasero amuescado (Mustang solamente) ofrece las líneas más agradables, en mi opinión, aunque el diseño de escotilla trasera del otro vehículo no sólo da la impresión de ser muy aerodinámico sino también muy conveniente. Todos tienen persianas falsas detrás de la ventanilla lateral izquierda para reducir el efecto visual de los postes "C" que son algo gruesos; pero los cinturones bajos y las áreas amplias de vidrio les imparten una apariencia netamente europea a estos vehículos. Sin embargo, se destacan también los nuevos autos por tales características norteamericanas como su gran ancho y esos bultos que llevan los capós de los modelos turboalimentador. (Estos modelos optativos no se hallaban listos para ser sometidos a una prueba de manejo cuando se escribió este articulo, aunque dice la fábrica que estarán a la venta a fines de este mismo año).
Las líneas aerodinámicas de la carrocería no son sólo para fines de apariencia: los ingenieros y diseñadores de la Ford sometieron esta nueva forma a extensas pruebas en un túnel de viento. Como resultado, .la línea del capó tiene una inclinación mayor que la proyectada, las esquinas se han redondeado en todas partes y hay un pequeño deflector aerodinámico que forma parte integrante de la defensa delantera. El coeficiente de resistencia al avance es de 0,49 (mientras que el Mazda RX- 7 es de 0,36), cosa que reducirá el consumo de gasolina y aumentará la estabilidad del vehículo cuando soplan vientos laterales, aun a velocidades legales.

Cabina

Después de observar estas nuevas y esbeltas carrocerías desde todos los ángulos, no quedará usted decepcionado al entrar en la cabina y observar todos los instrumentos y todos los controles de tipo europeo que tienen los vehículos.
El Cobra de tres puertas tiene un perfil de líneas bajas que le da apariencia deportiva genuina
Lo que Ford llama "posición de mando en el asiento" significa que se sienta uno en una posición elevada y bastante vertical para una buena visibilidad y un fácil acceso a todo lo que hay en el tablero.
Aunque el conjunto de instrumentos del Mustang y el Capri es una adaptación que llevan los modelos Fairmont y Zephyr, su contenido y su disposición tienen una apariencia mucho más deportiva, además de ser más funcional. Todo lo que debe tener un auto de tipo deportivo se encuentra en el tablero, incluyendo un tacómetro grande, redondo y de lectura fácil junto al velocímetro de forma circular.
Los asientos (algo en que no se destacan los productos de la Ford) son sorprendentemente cómodos, de tipo de cubo y con soportes laterales apropiados para un vehículo deportivo europeo; pero su origen norteamericano se vuelve aparente de inmediato al tratar de ajustar el ángulo de respaldo. No obstante esa imagen que quieren proporcionarles la Ford y la Lincoln Mercury a sus productos, la compañía todavía no quiere invertir el dinero suficiente para ofrecer asientos de cubo verdaderamente inclinables como los que llevan los autos importados de Europa y que tanto agradan a sus dueños norteamericanos.
En cuanto a desventajas, los asientos delanteros no tienen un movimiento suficiente de atrás para delante. Probablemente para que las cifras de la amplitud horizontal del asiento trasero sean más convincentes (se mide esta distancia con los asientos delanteros desplazados hacia atrás totalmente), los diseñadores han limitado el ajuste del asiento delantero a tal punto que una persona de piernas largas como yo no dispone de amplitud horizontal suficiente para sentirse cómoda. Las personas de alta estatura pueden cambiar la ubicación de los carriles del asiento ellos mismos, pero sería conveniente que la Ford proporcionara el espacio debido a conductores de piernas largas como yo.
Sin embargo, el nuevo interior constituye una gran mejora en cuanto a amplitud lateral, al compararse con el de los Mustang y Capri de antes, debido al origen de los Fairmont y Zephyr de 1979 y al poco espesor de las puertas. También se ha aumentado notablemente la capacidad de equipaje del baúl de estos dos modelos.

En la foto el Capri de 1979, que comparte la carroceria del Mustang, pero la Division Lincoln-Mercury le ha proporcionado adornos propios El Mustang de extremo trasero amuescado será uno de esos modelos que atraen a los que prefieren un techo y baúl de forma convencional
Aquí se muestra el Capri R/S, de apariencia más deportiva que los demás, con neumaticos radiales Michelin TRX y una suspensión especial La puerta trasera del Mustang de extremo trasero inclinado puede alzarse y su amplia área de vidrio ofrece visibilidad excelente
Motor y tren de mando

Déle usted vuelta a la llave del encendido en el vehículo dotado del motor básico de cuatro cilindros, 2.3 litros y levas en la culata y no se llevará ninguna sorpresa. Hemos visto este resistente motor antes en los modelos Pinto, Fairmont y Zephyr del año pasado. Con la relación de norma del eje trasero de 3.08:1, no espere demasiado en cuanto a rendimiento; pero sí puede usted esperar un buen kilometraje a velocidades entre 20 y 30 mph (32,186
y 48,279 kph).
Por supuesto, a velocidades mayores., aumenta el consumo. El motor V6 de 2.8 litros que se ofrece como equipo optativo tiene una relación del eje de 3.45:1 (excepto en California), y permite que el auto de más de 2500 libras (1134kg) funcione con eficiencia extraordinaria, pero se ofrece sólo con transmisión automática. (Una combinación del motor V6 con una transmisión manual proporcionaría la mejor combinación de rendimiento, de economía y de manejo para los que preferimos efectuar por nosotros mismos, los cambios de velocidad).
Con un poco de dinero adicional contaría usted en su Mustang o su Capri con el brioso V8 de 5.0 litros (302 pulgadas cúbicas) que produce la Ford y que, al igual que el motor de cuatro cilindros, puede obtenerse con una transmisión manual de cuatro velocidades o la transmisión automática optativa. El Mustang V8 que manejé (con transmisión manual de cuatro velocidades y una relación del eje trasero de 3.08) se comportó de manera admirable, ya que pudo alcanzar consistentemente una velocidad de 60 mph (96.558 kph) desde la inmovilidad en apenas 8 segundos, lo mismo que en los tiempos buenos de antes.
Por otra parte, el V8 le proporciona un exceso de peso al extremo delantero del vehículo, cosa que resulta excelente para una mayor estabilidad en las autopistas, aunque no resulta ventajosa al efectuar virajes pronunciados. Los que sienten afición por el zigzagueo deben obtener el V6 o el motor de cuatro cilindros con turboalimentador o prepararse para hacer algunas modificaciones grandes al chasis, con objeto de poder controlar mejor el manubrio de dirección, si lleva el vehículo un motor V8. A propósito, en California no se puede obtener el motor de 302 pulgadas cúbicas (5,0 lit) con la transmisión manual de cuatro velocidades, debido a las normas de control de emisiones del escape que imperan en ese estado.
Los aficionados verdaderos a los autos deportivos pueden contar con un Ford o un Mercury dotado de un motor con turboalimentador como resultado de los esfuerzos de un grupo de ingenieros de la Ford que creen que estos nuevos autos deben tener un rendimiento que concuerde con su imagen deportiva. El motor con turboalimentador no será barato: casi todas las piezas de la nueva unidad de fuerza de 2,3 litros han sido reforzadas para poder resistir las presiones y temperaturas mayores de la combustión de ese motor (Vea la página 38) además de que el turboalimentador tiene un elevado costo en sí; pero sí les dará la impresión de que su Mustang o Capri tiene un V8 cuando se encuentran ante un semáforo; un V6 cuando se hallan en una pista de obstáculos y un motor básico de cuatro cilindros cuando acuden a una gasolinera.
Como el turboalimentador no entra en acción sino hasta desarrollar el motor una velocidad de 3000 rpm aproximadamente, el V8 tiene una aceleración más rápida; pero el motor de cuatro cilindros puede desarrollar altas velocidades en la autopista. De hecho, puede alcanzar una velocidad de 60 mph (96,558 kph), desde la inmovilidad en menos de nueve segundos y desarrolla un kilometraje de más de 20 mpg (8,50 kpl), si lo maneja correctamente.

Chasis

Al igual que la carrocería, el chasis del Mustang y el Capri de 1979 tiene un diseño híbrido europeo-norteamericano, aunque parece ser más europeo en cuanto a rendimiento. La suspensión del nuevo vehículo deportivo, de tirantes MacPherson delante y un eje vivo de cuatro eslabones atrás (con muelles espirales delante y atrás) es básicamente idéntica a la suspensión igualmente buena del Fairmont y el Zephyr, en cuanto a concepto, y dio excelentes resultados en la pista de pruebas, aun en la versión del auto básico.
Para los más predispuestos a la aventura, hay una "suspensión de manejo" que se ofrece como equipo optativo y que viene con una barra estabilizadora trasera y muelles, amortiguadores y bujes especiales para proporcionarle al propietario la sensación de que se trata de un vehículo europeo genuino. También se ofrece ese conjunto ultra especial TRX, un esfuerzo conjunto de la Ford y la Michelin que puede obtenerse sólo con los neumáticos singulares de alta presión y bajo perfil Michelin TRX, instalado en ruedas de aleación liviana fabricadas especialmente por la Michelin. Créame usted que un TRX Mustang o Capri es exactamente el vehículo que necesita un conductor experimentado para dejar atrás al próximo auto Porsche que vea en el camino.

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Fuente: Revista Mecánica Popular - Noviembre 1978 - Número 11


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Idea original de Mi Mecánica Popular por: Ricardo Cabrera Oettinghaus